sábado, 15 de agosto de 2009

LA COMUNIÓN HACE LA DIFERENCIA


La Comunión Hace la Diferencia

…”Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna”. Salmo 133:3


No sé quien sea el autor o la autora de la siguiente cita que dice así: “cada vez que entiendes y aprecias los sentimientos de alguien, estableces comunión”. Según el diccionario en línea WordReference.com, la palabra comunión se define de las siguientes formas: “Unión o contacto entre personas o cosas, grupo de personas que comparten ideas religiosas o políticas. Circunstancia de tener algo en común”.

El Salmo 133:1 dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” Y si observamos cómo está escrito, notaremos que tiene signos de admiración. Lo cual quiere decir que se manifiesta una emoción, en este caso me parece que es gozo o alegría. Tan importante es para Dios el trato que le damos a las demás personas que resume los mandamientos en que se cumplan dos de ellos: 1. Amar al Señor con todo tu corazón y fuerza; 2. Amar a tu prójimo como a ti mismo. Y es que si partimos de esta premisa cuando uno ama sencillamente no hace daño intencionalmente, no hay robo, no hay envidia, no hay codicia. Se puede honrar a los padres, ser fiel a tu esposa o esposo, etc.

A veces vivimos enajenados de lo que nos rodea. Vivimos en el mundo, pero no estamos conscientes de las necesidades que otros puedan tener porque andamos ensimismados en nuestros problemas y situaciones. Y si hay algo a lo que vino Jesús a esta tierra fue a demostrar su amor hacia nosotros los seres humanos. Él vino a esparcir amor, a preocuparse por las necesidades que tenían muchos. Atendió la necesidad de la mujer samaritana, sano a los enfermos, dio vista a los ciegos, libero a los oprimidos. Se tomo tiempo aún para escuchar y bendecir a los niños. Y si nosotros queremos ser un reflejo de Dios e imitar a nuestro gran Maestro, entonces nos corresponde tratar de entender a los demás.

Esto no quiere decir que voy a ser permisivo y aceptar todo lo que ellos digan. Tampoco que me voy a dejar influenciar de forma negativa. Pero si podemos respetarnos. Siempre debe existir tiempo para extender nuestros brazos y levantar al caído. Debe de haber en nuestra agenda tiempo para escuchar a por lo menos una persona que necesite que le prestemos atención con detenimiento. El mundo está tan necesitado de atención genuina. No es simplemente oír, es necesario escuchar. A veces hablamos demasiado, y por estar tratando de transmitir no somos receptivos a las cosas que Dios nos quiere enseñar y mostrar.

Debemos ser solidarios no solamente con nuestros amigos o familiares. Tiene que haber espacio, debemos abrirnos hacia nuevas experiencias. Porque como decía la frase que coloqué al principio de este escrito, justo cuando te sensibilizas y aprendes a tomar en cuenta los sentimientos de alguien, justo cuando tratas con todo tu corazón de entender cómo es que esa persona se siente, es cuando logras establecer ese vínculo, esa conexión especial. Esa barrera que divide una línea de la otra. Porque lo que para algunos puede ser una insignificancia, para otros importa. Entonces tenemos que tratar de ser considerados y detallistas en este sentido.

A veces las personas no necesitan ni siquiera que le digamos nada. Solo necesitan desahogarse, expresar su dolor, preocupación o sus quejas. A veces no están esperando respuestas, tan solo necesitan tiempo y atención. Es como cuando nosotros nos acercamos ante la presencia de Dios, hay momentos en que el solo saber que Dios está escuchando con cuidado lo que le estás diciendo te conforta, te da paz y te hace sentir mejor. Puedo decir por experiencia personal que cuando manifiesto alguna inquietud que siente mi corazón, y la persona a la que se lo estoy diciendo me regala y dedica de su tiempo, me siento mucho mejor. Es que todos necesitamos esa comunión que se logra mediante la comunicación y el apoyo. Ciertamente a Dios le gusta mucho que compartamos los unos con los otros y derrama de sus bendiciones.

Concluyo este escrito con unas palabras que son tan certeras y que nos hacen reflexionar. Como dijera Ernest Hemingway citando a John Donne en una de sus novelas más famosas: “Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo. Cada hombre es un fragmento del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, tanto si fuera un promontorio, como si fuera la casa de uno de tus amigos o la tuya propia: la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy unido a toda la humanidad, por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

¿Y tú con quién necesitas establecer más comunión? Verás la diferencia cuando compartas y escuches más. Cuando te despojes un poco de tus propios problemas y situaciones y dediques tiempo también a otros. A veces resulta que cuando analizamos hay otros en peores situaciones que las que a nosotros nos parecen grandes en nuestras vidas. Bendiciones y Abrazo Fraternal.

Autora: Brendaliz Avilés

 A veces las personas solo necesitan ser amadas. Que las abraces sinceramente y las escuches con atención. Que le brindes una mirada o una s...