jueves, 1 de octubre de 2009

¡No te Dejaré!


¡NO TE DEJARÉ!

…”Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré”.
(2 Reyes 2:4)

En el libro de 2 de Reyes, capítulo 2 se nos relata la historia de cuando Eliseo sucede a Elías. Y aunque he utilizado las palabras que le contestó Eliseo a Elías cuando Elías le dijo que se quedara en Gilgal, en verdad deseo concentrarme en la frase: “Que no te dejaré”.

Esta es una frase que implica actitud y decisión. La decisión que se ha determinado de no abandonar o renunciar a alguien o a algo. Es como decir digas lo que digas no cambiaré de opinión. “Tú me dices que te dejé solo”, pero yo quiero acompañarte en tu batalla, no te abandonaré cuando más me necesitas.

Cuántas veces le hemos dicho al Señor, “no te dejaré” y cuántas veces le hemos fallado y hemos sido desleales. Porque ante la primera situación queremos desertar. Porque ante la presión es más fácil salir corriendo atemorizados. Analizaba yo que existen personas que dejan a Dios ante la más mínima prueba. Cuando las cosas no resultan como ellos esperaban, abandonan. Cuando no pueden comprender que una decisión no haya salido a favor suyo, dejan todo. Cuando Dios no le contesta la petición o respuesta que ellos quieren, se enojan como niños malcriados y montan pataleta.

Existe también otro “no te dejaré”, pero este es diferente. “No te dejaré si no me bendices”, fue la frase que de alguna manera hizo que se le otorgará una bendición a Jacob de parte del ángel de Jehová”. No te dejaré implica entrega, voluntad, sacrificio, disposición. Quiere decir que lucharas hasta alcanzar aquello que tanto deseas en tu corazón.

Cuántos en el camino te han dicho que nunca te dejarán y con el pasar del tiempo te han fallado. Pero si meditas el único que siempre ha permanecido fiel a ti ha sido el Señor. Él ha sido el guardián en medio de tu oscuridad y tu sostén cuando has enfrentado la prueba. Dios ha sido tu escudo y también tu escondedero. “No te dejaré”, envuelve fidelidad, certeza, convicción y confianza. Prometes estar con esa persona contra viento y marea, más allá de toda circunstancia.

Muchas veces somos fieles a nuestros padres, hijos, amigos, esposos, esposas, trabajos, asociaciones, ideales, etc., pero la pregunta es: ¿Estamos siéndole fiel a Dios? Nosotros contamos con él para cualquier cosa cuando tenemos problemas y dificultades, pero, ¿él puede contar con nosotros de igual forma? ¿Dios puede decir de nosotros que no le dejaremos, que no le abandonaremos cuando más nos necesita trabajando en su obra?
Esto lo dejo en tu conciencia para tu reflexión personal.

Yo quiero ser como Eliseo fue con Elías, no lo dejo ni un momento, hasta el final permaneció con él. Quiero estar un día ante el trono del Señor y que me diga: “Ven hija, por cuánto tú no me abandonaste aún en medio de las tentaciones y momentos difíciles que vinieron a tu vida, yo tampoco te abandone. Entra en el gozo de tu Señor”.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

 A veces las personas solo necesitan ser amadas. Que las abraces sinceramente y las escuches con atención. Que le brindes una mirada o una s...