martes, 6 de octubre de 2009

Intercambio

INTERCAMBIO

Cambio el dolor por los instantes de felicidad que quedaron impresos en mi mente cuando las cosas marchaban bien.
Las tristezas por las sonrisas que me han regalado a lo largo de la vida.
El final por nuevos comienzos y las piedras en el camino,
por nuevas rutas para llegar al objetivo.
El silencio por las palabras y las palabras mal empleadas por el silencio.
Dejo a un lado la desesperación para que me inunde la calma que llega tras la tormenta, que se aloja serenamente y se posa por la ventana de mi corazón.
Cambio las acciones y palabras que no se dijeron por el momento preciso en que certeramente actué como debí haber actuado, hice lo que tenía que hacer y dije lo que tenía que decir.
Canjeo el sabor amargo, por el gustito dulce del éxito.
Me adueño de lo que es mío, tomo posesión de lo que me corresponde.
Dejo atrás el ayer, olvido los malos momentos y me enfoco hacia lo que está delante, y solo vuelvo a recordar para no cometer los mismos errores.
Cambio la herida por la sanidad de Dios, lo que ata por la liberación del Padre.
Exterminó el odio saturándome de amor.
Abandono la angustia para dar bienvenida a la esperanza.
Quito la soledad y me acompaño de Dios, de mis seres queridos y de amigos.
Decido que no quiero concentrarme en lo negativo, quiero verlo todo desde un punto de vista positivo. Quiero concentrarme no en flaquezas ni en debilidades, sino en las fortalezas que Dios ha depositado en mi vida.
Contrarresto el mar carácter dejando espacio a que crezcan las características que identifican y resaltan en un hijo de Dios.
No permito que predominen en mí ni que contaminen los deseos de la carne, escojo obedecer a un Cristo vivo y en santidad vivir para él.
Prefiero crecer en gracia y sabiduría que vienen directamente del cielo y no ser vencida con lo malo, sino vencer el mal con el bien.
Desecho la mentira por la flor de la verdad.
Que quede instalada en mi casa completamente para que así pueda ser yo veraz, leal y auténtica.
No quiero la hipocresía, por eso adopto a la sinceridad
y me hago eco de la honestidad
Yo sola no puedo, por eso acepto cada día en mi vida la presencia suprema de mi Creador. Yo con mis fuerzas no puedo, pero con Su respaldo y aprobación todo lo puedo y llego hasta donde él me permita y quiera.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

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