jueves, 13 de enero de 2011

GUARDIANES Y HACEDORES DE SU PALABRA

Guardianes y Hacedores de Su Palabra

Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. (La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)

Dios dejó su Palabra para que nos guiara, para que a través de ella supiéramos cómo conducirnos, además de encontrar consuelo y sabiduría. A veces nos relata historias grandiosas de éxito, pero también nos habla de personas que fracasaron por su desobediencia.

Pero si hay algo que a Dios le conmueve, son los corazones que buscan y aman hacer su voluntad. Aquellos que obedecen y buscan su palabra para dirección. Un guardián es alguien que cuida, vigila, protege o que custodia algo. Alguien que cuida celosamente y con responsabilidad eso que se le ha encargado.

Jesús dejó establecido que compartiéramos su Palabra por todo el mundo. Pero para predicar este precioso evangelio de salvación, no basta solo con ser guardianes y emisores de lo que dice la Biblia. Hay también que ser hacedores, hay que vivir esa palabra que leemos y debemos ponerla en acción. Solo practicándola es como esa Palabra cobrará vida y un poder impresionante que desatará una unción poderosa y fresca.

Demostramos amor, fidelidad, lealtad y obediencia a Dios cuando nos confrontamos a la luz de las Escrituras y cuando nos reflejamos en ella. Leer libros, reflexiones, poemas, devocionarios, revistas, etc., es muy bueno. Pero no podemos olvidarnos de leer esa Palabra bendita, porque a través de ella, Dios ministra nuestros corazones y se revela a nuestras vidas haciéndonos conocer su voluntad y propósito para con nosotros.

Nuestro deseo continuo debe ser el de escudriñar Su Palabra y ponerla en práctica de tal modo que otros puedan ver en nosotros la imagen de Cristo.

Autora: Brendaliz Avilés

Escrito Para:
www.brendalizaviles.com, www.devocionaldiario.com, www.destellodesugloria.org

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