viernes, 20 de enero de 2012

Colección Cartas a Dios: EL PALPITAR DE TU CORAZÓN



Carta a Dios: El Palpitar de tu Corazón

Querido Dios:

Sentí el palpitar de tu corazón latiendo por mí.  Cada latido tuyo gritaba mi nombre.  Y yo al escucharlo resucitaba.  Revivía como flor marchita cuando le rocían agua.  Cada gota que sentía caer sobre mi vida me decía “te amo”, “eres muy preciada para mí” y mis pétalos volvían a lucir hermosos.  Lloraba de emoción y mientras mis lágrimas corrían, tú no permitías que cayeran al suelo.  Las ubicabas en un frasco especial que decía: “esas lágrimas serán recompensadas”.

Aunque no te veía, pude percibir y sentir tu sonrisa.  Con ella me inyectabas vida y soplabas nuevos alientos.  “Sanidad para el alma”, fueron las palabras que escuché antes de quedarme dormida.  Y cuando desperté, cuando mis ojos pude abrir, sentí nuevos bríos.  Todo a mí alrededor era igual y a la vez diferente.  Podía nuevamente encarar al mundo a pesar de las dificultades, porque tenía la certeza de que no caminaba sola, tú ibas junto a mí.  Podía sonreír a pesar de los problemas porque tu gozo me fortalecía.

Poco a poco fuiste matizando mi vida, inundando el alma con los frutos de tu presencia en mí.  Y al mirarme, otros podían ver tus detalles y oler tu fragancia que daba el toque especial a mi existencia. 
Tú obra en mí es impresionante y nunca termina.  Cada día haces cosas nuevas.  Pequeños cambios, grandes reconstrucciones, remueves piedras y quitas lo que estorba.

Y aunque el tiempo ha pasado siento cada día el palpitar de tu corazón en mí.  Lates fuerte en mi interior, mi alma exhala una adoración a ti.  Han sido grandes tus bondades y tú fidelidad perpetua.

¡Dios te amo!  Nunca quiero apartarme de ti.  Permite que mi vida sea un incienso y que mi corazón sea para siempre la habitación en donde quieras permanecer eternamente.

De tu hija que te ama,
Brendaliz Avilés

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