domingo, 17 de marzo de 2013

Pensamientos de Aliento




¿Quién dijo que el momento que estoy enfrentando es más grande que el poder de Dios en mi vida?  Que el panorama que ahora mis ojos están viendo, permanecerá así.  Si aunque mis ojos aún no lo ven yo sé que el milagro llegará y que su respuesta vendrá.  Mi corazón con certeza sabe que Dios se ha de glorificar.  La lluvia de bendiciones caerán sobre mi vida y la de mi familia.  La enfermedad tendrá que ceder ante las palabras de mi Dios que es sanador.  Las heridas que han causado a mi corazón, cicatrizarán porque el gran Alfarero me está formando y dando sus toques de amor para que mi vasija quede reluciente y transformada.  ¿Quién dijo que el valle de lágrimas sería permanente y que la sequedad no cambiaría? Si Dios habrá de convertir en verdor la sequedad y el valle de lágrimas será transformado en canción y sonrisas.
El enemigo puede intentar robarme la paz, él puede intentar tocar cosas que amo para tratar de dañarme y hacer que mi fe mengüe, pero yo sé en quien he creído.  Dios ha sido real en mi vida, mi alma no la puede tocar, aún con mis huesos adoloridos yo le voy a adorar.  Seguiré proclamando y confesando que él es soberano y que veré sus promesas haciéndose realidad en mi vida.  ¿Quién dijo derrota?  Si yo veo una nube que me anuncia una lluvia torrencial de bendiciones con la palabra VICTORIA.
Autora: Brendaliz Avilés 


Hay momentos en la vida que son oscuros, que parece

que no volveremos a ver la luz y nos preguntamos: 

¿hasta cuándo?  Sentimos que nos faltan las fuerzas 

para continuar, pero pese a eso tampoco queremos 

rendirnos, porque sabemos que tenemos que salir 

adelante contra viento y marea. ¿Cómo puedo seguir de

 pie en medio de todo esto que me ha está pasando? Es

 una pregunta que muchas veces brota de nuestro 

interior. Pero nosotros también conocemos la respuesta, 

sabemos que es Dios quien nos va sosteniendo e 

impulsando para seguir adelante. Le suplicamos a 

nuestro corazón que camine, aún cuando sentimos que 

está latiendo diferente. Pero quiero decirte que verás la 

fidelidad de Dios y que brotaran aguas aún en medio del

 desierto porque Dios es poderoso. Nunca nos deja, 

nunca nos desampara, siempre está accesible a 

nosotros.  Si hoy estás viviendo en tu vida un episodio 

triste, recuerda que Dios tiene el control y que el terreno 

está siendo preparado para que puedas recibir tu 

milagro. Verás la luz, no te impacientes, tu momento 

llegará.


Autora: Brendaliz Avilés

 A veces las personas solo necesitan ser amadas. Que las abraces sinceramente y las escuches con atención. Que le brindes una mirada o una s...