EL MOMENTO IDEAL: ¿CÓMO SABER SI ES PARA MÍ?
Es importante saber esperar en Dios por la persona indicada para tu vida. Una de las decisiones más importantes y determinantes para nuestra vida y futuro es saber elegir bien a la persona que se supone compartirá con nosotros por el resto de nuestros días.
Lo que sí se nos hace difícil es saber si esa persona en la que nos hemos fijado es la correcta para nosotros. Algo si puedo decir con seguridad y es que no a todas las parejas Dios se le revela de la misma forma. Cada pareja es individual. Muchas reciben una respuesta inmediata del cielo que les confirma que son el uno para el otro. Otras por el contrario tienen que aprender a desarrollar el fruto de la paciencia y experimentar algunos desafíos y pruebas antes de lograr descubrir si esa es la persona correcta. Sin embargo, finalmente descubren que si son el uno para el otro y eso les hace decir que valió la pena la espera.
En la mayoría de los casos, lo que ocurre normalmente es que si buscas la presencia de Dios, tal vez, no sonarán campanas anunciando que él o ella es la persona adecuada para ti. Pero no obstante, con esa sabiduría e inteligencia que Dios les ha otorgado a ambos descubrirán si en verdad podrán compartir el resto de sus vidas juntos. Eso se da cuando la pareja se comunica y comparte. Cuando se dan el tiempo para hablar, conocerse y compartir intereses juntos. Cuando esa relación los acerca más a la búsqueda de Dios y las cosas espirituales. Cuando a pesar de las diferencias, se pueden complementar y disfrutar de esos contrastes.
Existen parejas atraídas simplemente de manera física o sexual. Pero para poder amar es necesario ir más allá de todo eso. Si es importante que haya atracción, pero a lo que me refiero es a esas parejas que emplean su tiempo solo en besos y caricias superficiales que lentamente los van incitando al sexo. Entonces hay sexo, pero realmente no hay amor. Y aunque muchos digan que estoy pasada de moda, seguiré diciendo que el estatus perfecto para disfrutar del sexo es el matrimonio.
Muchos de los fracasos sentimentales y matrimoniales se deben a la superficialidad que hubo en las parejas cuando eran novios. Es cierto que nunca lograrás conocer a tu pareja completamente. De hecho todos los días conocerás cosas nuevas de ella, sin embargo con el pasar del tiempo hasta con una mirada pueden hablarse sin necesidad de palabras. Pero es como lo dice un refrán: “no se puede amar lo que no se conoce”.
Pienso que llegará un momento especial en el que ambos se darán cuenta que sus vidas no serán iguales si están separados. Que esa persona tiene justamente lo que tu corazón necesita. Que no fue casualidad que Dios los colocara en el mismo escenario, a la misma hora, el mismo día y que permitiera que se conocieran. Llegará el momento en que juntos decidirán que es el momento de avanzar y dar un paso más serio. Que su amor de alguna manera glorificará al Señor porque en sus planes y propósitos estaba que ustedes estuvieran juntos sirviéndole y haciendo cosas hermosas para él.
Como dije anteriormente, aunque Dios lo puede hacer, no siempre sonarán violines ni escucharan su voz audible o por medio de un profeta que les diga: “cásense, sean felices, son el uno para el otro, tengas muchos hijos”. Pero Dios los orientará a tomar decisiones correctas y sabias si saben esperar y reconocer las señales que con el tiempo y percatándose en los pequeños detalles verán. Pero recuerden que una vez que suceda eso tienen que pensar responsablemente no solo en que se aman, sino que también en cómo construirán ese hogar que quieren formar, porque no solo de amor se vive.
El amor es maravilloso, encontrar a la persona idónea es un regalo hermoso. Saber esperar en Dios trae los mejores resultados y poder identificar cuándo es el momento de avanzar con tu pareja traerá paz y felicidad a tu vida. Nunca dejes de buscar la dirección de Dios en algo tan importante como lo es el matrimonio.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
www.devocionaldiario.com
www.destellodesugloria.org
Es importante saber esperar en Dios por la persona indicada para tu vida. Una de las decisiones más importantes y determinantes para nuestra vida y futuro es saber elegir bien a la persona que se supone compartirá con nosotros por el resto de nuestros días.
Lo que sí se nos hace difícil es saber si esa persona en la que nos hemos fijado es la correcta para nosotros. Algo si puedo decir con seguridad y es que no a todas las parejas Dios se le revela de la misma forma. Cada pareja es individual. Muchas reciben una respuesta inmediata del cielo que les confirma que son el uno para el otro. Otras por el contrario tienen que aprender a desarrollar el fruto de la paciencia y experimentar algunos desafíos y pruebas antes de lograr descubrir si esa es la persona correcta. Sin embargo, finalmente descubren que si son el uno para el otro y eso les hace decir que valió la pena la espera.
En la mayoría de los casos, lo que ocurre normalmente es que si buscas la presencia de Dios, tal vez, no sonarán campanas anunciando que él o ella es la persona adecuada para ti. Pero no obstante, con esa sabiduría e inteligencia que Dios les ha otorgado a ambos descubrirán si en verdad podrán compartir el resto de sus vidas juntos. Eso se da cuando la pareja se comunica y comparte. Cuando se dan el tiempo para hablar, conocerse y compartir intereses juntos. Cuando esa relación los acerca más a la búsqueda de Dios y las cosas espirituales. Cuando a pesar de las diferencias, se pueden complementar y disfrutar de esos contrastes.
Existen parejas atraídas simplemente de manera física o sexual. Pero para poder amar es necesario ir más allá de todo eso. Si es importante que haya atracción, pero a lo que me refiero es a esas parejas que emplean su tiempo solo en besos y caricias superficiales que lentamente los van incitando al sexo. Entonces hay sexo, pero realmente no hay amor. Y aunque muchos digan que estoy pasada de moda, seguiré diciendo que el estatus perfecto para disfrutar del sexo es el matrimonio.
Muchos de los fracasos sentimentales y matrimoniales se deben a la superficialidad que hubo en las parejas cuando eran novios. Es cierto que nunca lograrás conocer a tu pareja completamente. De hecho todos los días conocerás cosas nuevas de ella, sin embargo con el pasar del tiempo hasta con una mirada pueden hablarse sin necesidad de palabras. Pero es como lo dice un refrán: “no se puede amar lo que no se conoce”.
Pienso que llegará un momento especial en el que ambos se darán cuenta que sus vidas no serán iguales si están separados. Que esa persona tiene justamente lo que tu corazón necesita. Que no fue casualidad que Dios los colocara en el mismo escenario, a la misma hora, el mismo día y que permitiera que se conocieran. Llegará el momento en que juntos decidirán que es el momento de avanzar y dar un paso más serio. Que su amor de alguna manera glorificará al Señor porque en sus planes y propósitos estaba que ustedes estuvieran juntos sirviéndole y haciendo cosas hermosas para él.
Como dije anteriormente, aunque Dios lo puede hacer, no siempre sonarán violines ni escucharan su voz audible o por medio de un profeta que les diga: “cásense, sean felices, son el uno para el otro, tengas muchos hijos”. Pero Dios los orientará a tomar decisiones correctas y sabias si saben esperar y reconocer las señales que con el tiempo y percatándose en los pequeños detalles verán. Pero recuerden que una vez que suceda eso tienen que pensar responsablemente no solo en que se aman, sino que también en cómo construirán ese hogar que quieren formar, porque no solo de amor se vive.
El amor es maravilloso, encontrar a la persona idónea es un regalo hermoso. Saber esperar en Dios trae los mejores resultados y poder identificar cuándo es el momento de avanzar con tu pareja traerá paz y felicidad a tu vida. Nunca dejes de buscar la dirección de Dios en algo tan importante como lo es el matrimonio.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
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