Mi fe
puesta en Ti
Mi
convicción hacia ti Señor va mucho más allá de lo que siento. Creo en tu fidelidad firmemente, estoy
convencida de tu amor y tu lealtad para con tus hijos. Confío en tus palabras porque sé que nunca
mientes. Aún cuando transito el valle de
la sombra y de la muerte, sé que vas al lado mío. Cuando mi noche oscura no me permite ver ni
siquiera mi sombra y no veo estrellas ni
luces que iluminen mi camino, sé que quien me guía eres tú. Cuando el grito de mi corazón es tan grande
que se ahoga en el silencio, el único capaz de interpretar lo que no h dicho,
eres tú mi buen Padre.
Creo en ti
más que en nada y aún cuando la duda quiere penetrar y atormentarme, esa verdad
tan guardada dentro de mi alma, brota y
me grita que no hay que temer porque tú lo harás. ¡Oh Dios de mi vida cuánto me sostiene tu
fuerte presencia! Ayúdame a seguir sin
desmayar, a mantenerme firme como esa roca inconmovible que en medio del mar,
cuando las olas la azotan no cede.
Sostenme con tu gracia, quiero ser fiel hasta la muerte. Quiero encontrarme con tu mirada, quiero
abrazar tu pecho y sentir el latir de tu corazón.
Permíteme
siempre recordar que es en tus brazos donde siempre quiero estar. Que es bajo tu amparo y protección donde yo
he recibido los mejores cuidados. Que es
tu gracia la que me ha sostenido cuando he pensado que voy a perecer. Que eres tú por quien cada día sonrío y
encuentro las ganas para continuar. Céntrame
en el hueco de tu corazón, anídame allí por siempre y que tus pensamientos
perpetuamente me llenen de tu luz y de vida.
Tu hija que
te ama,
Brendaliz
Avilés
Autorizado
a Publicar en: www.brendalizaviles.com