Sucumbir o Erguirse…
Ante las afrentas de la vida uno tiene dos opciones: sucumbir o erguirse. Mantenerse caído en el dolor, la angustia y la miseria; o levantarse y emprender el vuelo aunque aún sientas miedo y las alas rotas. Decidir ser un doliente o un sobreviviente. Escoger la lucha o la resignación. Entregar lo mejor de nosotros o renunciar y abandonarnos al fracaso.
Debes seleccionar si morir lentamente o vivir intensamente. Si enfocarte en el desierto, o pensar en el oasis. Dejarse ahuyentar por el temor nunca será la solución. Aún si caemos diez mil veces, debemos volver a levantarnos. No es una opción la derrota, hay que seguir intentando hasta lograr la victoria. Si pensamos en solo nuestras fuerzas, sentiremos que no podremos lograrlo; pero si pedimos auxilio a Dios el Soberano… ¡Por supuesto que podremos alcanzarlo!
Erguidos, puestos en pie, con las manos y el corazón levantados. Y si sucumbimos que sea tan solo por unos instantes, pero que cuando meditemos estemos conscientes que podremos salir adelante si Dios está de nuestra parte. La mejor elección siempre será avanzar, continuar, progresar.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com