martes, 24 de mayo de 2011

Con Voluntad de Vivir



CON VOLUNTAD DE VIVIR


“Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí”. (San Marcos 10:48)


El otro día me encontraba en la oficina de mi médico y resulta ser que ahora hay que llenar una hoja donde cada persona escoge unas opciones y declara qué se debe hacer con ella en caso de que tengas un accidente o estés en una situación entre la vida y la muerte.


Escuché a una señora comentar: “pese a todo lo que he pasado y mira que he tenido que luchar, siempre digo que con voluntad de vivir”. Fue entonces que pensé que la voluntad implica el deseo, la decisión y la acción de querer o no hacer algo. Meditando tranquilamente, pensé en el ciego Bartimeo. Porque personalmente, considero que este hombre tenía muchos deseos de vivir. Que estaba cansado de no ver y de tener que mendigar para comer y subsistir. Creo también que estaba harto de pedir y de tener que esperar a que alguien se apiadara y tuviera misericordia de él.


Por eso, no desaprovechó el momento y cuando escuchó que Jesús nazareno pasaba cerca de él, ni corto, ni perezoso, escogió la mejor opción… ¡Gritar como un loco para que Jesús lo escuchara! Se aferró a la esperanza y a la fe de que él podía tener un futuro y una vida mejor. Y como él sabía que el único que podía hacer un milagro en su vida era Jesús, ignoró a los que le decían que se callara. Más aún, gritó con todas las fuerzas de su corazón, como si de eso dependiera toda su vida.


Su voluntad provocó que Jesús lo escuchara, se detuviera y lo mandara a llamar. Jesús no lo rechazó ni lo reprendió. Jesús le preguntó: “¿qué quieres que te haga?” Y él muy decidido respondió: “Maestro, que recobre la vista”. (Lo que implica que Bartimeo había perdido su vista, no era ciego de nacimiento). Fue tal la fe que Jesús observó en Bartimeo que le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. Y registra la Biblia que enseguida recibió la vista. Dos milagros recibió Bartimeo debido a su fe, voluntad y determinación: LA SALVACIÓN DE SU ALMA Y RECUPERÓ LA VISIÓN QUE TANTO AÑORABA.


Escoge siempre vivir, decide luchar aún cuando parezca que tus sueños caen rotos al suelo. Aún cuando postrado en cama o adolorido por la enfermedad, quisieras desfallecer. Decide elevarte sobre el dolor y las tormentas. Nada como el pato en el agua, que afuera uno lo ve tranquilo, pero abajo del agua, en lo que nadie ve, el mueve sus patitas como loco para mantenerse flotando.


La voluntad y la perseverancia pueden lograr grandes resultados. ¡NO TEMAS, DIOS ESTÁ AHÍ CONTIGO! Él está cerca de ti, escuchándote, amándote, cuidándote y dándote la fortaleza para que puedas resistir cualquier prueba que la vida te presente, no importa cuán fuerte sea. Recuerda que Dios guarda en completa paz a aquellos cuyo pensamiento en él perseveran porque en él han confiado. ¡QUÉ TU VOLUNTAD TRANSCIENDA LA MÁS FUERTE TEMPESTAD!

Autora: Brendaliz Avilés


UN HOMBRE MÁS GRANDE



UN HOMBRE MÁS GRANDE


He estado meditando profundamente en las características que hacen a un hombre grande. Esto debido a que he visto ya varios anuncios publicitarios donde promocionan pastillas para la impotencia sexual o el aumento sexual. Y me parece tan ilógico, tan irracional y superficial que midan la grandeza de un hombre de acuerdo al tamaño de su pene o de acuerdo a su calvicie.


Personalmente, pienso que a un hombre no lo hace más grande el tamaño de su pene, ni su estatura ni su belleza. Tampoco cuánto presuma de ser fuerte, ni tampoco la popularidad que pueda tener. No lo hace mas viril el cuántas mujeres haya llevado a su cama, ni lo hace más firme el hecho de que predomine sobre su mujer. A un hombre no lo hace grande ni su billetera, ni su carro, ni las mansiones o posesiones que pueda tener.


La grandeza de un hombre está en lo inmenso de su corazón y en la pureza de sus sentimientos. En la fuerza interna que a diario encuentra para luchar por ser mejor con él mismo y con los demás. En la integridad con que puede llegar a realizar las cosas que hace. En el empeño que lleva a cabo para darle lo mejor a su familia, amigos y seres queridos. Lo hace grande la sabiduría que ejerce para tomar las mejores decisiones y la inteligencia que posee para saber discernir lo bueno y lo malo. Lo hace grande el trabajo que ejerce sin importar cuál sea y el sacrificio que entrega muchas veces por amor.


Nos equivocamos al pensar que el que un hombre sea bueno en la cama, lo hace grande. Cierto que en la vida es importante que las parejas disfruten de su sexualidad; pero que eso pese más que muchas otras cosas, no sé, no lo creo. ¿Cómo es que el ser humano ha llegado a ser más insensible con el pasar del tiempo? Que hayamos evolucionado en conocimiento, ciencia y tecnología, pero que cada día nuestros valores vayan disminuyendo. ¿Cómo es posible que las personas midan el amor por la cantidad de veces que puedan “hacer el amor” en un día? Eso tiene que ver con el amor, también con la pasión, pero a la hora de la verdad, ¿qué pesa más?


En fin, lo que trato de decir y mi mensaje para los hombres es… que ustedes son maravillosos por lo que son, no por lo que tienen. Que no importa si son guapísimos o que algunas personas no entiendan su belleza exótica e interesante (jeje), es bien importante lo que tienen dentro de sus corazones, lo que esconde su interior. Que cuando un hombre busca de Dios y se deja dirigir por él eso hace una gran diferencia en su vida. Debes luchar por ser mejor, por sentirte bien contigo y con el mundo que te rodea. ¡ÁNIMO QUE TU VALES MUCHO!

Autora: Brendaliz Avilés



¡El alimento que da vida!





¡EL ALIMENTO QUE DA VIDA!


“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. (Apocalipsis 1:3)


Nuestro cuerpo requiere de alimentos para mantenerlo vivo y saludable, ¿pero de qué te sirve alimentar tu cuerpo sin alimentar tu espíritu? Los seres humanos somos un espíritu que tenemos un alma y vivimos dentro de un cuerpo. Lo primero en alimentar debe ser nuestro espíritu y no hay mejor alimento que este: Leyendo diariamente la palabra de Dios.


No podemos vivir en la ignorancia, pensar que si leí un capítulo de la Biblia en el día de ayer, servirá para sustentarme en el día de hoy. Ninguno puede saciar su estómago con el recuerdo de lo que ingirió en el día de ayer. Dios nos provee de alimentos diariamente, nos da la capacidad y la habilidad para prepararlos, pero de nosotros depende accionar el botón de comerlos, masticarlos y digerirlos.

Lo mismo pasa en el mundo espiritual, Dios nos provee de la Palabra, hasta de personas a nuestro alrededor que nos hablen sobre ella y el Espíritu Santo nos da la capacidad para escucharla y entenderla, pero de nosotros depende si queremos meditar y actuar con base a lo que ella nos habla. “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. (Santiago 2:26)


Recordemos que: NUESTRO ESPIRITU ES LA CONEXIÓN CON EL ESPIRITU DE DIOS, PERO ESTE NO PUEDE ACTUAR CON UN ESPIRITU DESNUTRIDO.


Autora: ENIS MEZA
Escrito Para:
www.brendalizaviles.com

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