¡Tú me inspiras Dios!
La inspiración eres tú Señor, las
palabras que de mi corazón brotan son la ofrenda que entrego a ti. Ellas fluyen apasionada por ti. Me infundes serenidad, me invitas a caminar
por la senda correcta. Me acompañas a
desafiar mis propios miedos y límites.
Sorprendentemente me ayudas a llegar más allá de la meta, aún cuando
muchas veces pienso que no lo podré lograr.
Eres mi fuerza, mi voluntad, me impartes aliento y deseos de
continuar. ¿A quién más podría
acudir? Si tú llenas mi necesidad. ¿En quién más podría yo descansar? Si tú eres mi refugio seguro, el que me hace
dormir, soñar, descansar y despertar. ¡Tú
cubres y llenas todo mi buen Dios! ¡Sí mi
Dios en ti está depositada enteramente mi vida!
Autora: Brendaliz Avilés
