jueves, 8 de noviembre de 2012

Y EL QUE PERSEVERE PROBABLEMENTE LOGRARÁ SU OBJETIVO




Y el que persevere probablemente logrará su objetivo…

El diccionario práctico escolar Larousse, define la palabra perseverancia y sus derivados de la siguiente forma: “constancia en la ejecución de las cosas”.  Perseverar: “mantenerse firme en una actitud u opinión”.  Persistir: “mantenerse firme y constante en alguna cosa.  Durar largo tiempo”.

Cualquiera puede comenzar, pero lo difícil es terminar y prevalecer con éxito.  Son muchos los que a diario emprenden e inician cosas, pero solo un porciento muy pequeño logra en muchas ocasiones completar eso que tan anhelantemente emprendió.  Tratando de mirar las cosas con perspectiva, pienso que si existe alguien que desea que nuestro carácter sea modelado, fortalecido y perfeccionado por medio de la perseverancia, ese es nuestro Dios. 

Y como escribo con mucha sinceridad y le transmito palabras desde mi corazón he de relatarles que mi batalla personal ha sido luchar con mi sobrepeso.  Confieso que he sido muy perseverante y constante en muchas cosas de mi vida.  Sin importar la presión que tuviera en muchas de ellas, ni los obstáculos que encontrara en el camino, lograba finalizarlas con éxito.  Lastimosamente, no ha sido igual en la batalla contra mi sobrepeso.  Muchos comienzos, pero aún sin cosechar el éxito que deseo no tanto por mi apariencia, sino por mi salud y por querer tener una calidad de vida mejor.

Y ahora más que nunca en mí vida es cuando deseo ser perseverante en este cometido porque tengo muchos sueños que quiero lograr. Las puertas se me han cerrado en muchas ocasiones, pero yo no quiero dejar de intentarlo porque debo salir airosa de esta lucha.  Vaya que cada día tengo que luchar porque necesito bajar de peso.  Seguir la dieta, caminar, no desanimarme cuando pareciera que mis esfuerzos no rinden frutos, a veces es desgastante y agotador.  Sonreír en muchas ocasiones cuando lo que quisiera es llorar y no refugiarme en hábitos que poco podrían ayudarme, no es fácil, pero todos los días sigo luchando.  Y mi esperanza es que en unos dos años pueda estar en el peso ideal y sonriendo a flor de labios satisfecha y orgullosa de mi éxito.  Voy a paso lento, pero firme.  A veces parece que voy a tambalear, entonces, respiro y me digo a mi misma porque es importante no rendirme. 

Ahora bien, quizás tu batalla personal no tiene nada que ver con el sobrepeso, pero sea la que sea, no puedes darte el lujo de rendirte aún cuando muchas veces quisieras salir corriendo.  Me ha pasado que he buscado empleo en muchos lugares y aunque no me lo han dicho, sé que por mi sobrepeso me han discriminado o rechazado.  Sigo con mi cabeza en alto, porque aunque ellos no pueden apreciar ni ver lo bueno que hay en mí, sé que un día les volveré a mirar y ellos serán avergonzados por sus propios actos, ya que la vida es una ley de siembra y cosecha. 

Y es que hay algo que no puedes permitir que nadie te arrebate, esos son los sueños y los deseos de superarte y salir adelante.  Nadie con excepción de ti mismo pueden tronchar el presente y el futuro que tienes por delante.  Si se te cierran puertas, sigue tocando otras, entra por una ventana, pero no dejes de insistir.  Son palabras que me repito a mi misma continuamente, porque como te digo dejarnos llevar muchas veces por nuestros estados de ánimo es más fácil, pero hay que buscar con desesperación el modo de salir adelante.  El poeta español Antonio Machado, decía en uno de sus poemas más conocidos… 
”Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar”.

Así que no dejemos de caminar en este transitar por la vida.  Pido a Dios con todo mi corazón que me de las fuerzas para salir siempre adelante y que a través de este mensaje tu recibas aliento y puedas salir adelante también.  Probablemente, un día no muy lejano pueda escribirles relatándoles que finalmente logré llegar a mi peso ideal.  Y sé también que es posible que reciba de ustedes historias relatándome sus propias aventuras.  ¡Ánimo, la lucha sigue!

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
http://voces.huffingtonpost.com/brendaliz-aviles

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