Oro a Dios en esta mañana para que sin importar tu edad, sexo y nacionalidad restaure y sane tu corazón. Puede que sientas que ya estás demasiado mayor para volver a sonreír, para volver a comenzar, para volver a soñar. Yo te digo que no es así, la Biblia registra que Noemí paso por pérdidas tan grandes de su esposo e hijos que sentía un dolor demasiado profundo. Tal era su dolor que cuando la llamaron por su nombre, ella pidió que la llamaran Mara porque estaba amargada. Pero Noemí volvió a sonreír cuando su nuera Rut y Booz contrajeron nupcias y le dieron un "nieto" llamado Obed. Noemí fue sustentada por el Señor y sus ojos pudieron ver y percibir lo maravilloso que era Dios en su vida.
Sara la esposa de Abraham debió de haberse sentido frustrada como mujer en muchas ocasiones. Seguía pasando el tiempo, su edad seguía aumentando y ese hijo tan esperado no llegaba. Pero algo grande sucedió porque Dios tenía la fecha especial señalada para sorprenderla y hacerla sonreír. A su edad y milagrosamente Sara pudo embarazarse y dar a luz a Isaac un niño que llenó su boca de risa y de alabanzas. No todo está acabado, Dios no ha terminado de obrar en nuestras vidas.
Hoy quizás estás llorando y sientes que no hay remedio a tu dolor ni a tu problema, pero quien tiene la última palabra es Dios y su palabra dice que él es fiel, que los que confían en Él no serán confundidos, humillados ni avergonzados. Vuelve a soñar, vuelve a creer, aunque sientas que no tienes voz ni para pronunciar palabra, alaba a Dios desde lo más profundo de tu corazón. Sacrifica tu alabanza, demuéstrale que le amas a pesar de toda circunstancia. Porque se avecinan tiempos, para algunos cercanos y para otros un poco lejanos, en donde verán la gloria de Dios como nunca antes en sus vidas. Entonces tendrán que exclamar como Job: "de oídas te había oído pero ahora mis ojos te ven". Y se regocijarán de tal manera que no podrán callar ni dejar de testificar las maravillas que Dios ha hecho en sus vidas. Hoy declaro sobre tu vida paz y fortaleza. Declaro que sentirás el amor de Dios sobre tu vida cobijándote en medio de tu tiempo difícil. Porque el que la buena obra comenzó será fiel en completarla y perfeccionarla. Amén.
(Autora: Brendaliz Avilés)
Escrito Para: www.brendalizaviles.com