viernes, 20 de noviembre de 2015

Espera en Dios



Hay situaciones que nos quiebran en pedazos. Dolores que no se pueden describir, traiciones y engaños que nos decepcionan. Hay sentimientos que quisiéramos tener la capacidad y sabiduría de manejarlos correctamente para evitarnos muchas molestias. Sin embargo, nuestra naturaleza humana nos hace propensos y vulnerables a errar y fallar en tantas ocasiones.
Es entonces cuando un grito desesperado sale de nuestro interior. Un llanto quebrado clama por auxilio y por la intervención de Dios. Sólo a él podemos acudir cuando nos sentimos cansados, cargados, fatigados y decepcionados. Cuando la frustración nos desespera al punto de querer escapar y olvidarnos de todo, el único capaz de transmitirnos y colocar en nuestro interior paz es Dios, nuestro padre celestial.
Cuantas veces lo necesitemos siempre estará accesible y disponible para nosotros. No para herirnos, sino para confrontarnos con la verdad de su amor; disciplinarnos con su sabiduría y misericordia y restaurarnos para que haya una renovación en nuestro espíritu.
¡Alma mía por qué te abates y te turbas! Así exclamaba el salmista, pero dentro de su ser él conocía un profundo y certero secreto. "Espera en Dios porque aún he de alabarle salvacion y Dios mío". ¡Esperar, esperar! ¡Cuánto nos cuesta esperar! Desarrollar el fruto de la paciencia no es tarea fácil, más la desarrollamos a través de las pruebas y las experiencias. Somos moldeados y refinados a través de lo bueno y lo malo; lo positivo y lo negativo que tenemos que enfrentar. Pero Dios que conoce absolutamente de nosotros y la intención de nuestros corazones no nos abandonará. El más bien nos transformará. El reedificará   aún aquellas cosas de nuestras vidas que sentimos que están totalmente arruinadas o destruidas. Porque él es experto en hacer cosas nuevas. Aunque sea difícil el proceso Dios nos invita a confiar en él a ojos cerrados y a esperar. Porque él lo hará como siempre y en su tiempo todo es perfecto.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito para: www.brendalizaviles.com

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 ¡Dios mío alzo mis ojos a los cielos!  Solo a ti que eres el único que tiene misericordia de mí y puede ayudarme. A ti que ves aún en lo se...