Un día sin verte (2)
Un
día sin verte, es como un día lluvioso,
Frío,
inestable, solitario, nostálgico, sin saber,
Si
parará o aumentará su precipitación,
Y
junto a ella mi desilusión, por buscarte, sin encontrarte,
En
cada parada, en cada canción, y en cada ocasión.
No
sé dónde te fuiste, Hermosa mujer,
Pero
cierro mis ojos para no extrañarte así,
Porque
eres lo más Bello, que conocí,
Lo
más tierno, por lo cual, mis labios musitaron,
Palabras
de amor.
Siempre
recuerdo, los días más hermosos,
Cuando
solía verte,
Era
sentir la emoción, una hora antes,
Sabiendo
que te vería, a la misma hora,
Y
en el mismo lugar, con la inigualable belleza e inteligencia,
Que
siempre te caracterizó, pero también,
Con
la misma indiferencia,
Que
nunca de Ti se alejó.
Fueron
los momentos más lindos e irrepetibles,
Que
viví, aunque ahora deba sufrir,
La
ausencia, y la culpa de no saberte dedir,
Que
eras la más hermosa para mí,
Como
la rosa más bella del Jardín.
Yo
sé que fuiste parte de mis sueños e ilusiones,
Que
nunca se cristalizaron en acciones,
Porque
fueron mis temores, los que me alejaron,
Y
mi conciencia, que me solicitaba,
Que
olvide, lo que mi corazón esperaba.
A
pesar de ello, aprendí a quererte en silencio,
Casi
sin darme cuenta, te fui extrañando cada día más,
Sin
existir un pasado, un presente, ni un futuro,
Que
me permitiera, esperar una señal,
De
cariño, amistad o fraternidad.
Hoy
que ya pasó el tiempo,
Miro
en el recuerdo del ayer,
Y
digo: Que hermoso fue quererte,
Aunque
más no sea por una estación,
Soñando
con verte, y así regalarte,
Mi
humilde resignación.
AUTOR: PABLO E. CASTILLO