Destinados para las alturas.
Concebidos con propósito.
Escogidos por Dios para marcar los tiempos.
Preservados para su gloria.
Preparados para conquistar.
Visionarios de sueños que se hacen realidad en el “kayros” de Dios.
Destinados para elevarnos sobre las alturas sin importar las tormentas que vengan.
Determinados a triunfar y a cumplir con el propósito que Dios tiene para nuestras vidas.
Aguardamos la venida de Dios, trabajamos, viviendo el presente para construír un futuro mejor.
No retrocedemos, sino que caminamos y miramos hacia adelante, reconociendo que con Dios siempre seremos victoriosos.
Autora: Brendaliz Avilés Malavé
Escrito Para: http://www.brendalizaviles.com/