lunes, 4 de agosto de 2014

TÚ ESCRIBISTE EN MÍ




Tú escribiste en mí…

Tú escribiste en mi corazón, tú dictaste cada letra que con mi lápiz escribía.
Tú me mostraste la senda, me amaste y diste vida a mis sueños.
Alumbraste mis tinieblas, me rodeaste con tu presencia.
Me saturaste de tus palabras, me embriagaste de tu ternura.
Tú me diste aliento cuando a mí alrededor todo era desesperanza.
En medio de la tempestad, me llenaste de calma.
Tú incendiaste la llama que parecía apagada.
Cuando el manto de tristeza amenazaba con cubrirme,
tú me arropaste con tu gracia y alegría.
¡Me siento feliz, he sido redimida!
Dios, tú has hecho todo nuevo, ahora me siento distinta.
Y en esa diferencia me aprecio plena y completa.
Es que no hay nadie que pueda igualarte ni suplantarte.
Porque tu amor es inigualable, en ti me refugio, tú eres la fuente.
Disfruto de tu amor inmensurable.  ¡Gracias por ser mi todo Señor!

Autora: Brendaliz Avilés

Colección Arrebatadoras de Sueños: ¡Soy una Arrebatadora de Sueños!



¡Soy una arrebatadora de Sueños!

La palabra arrebatar puede tener varios significados.  El diccionario define la palabra arrebatar como: “quitar y tomar algo con violencia”.  Pero  también define arrebatar como: “Conmover poderosamente, excitando alguna pasión o afecto.  Atraer o llevar consigo con fuerza irresistible  Conmover enormemente”.  Conmover a su vez es provocar que una persona se emocione hasta el punto de despertarle deseos de llorar, impresionar o causar conmoción en alguien.

Pero, ¿te has puesto a pensar que tus sueños pueden ser capaces de conmocionar a las personas que te rodean?  ¿Qué influyen en tus familiares, seres queridos, conocidos y en aquellos que te rodean?  Que con ellos puedes tener el poder de conmover, emocionar y causar un impactó que mueva a otras a querer ser soñadoras también.

Tus sueños pueden desatar una cadena de bendiciones a otras vidas.  Pueden darte fuerzas no solo a ti, sino que también a la vida de otras personas.  Pero más importante que eso es que cada sueño que arrebatas conmueve el corazón de Dios quien fue el que te los dio.  Él te dio cada sueño porque sabía que en ti existía el potencial de poder hacerlos realidad.

¿Tienes alguna idea del orgullo o de las sonrisas que le provocas a Dios cada vez que concretas uno de esos sueños?  Como tu Padre que te observa da saltos de alegría cuando no te rindes y eres perseverante en alcanzar tu propia estrella.  Cómo cada vez que realizas una meta que él colocó en tu corazón en el reino espiritual se desata algo que conmueve y estremece los cielos y la tierra porque eres una hija del Gran Yo Soy.

Es que tienes que apropiarte de una vez y por todas de esos sueños que tienen tu nombre.  De esos que solo te toca realizar a ti porque fuiste tú quien los soñó.  Es que tienes que revolucionarte a ti misma creyendo que si la presencia de Dios va contigo donde quiera que camines, él será fiel en respaldarte y apoyarte.

No digo que el camino será fácil, tú bien sabes que esto envuelve sacrificios.  Pero cuando piensas en cómo puedes conmover hasta el cielo con tan solo ser fiel y obediente, sabes que merece la pena, porque después del llanto viene la alegría.  Porque después de la siembra, viene la cosecha. 


Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com

Colección Arrebatadoras de Sueños: ¿A dónde fueron tus sueños?



¿A dónde fueron tus sueños?

¿Cuándo fue la última vez que te sentiste feliz hasta el punto que tu corazón se desbordaba sin control?  Cuando te sentías capaz de conquistar al mundo con tus ganas de salir adelante porque el entusiasmo te arropaba.  Cuando ninguna piedra que se atravesara en tu camino lograba detenerte porque estabas totalmente enfocada en aquello que querías lograr.  ¿Siguen latiendo esos sueños dentro de tu corazón?  ¿Siguen palpitando intensamente de tal forma que no puedes vivir un día sin pensar en ellos? 

¿A dónde fueron a parar tus sueños anhelados, acaso has ocultado tus quimeras preciadas?  ¿Sigue la llama de la esperanza ardiendo en tu interior o acaso pensaste que no valía le pena luchar por ellos?  ¿Quizás has abandonado el camino porque te sentiste incapaz de lograrlos?  ¿Tal vez necesitas reavivar la llama para que no se apague el fuego que hace que tus sueños ardan?

Porque sin importar qué, los sueños son esas semillitas preciosas que crecen dentro de nosotros.  Y esas semillitas necesitan germinar, dar su fruto.  Creer en la belleza de los sueños que hay en tu corazón sin importar su tamaño o la edad que tengas es importante.  Siempre hay una oportunidad para volver a comenzar porque nuestro Dios es un Dios de oportunidades.   Cuando pareciera que todo es un final, Dios nos sorprende dándonos un nuevo comienzo.  En ese nuevo principio tenemos la oportunidad de hacer las cosas de mejor forma utilizando las experiencias y el aprendizaje que hemos adquirido anteriormente.

Dice la Biblia que “al que cree todo le es posible”.  Y aunque muchas veces nuestra mente juega con nuestras emociones, debes recordar en este día que si crees con todo tu corazón que esos sueños que tienes, fue Dios mismo quien los colocó en lo más profundo de tu alma, tú los puedes lograr.  Aun cuando muchas veces sientas fatiga, cansancio y pienses que te estás quedando fuera de la carrera, sigue marchando porque las soñadoras no se detienen hasta obtener aquello que persiguen.  Debes recordar que en este camino no caminas sola nunca, porque Dios va caminando contigo.  Así que si sepultaste tus sueños por un tiempo, hoy es un gran día para que vuelvas a desenterrarlos y a darles vida.  Viste tus sueños de nuevos colores, matízalos con fe y confianza, atrévete a hacerlos realidad porque te convertirás en una “Arrebatadora de Sueños”.

By: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com


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