No me rendiré, no cederé ante la intimidación del enemigo.
Avanzaré, hoy estoy un paso más cerca de llegar a mi meta.
Seré fuerte, resistiré, tomaré aliento, pero no abandonaré.
No me quedaré con la duda de lo que pude haber logrado,
más bien quiero saber de cuánto puedo ser capaz si voy
tomada de la mano de Dios y guiada por su Espíritu Santo.
No retrocederé, aunque parezca poco, ya ha sido mucho lo
que he caminado y no es una opción para mí el fracaso.
Pero sí me toca fracasar, quiero saber al menos que fue
intentándolo y no buscando excusas para no avanzar.
Voy de camino y aunque me cueste llegar, sé que al final,
lo lograré, algo bueno vendrá, porque yo todo lo podré
soportar porque tengo a un padre que me fortalece.
Autora: Brendaliz Avilés