Niégate A…
Niégate a
creer que naciste para la derrota, tu vida ha sido marcada por Dios para
alcanzar grandes cosas. Para elevarte
sobre alturas y también para construir puentes.
Aunque otros digan que no llegarás a la meta, niégate a escucharlos. Y si se burlan y te dicen que no sueñes, concéntrate en lo que sabes
profundamente en tu corazón, que fue Dios quien coloco tus anhelos muy dentro
de tu ser. Si otros no quieren sembrar
la semilla ni esparcir la esperanza, sé tú el que se atreva a vencer el mal con
el bien. Y si tienes que intentarlo una
y otra vez, hazlo, pero nunca desistas.
Niégate a
creer que pasarás por esta vida desapercibido.
Puede que el mundo entero no logre conocerte, pero proponte por lo menos
tocar una vida a diario. Si unos dicen “odio”,
tu grita, “amor”. Si alguien dice: “guerra”,
con serenidad di, “paz”. No pisotees los
sueños de los demás, sé tú el que los demás puedan recordar con una sonrisa
porque los apoyó. Procura ser íntegro,
estar en paz con tu conciencia y también con los demás. Pero atrévete a luchar por tus convicciones y
a creer en un porvenir glorioso.
Y si algunos
insisten en dudar en la existencia de Dios, que no te intimiden. Tú sabes que aunque no lo has visto, lo has
podido sentir. Has podido percibir sus
cuidados y sabes de qué lugares te ha librado.
Y si se burlan, te critican y te tiran piedras, no olvides algo
importante, que es que al árbol que da fruto, es al que le tiran piedras. Si realmente tú sabes que estás haciendo la
diferencia, que no te importe nada más.
Cree que esa
tormenta que ahora no te deja ver bien el panorama, pasará. Que la niebla se disipará. Y aunque las probabilidades a tu alrededor
parezcan escasas y nadie apueste por ti, recuerda que la matemática de Dios y
la del mundo es totalmente diferente. Y
que si Dios va contigo, él es mayoría y
es suficiente para que puedas triunfar.
Niégate a creer que te ahogarás en la orilla, tú vas a salir a flote, tu
ruta va trazada por Dios, él te llevará al puerto seguro.
No aceptes
presiones de los que vienen a engañar, no consientas lo que sabes que está mal. Apóyate en Cristo y verás cuán lejos
llegarás. Y no te atormentes ni te
tortures, si ves que otros parecen adelantar y tu sentirte estar en el mismo
lugar, porque esto se trata del que permanece y no se desvanece.
Más que un
mensaje positivo, a través de mi escrito te quiero dejar, una gotita de fe
mezclada con esperanza. ¡Dios es real,
él no te va a desamparar! ¡Tú no estás
solo, tu victoria va a llegar!
Autora:
Brendaliz Avilés
Escrito Para:
www.brendalizaviles.com