Un Dios que da nuevos comienzos…
“Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; Retoñará
aún, y sus renuevos no faltarán”. (Job
14:7)
Una vez más no puedes describir ese sentimiento que te
ha invadido. Sabes que tienes que volver
a comenzar todo donde lo dejaste, pero no sabes por dónde comenzar. Miles de pensamientos bombardean tu mente
continuamente, y tu corazón es un campo de batalla donde con dificultad logras
sobrevivir cada día. Esa sensación de
que has vuelto a arruinarlo todo. Mirar
atrás y ver que habías recorrido un largo camino, que habías avanzado tanto y
de repente darte cuenta que por errores, por situaciones que no quieres ni
recordar, en algún momento te desenfocaste y no has avanzado hasta el lugar que
querías llegar.
Quizás hoy sientas que tu vida es un total
fracaso. Quieres pero no tienes idea de
cómo volver a empezar porque no sientes fuerzas. Dudas de tu capacidad, de tu fuerza de
voluntad, de tu coraje para enfrentar estos nuevos desafíos que sabes que
tienes que encarar. Te sientes hundido
en un abismo, donde la tristeza, la soledad, la depresión se han instalado en
tu interior. ¡Te sientes cansado y más
que cansado devastado y desanimado!
Pero esta palabra que hoy escribo es para decirte que
Dios quiere restaurarte. Él quiere volver
en verdor tu sequedad, si tu río se secó, él quiere nuevamente inundarlo de su
agua, para que no te estanques y puedas fluir en su libertad. Dios te anima a que vuelvas a comenzar. Él sabe que no es fácil volver al principio,
pero que es necesario e importante que lo hagas. Dios desea catapultarte, sacarte del pozo de
la desesperación, darte la sabiduría para que enfrentes con inteligencia y
valentía, aquellas cosas que sabes que tienes que de una vez y por todas
enfrentar.
Él no desea que camines avergonzado, oprimido,
enlutado, cabizbajo. Porque él te hizo
para que seas un ser que con su identidad pueda avanzar y lograr más cosas de
las que puedas imaginar. Ciertamente,
las flores se marchitan, pero de la planta, de sus raíces vuelven a brotar nuevas
flores. Dice la biblia que si aún un
árbol fuera cortado, sigue habiendo esperanza, puede retoñar y volver a dar
vida. Posiblemente sientas que estás
quebrado, marchito, cortado, pero Dios viene a decirte que hay todavía
esperanza para ti. Tú eres esa raíz que
está plantada en su tierra, puedes renacer, volver a crecer, ser vida y dar
vida. Dios no desea que mueras en el intento, él quiere que lo logres, que lo
alcances, porque él te creó para que vivas en su luz y en su amor. Para que puedas ser de bendición y estímulo a
otros que también lo necesitan.
Te invito a que hagas una oración desde lo más
profundo de tu corazón. No importa si es
sencilla, solo dile a Dios cómo te sientes.
Permite que las lágrimas que derramas sean enjugadas por él. Dile que tienes miedo, que no sientes fuerzas
para comenzar de nuevo, pero que sabes que si él te ayuda, podrás volver a
comenzar. Dile que no quieres quedarte
estancado, que sabes que tienes que avanzar porque nacista para algo más. Dile todo, aunque él lo sabe, dile absolutamente
todo porque él desea que vacíes tu corazón y dejes tus cargas en él. Y de repente quizás no sientas un gran
cambio, y voces murmuraran que no vale la pena.
Pero el poder de tu oración desatará algo hermoso en el reino espiritual
y sentirás esa paz y esa seguridad que solo da el saber que tu vida está en las
manos del Señor y que de alguna manera todo obrará bien. Recuerda que hoy Dios te regala la
oportunidad de que resurjas, de que tú tengas un nuevo comienzo. Un nuevo principio con un final diferente.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com