martes, 29 de junio de 2010

EL ORGULLO QUE MATA

EL ORGULLO QUE MATA

“Y respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Esther: ¿Quién es, y dónde está, aquél a quien ha henchido su corazón para obrar así? Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.

(ESTHER 7:5-6)

No existía ninguna razón poderosa para que Amán odiase al pueblo judío y a Mardoqueo, pero su orgullo y soberbia eran tan grandes que como él sentía la necesidad de ser alabado, reconocido y reverenciado, no podía aceptar ni soportar que el pueblo judío y Mardoqueo no se postraran ante él. Había tantos celos y envidia de parte de Amán hacia Mardoqueo, que no podía disimularlo. Su mente malvada tramaba un plan terrible para desaparecer y destruir a aquel pueblo.

Más como dice Su Palabra, los que confían en Jehová no serán avergonzados y serán como el monte de Sión que no se mueve sino que permanece para siempre. Cada cosa que Amán planificó le salió al revés. Cuando busco ser reverenciado, fue humillado. Cuando busco la muerte de otros, consiguió la suya. Fue sentenciado y avergonzado porque nunca se debe edificar sobre las ruinas de los demás.

La altivez de espíritu tan solo nos conduce por caminos de perdición y perversidad. Pero algo es seguro, en tu vida de cristiano y secular, siempre habrá personas que como Amán procuraran tu mal. Con su mirada tratarán de hacerte sentir inferior. Personas que piensan que porque saben un poquito más sobre algún tema, ya lo aprendieron todo y tratan de hacerte callar o invalidar tus opiniones. Otros que se ríen, hacer comentarios burlones o que con su mirada reflejan el enojo y la envidia que los carcome.

¡Más no temas amado hermano, vales demasiado como para sentirte inferior! Jesús pagó con su propia sangre por tu vida. Esos que te tratan de humillar, esos que ves que se enaltecen les pasará como dice el refrán: “que el que como palma sube como coco baja”. Porque si hay algo que Dios ama y valora son los corazones humildes y sensibles. Dios se deleita en aquellos que son obedientes y lo dejan reinar a él para que él cambie sus corazones y deposite cosas hermosas dentro de ellos.

Quien diga ser un cristiano que sirva y ame a Dios de corazón y trate mal a su hermano o a sus semejantes. Quien use su poder para humillar o quien tenga un concepto de si mismo mas alto del que debe tener, le digo que necesita convertirse de nuevo e ir al altar de reparaciones del Alfarero para que Dios lo haga de nuevo. Porque Jehová atiende al humilde más al altivo mira de lejos.

Autora: Brendaliz Avilés

Escrito Para:
www.brendalizaviles.com
www.devocionaldiario.com
www.destellodesugloria.org

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