Cuando sientas el peso del cansacio,
recuerda que Dios es tu descanso.
El da fuerzas al que no tiene ninguna,
multiplica la energía para que puedas continuar.
Si sientes dolor él es tu consuelo,
enjuga cada lágrima y te imparte esperanza.
La esperanza te ayuda a continuar
esforzándote y siguiendo hacia adelante.
Si sientes ansiedad, echala sobre Jehová.
Te sustentará cada día, te hará reposar.
Animo y recuerda que la noche es más oscura,
justo cuando está por amanecer.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
Gracias !! al leer lo que escribes siento como si fueran palabras que salieron de mi boca,pues expresas lo que todos deberiamos decirle a nuestro DIOS,bendiciones y saludos.
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