Reflexión sobre MI SENTIDO DE PERTENENCIA Y RELACIÓN CON DIOS
“Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento”. (Cantares 7:10)
¿Está Dios complacido conmigo y lo que estoy haciendo? ¿Estoy siendo un reflejo de su amor? ¿Está mi vida acorde a lo que él dejó escrito a través de su Palabra? ¿Provoco o hago que Jesús sonría de amor, felicidad y orgullo por mí? ¿Brillaran sus ojos cuando le habla de mí a sus ángeles? ¿En verdad soy de mi amado? ¿Realmente le pertenezco? ¿Actúo como que soy de su propiedad o la influencia del mundo es la que gobierna mi vida? Si yo digo que lo amo es porque… ¿Él en todo momento está siendo el primero en mi vida? ¿Estoy siéndole infiel al vivir una vida doble, fingiendo ser alguien que no soy? ¿Es mi deseo hacer y cumplir con su voluntad? Porque si mi amado es mío y yo soy de él tengo que anhelarlo más que al aire que respiro y estimarlo más que a cualquier otra cosa en el mundo. Porque si mi corazón está ligado a él, entonces yo actuaré como él. Su influencia será fuerte en mi vida. Yo me alegraré en él, pero entonces él se alegrará en mí. Para que exista una relación de amor, debe haber comunicación y sentido de pertenencia de ambas partes. Si solamente Jesús está amándome, pero yo no estoy haciendo nada por mejorar mi relación con él, la relación no fluirá como debe. Entonces la parte que da más, sufre esperando a que el ser que ama se percate de lo que está pasando y haga algo para mejorar el vínculo.
Autora: Brendaliz Avilés
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