Recuerda que tus lágrimas no caen al suelo, Dios las coloca en su redoma. A su tiempo serán recompensadas. El no quiere verte triste, a él le entusiasma verte sonreír y saber que tu corazón se mantiene confiado en él. Puede que tu sientas que la situación no mejora y que no cambiará, pero agarráte de la fe y cree con todo tu corazón que con Dios derribarás los gigantes no importa cómo se llamen.
(Autora: Brendaliz Aviés)
¡Bienvenidos! Este lugar ha sido diseñado con el propósito de bendecir, dar una palabra que estimule, restaure y aliente tu corazón. Que encuentres un mensaje de ánimo o una palabra de amor para compartir con otros. ¡Dios los Bendiga! Pido al Señor que de alguna manera toque tu corazón a través de esta página.
martes, 30 de agosto de 2011
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Yo sé que me responderás
¡Dios mío alzo mis ojos a los cielos! Solo a ti que eres el único que tiene misericordia de mí y puede ayudarme. A ti que ves aún en lo se...
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