sábado, 10 de marzo de 2012

Reflexión Escrita Por Leif Espinosa

Buenos Amados les dejo con este regalito para que puedan regocijarse:

Cada parte de mi se esconde,
Ante una verdad que puede libertarme.
¿Por qué no exponerme ante tal verdades?
Cuando fueron hechas para sanarme.
Lucho de continuo una guerra incesante. Cualquiera diría que nací solo para participar de esto tan aplastante. 
Donde, sí permito puedo ver mi fe y sueños denigrarse, pero son cosas que Dios no deja de enseñarme.
Para que nunca olvide que El, sigue siendo el que puede moldearme. Es tanto así que el temor que le tenía al fuego ha disminuido con los años, ya que el fuego nunca producirá algo para matarme solo se encargará de hacer salir a la luz lo nunca visto antes. Por eso sigo haciendo partícipe de lo que aprendo a mi Hermoso Maestro, el que nunca buscó destruir mis sueños, sino que me invitó hacerlo a El de mis sueños parte. Me encuentro en esa temporada donde la mezcla de sentimientos es incesante, llorar por lo que perderé o cantar y regocijarme por lo que recibiré mas grande, por eso le doy gracias a Dios por todos los Elías, Moisés y los Eliseos por David, Juan y por los héroes silenciosos que han sido inspiración para yo poder levantarme, sin embargo le doy gracias a los Judas y también a los Amanes que con su agenda escondida empujaron para que el favor y la Gracia de Dios viniera a Arroparme, de algo estoy seguro que no importa dónde te encuentres, a dos lados de la moneda tendrás que enfrentarte o te quejas y te quedas en el suelo o eres de los que miras con cautela y disfrutas de la mejor parte, que aunque parecía llegar una temporada de permanecer tirado y olvidado en el suelo, Dios no se tardo en levantarte por eso si estás viviendo la parte de la temporada que tiende a asustarte quédate quieto que todavía falta la Mejor Parte

Derechos reservados por Rev. Leif Isaac. Espinosa Cortés
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