(Relato de
Amor) FUE ESE SENTIMIENTO
...Él
acarició sus mejillas con sus manos cargadas de ternura y comprensión.
Con sus
dedos secó las lágrimas que bajaban del rostro de ella.
Ambos se
miraban profundamente, era un amor sincero el que rodeaba la
atmósfera,
el que se reflejaba a través de los ojos de ambos.
Se
confundieron en un abrazo, se tenían el uno al otro. Se apoyaban
mutuamente,
sus corazones se conocían y se entendían muy bien.
Quizás
fueron dos soledades que se juntaron, dos almas melancólicas que se
hablaron en
silencio. Fue tal vez, la bendita
coincidencia más dos sonrisas
que se
encontraron en una noche inusual. Es
probable que el sonido
armonioso
de la música de su ser, los cautivara y se enamoraran. Pero, había
algo que
ellos sabían en el latir de sus corazones y era que se amaban
profundamente,
con pureza y sinceridad. Que ya no
estaban solos, que sus
almas eran
confidentes, cómplices, compañeros y eternos testigos de ese
amor que
ambos sentían y estaban viviendo.
Tras el
abrazo, hubo un beso. Uno de esos en que
se eclipsan la luna y el sol;
en que se
juntan las estrellas, el mar, el cielo, la tierra, el valle y la montaña.
En que
sientes que se va el frío invierno y llega la refrescante primavera junto
con el
calor y el fuego del intenso verano, para hacerte olvidar que en otoño
se habían
marchitado las flores y las hojas. Sentir
esas cosas tan lindas, pero
indescriptibles,
les hacía sentir fe en sus corazones de que todo estaría bien.
Ambos
sintieron que siempre habían sido el uno para el otro.
Se
envolvieron en un círculo donde no había principio, ni final.
Se
sintieron abrumados e inmensamente amados el uno al otro.
Se tomaron
de la mano y continuaron transitando por el largo, pero
extraordinario,
complicado, especial y misterioso sendero del amor.
Autora:
Brendaliz Avilés
Escrito
Para Publicar En: www.brendalizaviles.com
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