MI DELEITE SERÁ POR SIEMPRE HONRARTE
Señor Jesús,
Yo no busco la fama ni el reconocimiento de las personas;
No elijo el formato de vida que
está a la moda sólo para agradar a los que me rodean;
No pongo mi confianza en las cosas de este mundo y no me visto de
frivolidad.
Señor Jesús,
No busco pasar el tiempo en permanente compañía para no encontrarme por momentos con mi
propia soledad;
Tampoco promociono y expongo mi vida para hacer de ella un show en el que todos mis amigos o conocidos me adulen y que
con sus elogios se cultive así mi ego;
La mirada de los demás no me enaltece, ni tampoco me derrumba;
Sólo Tú eres lo más grande y hermoso que quiero alcanzar.
Señor Jesús,
Lo único que en esta vida me puede alertar y asustar es estar en desobediencia
contigo,
Fallarte y desilusionarte mi Dios es sin lugar a dudas lo que me
entristecería, porque mis ojos están puestos en Ti.
Tú eres el que me inculcó la humildad y la sencillez,
Tú eres el que me inundó de amor, consuelo y protección,
Tú eres el que me enseñó a depender sólo de Ti.
Señor Jesús,
Sólo aquellos que tenemos el privilegio de conocerte sabemos que Tú eres
el centro de nuestra vida;
Tu inmenso amor llenó ese vacío que nadie ni nada podía llenar,
Y con ese amor tan grande y real todo puede hacerse posible;
Cuando tu presencia reina en la vida de cada hijo tuyo, TODO ES DIFERENTE.
Señor Jesús,
El que tiene a Dios en su corazón, TODO LO TIENE Y NADA LE FALTA.
El que no tiene a Dios en su corazón, NADA TIENE Y TODO LE FALTA.
Señor Jesús,
Lo único que en esta vida podría derrumbarme es fallarte;
Lo único que me hace plenamente feliz es hacer tu voluntad y recibir en
reconocimiento todas las bendiciones que quieras regalarme.
Tus ojos puestos sobre mí y tu aprobación en cada cuestión de mi vida,
valen más que todos los ojos del mundo entero,
Porque los ojos que me examinan a cada instante de mi vida son los ojos
del TODOPODEROSO, DEL OMNIPOTENTE Y SOBERANO DIOS.
¡Te amo Padre Celestial!
Tu hija María Florencia y María Fernanda.
La
palabra del Señor en Jeremías 17: 5-8 dice:
Así ha dicho Jehová: maldito el varón que
confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Será como la retama en el desierto, y no verá
cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en
tierra despoblada y deshabitada.
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya
confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las
aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el
calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni
dejará de dar fruto. ¡Amén, amén!
Autoría: María Florencia y María Fernanda S.
Contacto:
feryflorparacristo@hotmail.com
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