Cuando el médico dice es: ¡cáncer!
Hoy, quiero escribir especialmente a
aquellas personas que le han diagnosticado cáncer y a sus familiares. Cuando a mi padre hace alrededor de dos 2
meses el médico le dijo: “¡es cáncer!”
Sentimos nuestro corazón quebrarse en pedacitos. Siempre le he pedido a Dios que si tengo que
pasar y enfrentar el dolor, que no permita que sea en vano. Que sirva siempre para ser mejor además de
inspirar a otros a salir adelante.
Mi padre como todo un guerrero ha
estado luchando y perseverando. En la
mañana de hoy mi padre fue intervenido y confiamos en que saldrá bien de todo
este proceso. Porque si hay algo que
tenemos muy claro es que Dios no ha terminado con nosotros y que él cumplirá
los propósitos que tiene para nuestras vidas.
No sé, cómo te sientes tú, tampoco sé
a ciencia cierta, cómo se ha sentido mi padre con todo este proceso. Si lo he visto debilitarse, pasar fuertes
dolores y sentir preocupación por nosotras sus hijas, esposa y demás familiares
y amigos. Pero en todo este proceso y a
lo largo de mi vida, nunca lo he visto ni escuchado renegando de Dios. Más bien he visto que en medio del calor de
las fuertes pruebas ha mantenido su confianza y fidelidad puestas en Aquel que
él sabe que lo escogió desde el vientre de su madre para propósitos
eternos.
Él no ha dejado de orar ni un solo
día y he admirado su corazón sensible, agradecido y apasionado por Dios. Porque papi siempre dice: “que Dios es Dios
en el cielo y en la tierra”. Yo sé que
no es fácil manejar situaciones de enfermedades, conflictos difíciles que a
veces la vida nos presenta, pero algo que he experimentado en mis 32 años de
vida es que Dios siempre es fiel. Y en
este proceso hemos podido experimentar su fortaleza y su paz que sobrepasa todo
entendimiento.
Pero hoy desde mi corazón,
profundamente, yo quiero alabar y exaltar el nombre del Señor porque él sigue
siendo bueno. Sigue cobijándonos y jamás
nos desampara. Lágrimas corren por mis mejillas,
mi alma está emocionada y conmovida porque puedo sentir su amor en cada célula
de mi cuerpo, aun cuando muchas veces no logro comprender todas las cosas que
pasan. Pero yo quiero invitarte a ti que
estás pasando por el dolor, que sientes que atraviesas el valle de la sombra y
de la muerte a que alabes a Dios desde lo profundo de tu alma. Independientemente de las cosas que puedan
suceder, recuerda que él nunca permitirá que pases más de aquello que tú puedas
enfrentar y soportar.
Como todos los días, antes de
despedirse para irse hacia el hospital, mi padre me dijo dos cosas que siempre
dice: “hija mía te amo y perdóname si en algo te ofendí”. Lo abracé y pedí a papito Dios que me lo
bendiga, guarde y proteja. Que me
permita disfrutar de él muchos años más y que pueda verme realizar aquellos
sueños y metas que él sabe que tengo en mi mente.
Hace ya algunas horas salió de sala
de operaciones. Mi mamá llamó y dijo que
hasta el momento todo está bien. Espero
ansiosa que pronto sea dado de alta.
Verlo a mi lado y saber que si todavía está al lado mío es porque Dios
está cumpliendo su propósito en nuestras vidas y nos ayudará a enfrentar juntos
cada prueba que venga en el camino.
Solo quiero pedirte que confíes
ciegamente en que Dios no se ha olvidado de ti, que estás muy presente en sus
pensamientos y más aún cerquita de su corazón.
Que debes ser fuerte y seguir luchando con valor. Sea cáncer o cualquier enfermedad o problema,
Jehová cumplirá su propósito en ti y también en mí.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
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