Señor:
Te necesito tanto que mis palabras no alcanzan
a expresarlo. Te anhelo tanto que no sé cómo
describirlo y un grito ahogado clama en auxilio
pidiendo tu intervención. Te ansío más que al aire,
es tu presencia el oxígeno que yo necesito para poder
vivir. Hay un silencio extremo y una llama que arde
rogando que te acerques a mí porque te preciso para
poder seguir. Mi espíritu tiene hambre de tu amor,
de tus palabras, de tu presencia. Mis latidos quieren
acoplarse al compás de los tuyos. En el vaivén de tu
voluntad quiero ser movida. Transformada con tu
verdad soy libre, puedo ascender, puedo volar.
Quiero crecer y arraigarme más en ti. ¡Señor te
necesito, sencillamente sin ti no puedo vivir!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
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