¡Florece!
…”Más sobre él florecerá su
corona”. (Salmos 132:18)
Cuando sembramos una semilla, tenemos
una intención y una idea o propósito en mente: que esa semilla en su momento
preciso y determinado, germine, crezca y de su fruto. De la misma manera Dios espera que nosotros
florezcamos. Florece porque aunque te
tiren tierra para hacerte daño, tú eres semilla, eso quiere decir, que tienes
la habilidad dentro de ti para ser fruto.
Un fruto agradable, que posee en su sustancia, en sus raíces la
bendición del Señor. Un fruto que brinda
satisfacción y placer al Creador. Un
fruto que lo hace sentir orgullo y contentamiento por ti. ¡Este es tu momento, tu tiempo de florecer
con gracia, con devoción y con alegría!
Deja que tu jardinero riegue en ti sus propósitos, que te riegue con la
lluvia de su presencia y que te pode con la corrección de su palabra. Permite que el abono de su amor y su gracia
hagan de ti un fruto digno de ser admirado.
(By: Brendaliz Avilés)
www.brendalizaviles.com
Tú Palabra de Aliento
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