Hoy Dios te brinda un abrazo y con ese abrazo te envuelve en su dulce amor. Él conoce tu fragilidad, pero también lo fuerte que eres. Él no desea que pelees solo en las batallas de la vida, quiere acompañarte y rodearte con su cobertura, porque él jamás te abandona. Cuando suceden cosas decepcionantes, él sigue permaneciendo a tu lado. Aun cuando no lo puedas sentir o ver, sigue estando ahí presente y accesible para ti. Hoy Dios quiere inundarte de su paz, quiere renovarte y restaurarte para que en sus alas y bajo su libertad tú puedas a las alturas remontarte y volar.
(By: Brendaliz Avilés)
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