¡Dios mío alzo mis ojos a los cielos! Solo a ti que eres el único que tiene misericordia de mí y puede ayudarme. A ti que ves aún en lo secreto. A ti para quien no soy invisible. En ti está puesta siempre mi confianza y esperanza. Tu Palabra viva mantiene mi fe ardiendo. A ti acudo, clamo desde mi necesidad urgente de ti. Yo sé que me responderás.
Autora: Brendaliz Avilés