¡Dios les Bendiga!
A todas esas bellas personas que me siguen a través de este blog quiero enviarle mis felicitaciones. También quiero excusarme por no haber escrito mucho durante estos días. He estado ocupada organizando actividades de la Iglesia.
Este fin de semana me di una caída tremenda y me siento adolorida. Aunque en la caída me lastimé completa, mi tobillo izquierdo y mi muñeca izquierda fueron los más perjudicados. Estoy mejor gracias a mi Dios, pero no del todo bien. Es por eso que les notifico que estaré unos días ausentes. Les pido que me presenten en sus oraciones porque todos ustedes están en las mías.
En cuanto me sienta mejor seguiré escribiendo y contestando emails a los que me han escrito.
Con todo mi cariño,
Brendaliz Avilés
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!
¡Bienvenidos! Este lugar ha sido diseñado con el propósito de bendecir, dar una palabra que estimule, restaure y aliente tu corazón. Que encuentres un mensaje de ánimo o una palabra de amor para compartir con otros. ¡Dios los Bendiga! Pido al Señor que de alguna manera toque tu corazón a través de esta página.
lunes, 21 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
Oración Confesando Mi Dependencia de Dios
ORACIÓN CONFESANDO MI DEPENDENCIA DE DIOS
Querido Señor:
Debo confesar, aunque sé que tú lo sabes muy bien que a veces he querido abandonar, dejarlo todo, salir corriendo y no pensar en nada.
Sin embargo cuando me detengo a meditar y dejando a un lado ese impulso absurdo de precipitarme a tomar decisiones que pueden repercutir en mi vida de manera negativa, llego siempre a la misma conclusión. ¡No sé vivir sin ti! Porque tú estás adherido a mí mucho más que mi respiración, que mis células y que cada parte de mi cuerpo.
No logro imaginar ni cinco minutos lejos de ti, sin tu presencia en mi vida. Tú lo eres todo para mí, tú llenas todo y completas mi ser. Creo que mi existir no valdría la pena si tú no estuvieras aquí, junto a mí. Sería esa ave aprisionada que enjaulada clama por su libertad o ese siervo sediento que brama con desesperación para que tu sacies la sed que mi corazón puede llegar a sentir.
Porque siempre ando planeando qué hacer con los talentos que has depositado en mis manos. Porque mi estilo de vida solo te conoce a ti y más que por costumbre, sé y estoy convencida que si tú no fueras esa parte tan esencial, que si mi alma no te hubiera conocido, yo andaría triste y errabunda por ahí. Sin ton ni son, a la deriva, porque todo lo bueno que hay en mi vida es porque proviene de ti.
Sea cual fuere la situación hay algo que tengo por cierto, es mi convicción, por tanto estoy segura de que tú me vivificarás y me sostendrás. Me llevarás más lejos de lo que puedo imaginar, me mostrarás las grandezas en la morada secreta de mi comunión e intimidad contigo. No debo temer porque tú estás cerca de mí, vas caminando paso a paso conmigo. Tu gracia por siempre me ha sostenido.
Señor, es que no hay nada fuera de ti. El mundo pierde sentido y color, las flores su gracia y elegancia, el sol y la luna dejarían de engalanar el firmamento, porque si puedo apreciar tanta belleza, es porque lo más bello que tengo en este mundo se puede resumir mencionando tu nombre. Tú eres superior a todo. En ti aferro mi fe y confianza porque si hay alguien que no falla, ese precisamente lo eres tú. Solo quiero pedirte desde lo más profundo de mi alma, que nunca tu espíritu se aparte de mí. Yo vivo ligada no por imposición si no por voluntad a ese amor que solo tú sabes dar. Mi ser en ti tiene contentamiento, eres descanso y mi paz.
Y desde el rincón más hondo y oculto de mi vida, quiero pregonar una vez más que tú eres el dueño de todo mi corazón y la verdad más real y transparente que en mí pueda haber. Yo tengo necesidad tan solo de ti. Tus palabras me reconfortan, se hacen real en cada respiración y latido de mi corazón. ¡Oh mi Dios en ti me refugio y estoy segura! Por el amor que declaras a esta tu sierva nunca jamás me desampares.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
Querido Señor:
Debo confesar, aunque sé que tú lo sabes muy bien que a veces he querido abandonar, dejarlo todo, salir corriendo y no pensar en nada.
Sin embargo cuando me detengo a meditar y dejando a un lado ese impulso absurdo de precipitarme a tomar decisiones que pueden repercutir en mi vida de manera negativa, llego siempre a la misma conclusión. ¡No sé vivir sin ti! Porque tú estás adherido a mí mucho más que mi respiración, que mis células y que cada parte de mi cuerpo.
No logro imaginar ni cinco minutos lejos de ti, sin tu presencia en mi vida. Tú lo eres todo para mí, tú llenas todo y completas mi ser. Creo que mi existir no valdría la pena si tú no estuvieras aquí, junto a mí. Sería esa ave aprisionada que enjaulada clama por su libertad o ese siervo sediento que brama con desesperación para que tu sacies la sed que mi corazón puede llegar a sentir.
Porque siempre ando planeando qué hacer con los talentos que has depositado en mis manos. Porque mi estilo de vida solo te conoce a ti y más que por costumbre, sé y estoy convencida que si tú no fueras esa parte tan esencial, que si mi alma no te hubiera conocido, yo andaría triste y errabunda por ahí. Sin ton ni son, a la deriva, porque todo lo bueno que hay en mi vida es porque proviene de ti.
Sea cual fuere la situación hay algo que tengo por cierto, es mi convicción, por tanto estoy segura de que tú me vivificarás y me sostendrás. Me llevarás más lejos de lo que puedo imaginar, me mostrarás las grandezas en la morada secreta de mi comunión e intimidad contigo. No debo temer porque tú estás cerca de mí, vas caminando paso a paso conmigo. Tu gracia por siempre me ha sostenido.
Señor, es que no hay nada fuera de ti. El mundo pierde sentido y color, las flores su gracia y elegancia, el sol y la luna dejarían de engalanar el firmamento, porque si puedo apreciar tanta belleza, es porque lo más bello que tengo en este mundo se puede resumir mencionando tu nombre. Tú eres superior a todo. En ti aferro mi fe y confianza porque si hay alguien que no falla, ese precisamente lo eres tú. Solo quiero pedirte desde lo más profundo de mi alma, que nunca tu espíritu se aparte de mí. Yo vivo ligada no por imposición si no por voluntad a ese amor que solo tú sabes dar. Mi ser en ti tiene contentamiento, eres descanso y mi paz.
Y desde el rincón más hondo y oculto de mi vida, quiero pregonar una vez más que tú eres el dueño de todo mi corazón y la verdad más real y transparente que en mí pueda haber. Yo tengo necesidad tan solo de ti. Tus palabras me reconfortan, se hacen real en cada respiración y latido de mi corazón. ¡Oh mi Dios en ti me refugio y estoy segura! Por el amor que declaras a esta tu sierva nunca jamás me desampares.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
lunes, 14 de diciembre de 2009
ESTA HISTORIA ME GUSTA MUCHO
Apariencias
Moses Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo. Además de una estatura algo baja, tenia una grotesca joroba.
Un día visitó a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llegó el momento de despedirse, Moses hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la última oportunidad de hablar con ella. Era tan hermosa, pero a Moses le entristecía profundamente su negativa a mirarlo.. Después de varios intentos de conversar con ella, le preguntó tímidamente:
-¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo? - Si- respondió ella, todavía mirando al suelo - Y tú ?... - Si, lo creo - contestó -. Verás. En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con qué niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió: "Pero tu esposa será jorobada". Justo en ese momento exclamé: "Oh, Señor, una mujer jorobada sería una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa"..
Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un hondo recuerdo la conmovió. Alargó su mano y se la dió a Moses, tiempo después, ella se convirtió en su esposa.
Qué prejuicios tenemos ante quienes no son como nosotros, ante los desvalidos, los discapacitados, los que no opinan como nosotros, los que no viven de acuerdo a nuestras costumbres, los pobres, los inmigrantes, los otros...
Así que, disfrutemos, compartamos, integremos. Sumemos en vez de restar. Nosotros también somos los "diferentes" para las otras personas. Vamos...hagamos un lugarcito, que en el banquete de la vida hay lugar para todos...
Autor Desconocido
Moses Mendelssohn, abuelo del conocido compositor alemán, distaba de ser guapo. Además de una estatura algo baja, tenia una grotesca joroba.
Un día visitó a un mercader de Hamburgo que tenía una hermosa hija llamada Frumtje. Moses se enamoró perdidamente de ella, pero a ella le repelía su apariencia deforme. Cuando llegó el momento de despedirse, Moses hizo acopio de su valor y subió las escaleras hasta donde estaba el cuarto de aquella hermosa joven, para tener la última oportunidad de hablar con ella. Era tan hermosa, pero a Moses le entristecía profundamente su negativa a mirarlo.. Después de varios intentos de conversar con ella, le preguntó tímidamente:
-¿Crees que los matrimonios se crean en el cielo? - Si- respondió ella, todavía mirando al suelo - Y tú ?... - Si, lo creo - contestó -. Verás. En el cielo, cada vez que un niño nace, el Señor anuncia con qué niña se va a casar. Cuando yo nací, me fue señalada mi futura esposa. Entonces el Señor añadió: "Pero tu esposa será jorobada". Justo en ese momento exclamé: "Oh, Señor, una mujer jorobada sería una tragedia, dame a mi la joroba y permite que ella sea hermosa"..
Entonces Frumtje levantó la mirada para contemplar los ojos de Moses y un hondo recuerdo la conmovió. Alargó su mano y se la dió a Moses, tiempo después, ella se convirtió en su esposa.
Qué prejuicios tenemos ante quienes no son como nosotros, ante los desvalidos, los discapacitados, los que no opinan como nosotros, los que no viven de acuerdo a nuestras costumbres, los pobres, los inmigrantes, los otros...
Así que, disfrutemos, compartamos, integremos. Sumemos en vez de restar. Nosotros también somos los "diferentes" para las otras personas. Vamos...hagamos un lugarcito, que en el banquete de la vida hay lugar para todos...
Autor Desconocido
jueves, 10 de diciembre de 2009
La Fusión que Hace el Complemento
LA FUSIÓN QUE HACE EL COMPLEMENTO
Muchas veces pensamos que todo sería mejor para nosotros sino existieran los problemas, ni las dificultades en la vida. Si siempre pudiéramos sonreír, si la tristeza y el dolor no estuvieran en el vocabulario de nuestro lenguaje.
Nos sentimos infelices porque invertimos mucho tiempo y energías pensando y añorando aquello que consideramos que carecemos. Sin embargo aún de las cosas que sentimos y percibimos como negativas, podemos aprender, crecer, reinventarnos y salir hacia adelante.
Porque cada paso que caminamos nos puede acercar o alejar de la meta dependiendo de lo que escojamos; o de las buenas o malas decisiones que tomemos.
No se puede vivir la vida tan solo analizándola y pensándola, si no que hay que vivirla actuando. Construyendo presentes que traigan un buen mañana y que despierten los deseos de enfrentar los retos que trae cada nuevo día.
Las cosas no nos pueden cambiar, más bien nosotros debemos cambiar a las cosas que intentan detenernos en nuestra avanzada o que quieren entristecernos para que desistamos de luchar en la realización y el cumplimiento de nuestras aspiraciones más profundas.
Y así como es necesaria la puesta de sol, la culminación de la tarde que da inicio a la noche; así como necesitamos de la lluvia y la neblina… De esa misma forma se entremezclan la risa y el lloro; la angustia y la esperanza; el calor y el frío. La primavera y el otoño, el verano y el invierno. Las cosas buenas y las malas también.
Y al complementarse las nostalgias y las alegrías; el lamento y la dicha, lo hermoso y lo feo; se va integrando nuestra existencia de fortalezas y aprendizaje aunque a veces ni lo notemos. Porque aún en la más cruel tormenta llega un momento en que se desata la calma. Porque a través del fuego de las aflicciones que muchas veces tenemos que enfrentar probamos nuestra resistencia.
Porque quizás si no existieran aquellas cosas que identificamos o vemos como obstáculos y pruebas, tal vez, no podríamos apreciar la gloria y la belleza de los momentos bellos, de las sonrisas y de los recuerdos eternos. Posiblemente no sabríamos diferenciar la diferencia entre estar en el suelo o subir a la cumbre de la montaña y gritar desde lo alto, ¡lo logré, yo pude!
Autora: Brendaliz Avilés
Muchas veces pensamos que todo sería mejor para nosotros sino existieran los problemas, ni las dificultades en la vida. Si siempre pudiéramos sonreír, si la tristeza y el dolor no estuvieran en el vocabulario de nuestro lenguaje.
Nos sentimos infelices porque invertimos mucho tiempo y energías pensando y añorando aquello que consideramos que carecemos. Sin embargo aún de las cosas que sentimos y percibimos como negativas, podemos aprender, crecer, reinventarnos y salir hacia adelante.
Porque cada paso que caminamos nos puede acercar o alejar de la meta dependiendo de lo que escojamos; o de las buenas o malas decisiones que tomemos.
No se puede vivir la vida tan solo analizándola y pensándola, si no que hay que vivirla actuando. Construyendo presentes que traigan un buen mañana y que despierten los deseos de enfrentar los retos que trae cada nuevo día.
Las cosas no nos pueden cambiar, más bien nosotros debemos cambiar a las cosas que intentan detenernos en nuestra avanzada o que quieren entristecernos para que desistamos de luchar en la realización y el cumplimiento de nuestras aspiraciones más profundas.
Y así como es necesaria la puesta de sol, la culminación de la tarde que da inicio a la noche; así como necesitamos de la lluvia y la neblina… De esa misma forma se entremezclan la risa y el lloro; la angustia y la esperanza; el calor y el frío. La primavera y el otoño, el verano y el invierno. Las cosas buenas y las malas también.
Y al complementarse las nostalgias y las alegrías; el lamento y la dicha, lo hermoso y lo feo; se va integrando nuestra existencia de fortalezas y aprendizaje aunque a veces ni lo notemos. Porque aún en la más cruel tormenta llega un momento en que se desata la calma. Porque a través del fuego de las aflicciones que muchas veces tenemos que enfrentar probamos nuestra resistencia.
Porque quizás si no existieran aquellas cosas que identificamos o vemos como obstáculos y pruebas, tal vez, no podríamos apreciar la gloria y la belleza de los momentos bellos, de las sonrisas y de los recuerdos eternos. Posiblemente no sabríamos diferenciar la diferencia entre estar en el suelo o subir a la cumbre de la montaña y gritar desde lo alto, ¡lo logré, yo pude!
Autora: Brendaliz Avilés
miércoles, 9 de diciembre de 2009
"EN ESTA CASA SE RESPETA A DIOS"
“EN ESTÁ CASA SE RESPETA A DIOS”
“Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste”. (Salmos 86:17)
Es tan triste cuando alguien que ha conocido a Dios se aparta de sus caminos. Es como si una tiniebla hubiera cubierto su vida y como si su visión se hubiera perdido. Comienzan las excusas y las posibles explicaciones que justifiquen tal decisión. Pero realmente solo se engañan a sí mismo, porque Dios es quien conoce los corazones y escudriña los pensamientos.
“En esta casa se respeta a Dios” –dicen, pero hablan groseramente y en su vocabulario predominan las palabras soeces. “En esta casa se respeta a Dios”, pero hay discordias, odios, rencillas, habladurías, hipocresías, mentiras. “Dios sabe que lo amo” -exclaman, y sin embargo no le quieren obedecer, viven haciendo su voluntad y no agradan a Dios con sus hechos. Aman a Dios de la boca para afuera, pero en sus acciones muestran que su corazón está lejos de Dios.
¡Y cuánto me duele! Me causa una tristeza profunda ver como Dios quiere rescatarlos, usarlos, darles sentido, propósito a su vida y lo ignoran. Andan tan concentrados en lo que pasa alrededor de ellos, buscan culpables de las cosas que les pasan, pero se les ha olvidado mirar adentro de su interior y escudriñar sus pensamientos y corazones. Porque a veces vemos a los demás como el posible problema, pero no nos percatamos que el problema pudiéramos ser nosotros mismos. Que las faltas que vemos muchas veces en los demás, son las faltas que tenemos nosotros y las vemos reflejadas en los que nos rodean.
Andan viviendo la “vida loca” o a “su manera”. Cantan música que degrada, que habla de violencia, que insulta, que pone la imagen del hombre o la mujer en el piso, que incitan al adulterio, la fornicación y tantas cosas más y proclaman tener a Dios en sus corazones.
Pero cuando una persona tiene a Dios en su corazón, los demás lo pueden percibir sin que siquiera uno lo tenga que decir. Porque las personas que tienen a Dios en el corazón se ven diferentes, tienen un brillo especial, sus palabras son como luz, son pacificadores, el amor y sus obras hablan por ellos solos. Una persona que tiene a Dios en su corazón trata de proceder correctamente aún en medio de sus debilidades e imperfecciones. Porque cuando Dios habita en nuestras vidas hay una fragancia especial en nosotros y los demás la pueden percibir.
Esto no se trata de creernos más santos que nadie, mucho menos los más perfectos. Pero a diario tenemos que hacer una introspección y mirar si nuestras vidas están siendo un reflejo de que Dios habita en nosotros y de que su Espíritu Santo fluye en nuestras vidas. Que nuestra conducta, nuestra manera de actuar y de proceder sea una de integridad. Y que la gente pueda notar una belleza en nosotros y ese toque tan especial que quieran también recibir a Dios dentro de sus corazones.
El salmista decía: “Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste”. Y está es una petición y oración muy hermosa. A través de ella uno puede percibir un corazón sincero que de verdad desea hacer la diferencia en el mundo que habita. De una persona que quiere ser congruente con todos los aspectos de su vida. Estar bien en el plano espiritual, secular, familiar, con los amigos y donde quiera que vaya. Porque tratar de aparentar ser cristianos dentro de una iglesia no es tan difícil. Pero ser cristianos en nuestras casas, con nuestros familiares y vecinos, cuando salimos a la calle, cuando vamos en el auto y cuando nos suceden cosas que nos quieren robar el gozo de la salvación no es tan fácil. Sin embargo tenemos a Dios y todo es posible al que cree en Jesús y sigue sus preceptos.
Que se nos note que en verdad en nuestras casas y en nuestras vidas se respeta a Dios no por miedo, sino por un genuino y profundo amor. Que seamos personas de ejemplo e influencia dentro y fuera de la iglesia. Y que nadie nos tenga que señalar como hipócritas sino como hijos de Dios.
“Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste”. (Salmos 86:17)
Es tan triste cuando alguien que ha conocido a Dios se aparta de sus caminos. Es como si una tiniebla hubiera cubierto su vida y como si su visión se hubiera perdido. Comienzan las excusas y las posibles explicaciones que justifiquen tal decisión. Pero realmente solo se engañan a sí mismo, porque Dios es quien conoce los corazones y escudriña los pensamientos.
“En esta casa se respeta a Dios” –dicen, pero hablan groseramente y en su vocabulario predominan las palabras soeces. “En esta casa se respeta a Dios”, pero hay discordias, odios, rencillas, habladurías, hipocresías, mentiras. “Dios sabe que lo amo” -exclaman, y sin embargo no le quieren obedecer, viven haciendo su voluntad y no agradan a Dios con sus hechos. Aman a Dios de la boca para afuera, pero en sus acciones muestran que su corazón está lejos de Dios.
¡Y cuánto me duele! Me causa una tristeza profunda ver como Dios quiere rescatarlos, usarlos, darles sentido, propósito a su vida y lo ignoran. Andan tan concentrados en lo que pasa alrededor de ellos, buscan culpables de las cosas que les pasan, pero se les ha olvidado mirar adentro de su interior y escudriñar sus pensamientos y corazones. Porque a veces vemos a los demás como el posible problema, pero no nos percatamos que el problema pudiéramos ser nosotros mismos. Que las faltas que vemos muchas veces en los demás, son las faltas que tenemos nosotros y las vemos reflejadas en los que nos rodean.
Andan viviendo la “vida loca” o a “su manera”. Cantan música que degrada, que habla de violencia, que insulta, que pone la imagen del hombre o la mujer en el piso, que incitan al adulterio, la fornicación y tantas cosas más y proclaman tener a Dios en sus corazones.
Pero cuando una persona tiene a Dios en su corazón, los demás lo pueden percibir sin que siquiera uno lo tenga que decir. Porque las personas que tienen a Dios en el corazón se ven diferentes, tienen un brillo especial, sus palabras son como luz, son pacificadores, el amor y sus obras hablan por ellos solos. Una persona que tiene a Dios en su corazón trata de proceder correctamente aún en medio de sus debilidades e imperfecciones. Porque cuando Dios habita en nuestras vidas hay una fragancia especial en nosotros y los demás la pueden percibir.
Esto no se trata de creernos más santos que nadie, mucho menos los más perfectos. Pero a diario tenemos que hacer una introspección y mirar si nuestras vidas están siendo un reflejo de que Dios habita en nosotros y de que su Espíritu Santo fluye en nuestras vidas. Que nuestra conducta, nuestra manera de actuar y de proceder sea una de integridad. Y que la gente pueda notar una belleza en nosotros y ese toque tan especial que quieran también recibir a Dios dentro de sus corazones.
El salmista decía: “Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste”. Y está es una petición y oración muy hermosa. A través de ella uno puede percibir un corazón sincero que de verdad desea hacer la diferencia en el mundo que habita. De una persona que quiere ser congruente con todos los aspectos de su vida. Estar bien en el plano espiritual, secular, familiar, con los amigos y donde quiera que vaya. Porque tratar de aparentar ser cristianos dentro de una iglesia no es tan difícil. Pero ser cristianos en nuestras casas, con nuestros familiares y vecinos, cuando salimos a la calle, cuando vamos en el auto y cuando nos suceden cosas que nos quieren robar el gozo de la salvación no es tan fácil. Sin embargo tenemos a Dios y todo es posible al que cree en Jesús y sigue sus preceptos.
Que se nos note que en verdad en nuestras casas y en nuestras vidas se respeta a Dios no por miedo, sino por un genuino y profundo amor. Que seamos personas de ejemplo e influencia dentro y fuera de la iglesia. Y que nadie nos tenga que señalar como hipócritas sino como hijos de Dios.
Autora: Brendaliz Avilés
martes, 8 de diciembre de 2009
Las Muecas de la Vida
LAS MUECAS DE LA VIDA
“Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está”. (Génesis 21:14-17)
¡Sí! Por más optimista que trate de ser, tengo que reconocer que hay momentos en donde siento que la vida me hace unas muecas que no quisiera recibir o ver porque no me gustan. En esta vida hay que pasar por momentos y emociones de todo tipo. Pasamos del llanto a la alegría y viceversa. Un día nos sentimos en la cumbre de la montaña y otras en el suelo tocando fondo.
Ciertamente sonreír no arregla muchas veces las cosas, pero por lo menos nos ayuda a mantener la calma en momentos críticos. A veces sentimos que la vida juega con nosotros, otras ocasiones que nos esconde la felicidad. Muchas veces nos sentimos burlados y hasta utilizados y eso nos desagrada. Pero Dios en su sabiduría permite que a través de las experiencias vividas aprendamos. No se puede disfrutar de los buenos momentos sin antes atravesar por momentos en que sentimos que todo va en contra nuestra. La esencia de la vida es una mezcla interesante de sabores agrios, dulces, salados.
Creo que quien tiene todo a veces no sabe valorar la importancia de eso que tiene. Porque es que en muchas ocasiones damos por sentado las cosas que nos olvidamos que son privilegios y bendiciones hermosas que Dios en su misericordia nos ha permitido. El plato de comida, un techo sobre el cual cobijarte, la ropa y los zapatos que visten nuestro cuerpo. El usar nuestros sentidos para ver, oler, sentir, escuchar, tocar y hablar. Disfrutar de la maravillosa puesta de sol o del ocaso. La alegría de tener una familia aún cuando haya sus problemas y situaciones. El hecho de que tengas el privilegio de conocer a Dios como tu padre y poder adorarlo en libertad, mientras que hay tantas vidas que todavía no le conocen o están en lugares donde no les permiten el culto libre y la libertad de expresión.
¡Sí! La vida nos presenta muchas caras y no siempre son las que nos gusta mirar o contemplar, pero sin embargo a través de ellas aprendemos y podemos ser mejores si lo determinamos y trabajos para ello. Porque como dice el refrán “cuando la vida te de limones, haz una limonada”. Esto lo que quiere decir es que en medio de lo negativo que te pueda estar rodeando saques y te trates de enfocar en lo positivo. Porque he aprendido que aquellas cosas que muchas veces nos parecen negativas son los puentes que Dios utiliza discretamente para llevarnos hacia cosas nuevas. Episodios que marcaran nuestras vidas y nos darán madurez y crecimiento. Cuando a aquella mujer se le murió el esposo y quedó pobre, endeudada y con dos hijos a quienes le querían quitar para pagar la deuda que había dejado su esposo, ella pudo tirarse a morir. Sin embargo desesperada acudió al profeta Eliseo y a través de la venta de un aceite que Dios proveyó y unas tinajas que le prestaron sus vecinos, pudo encontrar provisión que le dio para pagar la deuda y sustentarse ella y sus dos hijos. Ella accionó, no se quedó tirada en el suelo ni se dejó sumir en la depresión, porque sabía que tenía que actuar. Que no era el momento de quedarse cruzada de brazos. (Para más detalles ir a 2 Reyes 4).
Cuando Agar fue despedida de casa de Abraham, anduvo errante, me imagino que estaba súper confundida como se hubiera sentido cualquier madre al no saber qué hacer. Pero cuando te detienes a analizar esos versículos claves que he utilizado para el tema de hoy, te das cuenta que se resignó. Falto el agua y ella renunció, no pudo pensar en que tal vez habría un oasis más adelante o en que si clamaba a Dios, Dios le podría responder con un milagro. Digamos que el miedo la paralizo, no la dejo pensar sabiamente. Prácticamente se echó a morir ella con su hijo. Esa si que era una mueca muy grande que la vida le presentaba. Un gran desafío y un momento en que necesitaba saber qué hacer para poder enfrentar cada reto que le esperaba. Dios se movió a misericordia no tanto por Agar, sino porque escuchó al muchacho llorar. Dios escuchó la voz del muchacho.
Y de estas dos historias podemos aprender mucho. La actitud desde el principio siempre ha contado para Dios. Nuestra voluntad, el empeño que le ponemos a las cosas que hacemos. La atención que prestamos, es esfuerzo que hacemos y cómo nos manejamos ante aquellas cosas que nos van surgiendo día con día. Yo te invito a sonreír el día de hoy, no importa que sientas que tú prueba es grande, más grande que tu prueba es el Dios a quien le sirves. Él no te dejará ni te desamparará. Él siempre camina a tu lado. Pero hay momentos en que quieres que actúes en fe y aprendas a dominar las situaciones y no que las situaciones te dominen a ti. No que le digas cuán grande es tu problema sino al problema cuán grande es tu Dios. Y como me he cansado de decir en diversos escritos tu actitud y tu obediencia a Dios es lo que determinará hasta cierto punto cuán corto o largo sea el proceso que estés pasando. A Israel le tomó cuarenta años entender muchas cosas. Quiera Dios que nosotros podamos siempre ser receptivos, mantener una buena actitud y sonreírle a la vida porque mayor es el que está con nosotros. ¡Bendiciones!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/, www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
“Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está”. (Génesis 21:14-17)
¡Sí! Por más optimista que trate de ser, tengo que reconocer que hay momentos en donde siento que la vida me hace unas muecas que no quisiera recibir o ver porque no me gustan. En esta vida hay que pasar por momentos y emociones de todo tipo. Pasamos del llanto a la alegría y viceversa. Un día nos sentimos en la cumbre de la montaña y otras en el suelo tocando fondo.
Ciertamente sonreír no arregla muchas veces las cosas, pero por lo menos nos ayuda a mantener la calma en momentos críticos. A veces sentimos que la vida juega con nosotros, otras ocasiones que nos esconde la felicidad. Muchas veces nos sentimos burlados y hasta utilizados y eso nos desagrada. Pero Dios en su sabiduría permite que a través de las experiencias vividas aprendamos. No se puede disfrutar de los buenos momentos sin antes atravesar por momentos en que sentimos que todo va en contra nuestra. La esencia de la vida es una mezcla interesante de sabores agrios, dulces, salados.
Creo que quien tiene todo a veces no sabe valorar la importancia de eso que tiene. Porque es que en muchas ocasiones damos por sentado las cosas que nos olvidamos que son privilegios y bendiciones hermosas que Dios en su misericordia nos ha permitido. El plato de comida, un techo sobre el cual cobijarte, la ropa y los zapatos que visten nuestro cuerpo. El usar nuestros sentidos para ver, oler, sentir, escuchar, tocar y hablar. Disfrutar de la maravillosa puesta de sol o del ocaso. La alegría de tener una familia aún cuando haya sus problemas y situaciones. El hecho de que tengas el privilegio de conocer a Dios como tu padre y poder adorarlo en libertad, mientras que hay tantas vidas que todavía no le conocen o están en lugares donde no les permiten el culto libre y la libertad de expresión.
¡Sí! La vida nos presenta muchas caras y no siempre son las que nos gusta mirar o contemplar, pero sin embargo a través de ellas aprendemos y podemos ser mejores si lo determinamos y trabajos para ello. Porque como dice el refrán “cuando la vida te de limones, haz una limonada”. Esto lo que quiere decir es que en medio de lo negativo que te pueda estar rodeando saques y te trates de enfocar en lo positivo. Porque he aprendido que aquellas cosas que muchas veces nos parecen negativas son los puentes que Dios utiliza discretamente para llevarnos hacia cosas nuevas. Episodios que marcaran nuestras vidas y nos darán madurez y crecimiento. Cuando a aquella mujer se le murió el esposo y quedó pobre, endeudada y con dos hijos a quienes le querían quitar para pagar la deuda que había dejado su esposo, ella pudo tirarse a morir. Sin embargo desesperada acudió al profeta Eliseo y a través de la venta de un aceite que Dios proveyó y unas tinajas que le prestaron sus vecinos, pudo encontrar provisión que le dio para pagar la deuda y sustentarse ella y sus dos hijos. Ella accionó, no se quedó tirada en el suelo ni se dejó sumir en la depresión, porque sabía que tenía que actuar. Que no era el momento de quedarse cruzada de brazos. (Para más detalles ir a 2 Reyes 4).
Cuando Agar fue despedida de casa de Abraham, anduvo errante, me imagino que estaba súper confundida como se hubiera sentido cualquier madre al no saber qué hacer. Pero cuando te detienes a analizar esos versículos claves que he utilizado para el tema de hoy, te das cuenta que se resignó. Falto el agua y ella renunció, no pudo pensar en que tal vez habría un oasis más adelante o en que si clamaba a Dios, Dios le podría responder con un milagro. Digamos que el miedo la paralizo, no la dejo pensar sabiamente. Prácticamente se echó a morir ella con su hijo. Esa si que era una mueca muy grande que la vida le presentaba. Un gran desafío y un momento en que necesitaba saber qué hacer para poder enfrentar cada reto que le esperaba. Dios se movió a misericordia no tanto por Agar, sino porque escuchó al muchacho llorar. Dios escuchó la voz del muchacho.
Y de estas dos historias podemos aprender mucho. La actitud desde el principio siempre ha contado para Dios. Nuestra voluntad, el empeño que le ponemos a las cosas que hacemos. La atención que prestamos, es esfuerzo que hacemos y cómo nos manejamos ante aquellas cosas que nos van surgiendo día con día. Yo te invito a sonreír el día de hoy, no importa que sientas que tú prueba es grande, más grande que tu prueba es el Dios a quien le sirves. Él no te dejará ni te desamparará. Él siempre camina a tu lado. Pero hay momentos en que quieres que actúes en fe y aprendas a dominar las situaciones y no que las situaciones te dominen a ti. No que le digas cuán grande es tu problema sino al problema cuán grande es tu Dios. Y como me he cansado de decir en diversos escritos tu actitud y tu obediencia a Dios es lo que determinará hasta cierto punto cuán corto o largo sea el proceso que estés pasando. A Israel le tomó cuarenta años entender muchas cosas. Quiera Dios que nosotros podamos siempre ser receptivos, mantener una buena actitud y sonreírle a la vida porque mayor es el que está con nosotros. ¡Bendiciones!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/, www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
lunes, 7 de diciembre de 2009
¡TÚ NO ERES UNA PORQUERÍA!
¡Tú No Eres Una Porquería!
“Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?” (2 Samuel 9:8)
Si tú comprendieras cuán especial eres, si no permitieras que el complejo gobernara tu vida. Seguro tendrías una existencia más plena. Porque cuando reconoces quien eres y las cosas que te hacen ser valioso, no se hace fácil que cualquier persona cercana o ajena a tu vida, te haga dudar y desconfiar de la grandiosa obra que eres.
La Biblia relata la historia de Mefi-boset, quien quedó cojo a causa de un accidente en su niñez. Él era un hijo de un príncipe (su padre era Jonatán el mejor amigo de David e hijo de Saúl) y no logro imaginar cuán grave estaba su autoestima. Tampoco sé los pensamientos que pasaban por su mente. Desconozco si pasaba noches en vela analizando que si no hubiera tenido ese accidente, todo hubiera sido diferente para él. A mi me parece que Mefi-boset no esperaba que nadie lo mirara, que nadie tuviera alguna consideración con él. Él se sentía insignificante. Pero independientemente de esos factores que acontecían en su vida, él pese a todo seguía siendo hijo de un príncipe, su linaje era real. Nadie podía borrar su genealogía.
No sé si la gente de aquellos tiempos son como las de hoy día (aunque me parece que sí) que se concentraban tanto en los defectos, imperfecciones y debilidades de la gente que no podían apreciar ni mirar más allá. No podían identificar el potencial que poseía Mefi-boset, porque para ellos su limitación era más grande. Pero aunque el mundo te limite, Dios te invita a luchar por alcanzar tus sueños. Independientemente de lo que dijeran, opinaran o pensaran los que estaban alrededor de él, había alguien allá en los cielos que todos los días lo acompañaba. Que lo amaba de manera única e inimaginable y que lo sostenía aún cuando la noche era larga y difícil. Y ese mismo Dios que estuvo con Mefi-boset es el que está contigo siempre. Al alcance de tu necesidad y al tanto de lo que verdaderamente necesitas.
Lo que la Biblia registra es que llegó un día importante en la vida de Mefi-boset. Fue invitado a comer a la mesa del rey. David quería tener misericordia y concederle favores ya que él era el hijo de su fallecido y más querido amigo Jonatán. Y ante ese favor que David quería concederle, quiero que analices la respuesta que le da Mefi-boset diciéndole lo siguiente: “¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?”. Si esto no es tener la autoestima baja, entonces díganme qué es. Aquel hombre se sentía como un perro y no tan solo como cualquier perro de la calle, sino como un perro muerto. Y pudiera ser que en el día de hoy tú te sientes como un perro, como una cucaracha, como algo feo, obsoleto o sin valor. Y él enemigo (Satanás) ha de estarse riendo de ti, porque precisamente eso es lo que él quiere que tú sientas y pienses. Porque cuando te sientes de esa manera, te sientes incapaz de alcanzar las metas y objetivos que en algún momento te propusiste. Porque cuando piensas de ti de manera despectiva, él sabe que te estás concentrando en cosas que te debilitan y te hacen perder el enfoque real que Dios tiene para ti. Porque cuando te sientes así comienzas a ver las cosas imposibles y dejas de soñar.
Hermano y amigo que me lees, Dios nunca se ha prestado para hacer porquerías. Todo lo ha hecho hermoso en su tiempo y aunque tú te sientas como una oruguita, realmente tú eres una bella mariposa que está pasando por un proceso de metamorfosis no solo en tu mundo físico sino que también en tu mundo espiritual. Por tanto yo te invito a amarte más. Con esto no quiero decirte que tengas más alto concepto de que debes acerca de ti mismo (lo peor del mundo es hablar con una persona creída, soberbia, pedante y que se cree que todo lo merece o que es mejor que los demás). Yo te invito a mirarte con esos ojos que Dios te ve, con esa mirada que dice sin emitir palabra que tú eres la cosa más bella que él ha creado en este mundo. Porque tú eres su milagro de amor más grande. Hay algo en lo que puedes compararte con Mefi-boset, porque así como él, tú también tienes un linaje real. Dios quiere que comas en su mesa todos los días sin importar eso que tú ves como una limitación, impedimento o algo feo de ti. ¡Valórate, amate, cuídate, respétate!
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/,
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
viernes, 4 de diciembre de 2009
ES TIEMPO DE AMORES
Es Tiempo de Amores
Él
Yo te buscaba como quien busca un tesoro. Miraba por doquier y no te encontraba hasta que en el paraje de la travesía de la vida, mi corazón errante y solitario te halló.
Ella
Yo te esperaba pacientemente, te anhelaba como quien brama en medio del desierto por agua y que al encontrar la fuente o el oasis piensa que todo es espejismo, pero prueba del agua.
Ambos
Y en ese encuentro que Dios nos permitió, sentimos al tiempo detenerse. Nuestras miradas fueron las cómplices del secreto que se anidaba en nuestras almas. Aunque en silencio y cautelosamente tratábamos de disimular el sentimiento que cual si fuere una planta iba de a poco creciendo. Ahora que estamos juntos y nuestro amor ha sido descubierto, podemos gritar a los cuatro vientos de esto que estamos sintiendo.
Él
Tú eres mi princesa, oh amada mía, me has embelezado. Encendiste una hoguera que arde muy fuerte dentro de mi ser. Tus ojos cual luceros han cautivado con su esplendor mi vida. Me has saturado con tu ternura.
Ella
Y tú mi caballero tan gentil y galante, te has introducido en los rincones más escondidos de mí ser, aflorando los más bellos sentimientos y despertando el amor que andaba dormido.
Él
Eres mi alegría, la gota que llena al océano, la ola que cuando se mueve arrastra hasta mi orilla, salpica mi ser y me baña de tanta alegría que casi no lo puedo creer.
Ella
Tú eres mi enamorado eterno, quien me pretendió y se adueñó de mis más grandes afectos. Miro al horizonte y veo tu cara dibujada entre el hermoso panorama.
Él
Tus manos delicadas son como la seda, la sonrisa que brota de tus labios son una de las bellezas que más deleite y luz han traído a mis observadoras pupilas.
Ella
Tu pecho para mí es una guarida, un escondite seguro donde puedo refugiarme en momentos de tormenta o en medio de la noche silenciosa que en ocasiones atemoriza.
Él
Tus manos junto a la mías me indican que no estoy solo. Qué grata es tu compañía en tiempos de desasosiego. Saber que ya no estoy solo que alguien me acompaña y complementa mi vida.
Ella
Me siento como en un sueño porque estar junto a ti es la realidad y el regalo más perfecto que Dios haya podido reservarme, eres encanto, fuerza y sensibilidad.
Él
Amada, tú eres la rosa de mi jardín tan frágil, preciada y perfumada. Cuidada por mí celosamente. Te he rociado con cuidados y detalles porque para mí eres la más bella. Perfumas mi existencia con tu exquisita fragancia, puedo respirar y dormir placidamente, tú te has adueñado de mí.
Ambos
Venid y cantemos, es tiempo de amores. Nacen primaveras en nuestros corazones. Ha despertado el sentimiento que por mucho tiempo dormía. La pasión hace su entrada, se engalana la noche y el día. Se siente en el aire la sutil y agradable fragancia porque el amor se siente en todas partes. Somos el uno del otro, nos pertenecemos por decisión mutua. Esto que sentimos no se compara, es especial e inexplicable.
Todo a nuestro alrededor conspira para que celebremos porque es tiempo de amores.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org
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