¡PAPÁ DIOS ME
AYUDÓ!
-¡Hoy escribí
todo en la escuela Brenda! ¡Papá Dios me
ayudó! Me dijo emocionado, sonriente y
lleno de entusiasmo el niño. -¡Qué bueno
Jayden! -(Contesté alegremente
aplaudiendo efusivamente ante la alegría de este niño maravilloso).
Sí mis
queridos amigos, papá Dios nos ayuda aún en los momentos más difíciles de
nuestras vidas. Cuando el túnel negro y
oscuro no parece terminar, cuando el dolor es tan profundo que sientes que no
podrás continuar. Cuando la escalera es
tan larga que pareciera no tener fin, ahí también Dios extiende su mano y nos
ayuda.
Cuando una
madre clama angustiada o un padre desesperado agoniza de frustración sin saber qué hacer… Cuando una anciana llora
desesperada por sentirse sola y desvalida o cuando un alma gime tristemente
porque no parece haber solución ante su problema… Sigue estando Dios ahí para
escuchar su clamor y darle resistencia.
Cuando
recibimos fuertes golpes en el cuadrilátero de la vida y fatigados y cansados
queremos tirar la toalla… Dios desde la esquina nos grita y nos anima: ¡NO TE
RINDAS! Y aún cuando ya casi pareciera
que vamos a perder el round, sentimos un impulso, una fuerza y aunque nos
cuesta ponernos de pie, logramos ganar la pelea.
¿Por qué Dios
nos ayuda? Porque es nuestro padre y nos
ama profundamente. Porque aún con
nuestras imperfecciones y faltas, él tiene misericordia de nosotros. Porque él realmente desea que seamos personas
felices y llenas de entusiasmo y energía.
Porque él se complace en hacernos sonreír.
Él siempre
desea que nos acerquemos a su regazo.
Que le pidamos que esté en nuestras vidas y que le dejemos espacio para
él obrar. Porque cuando le dejamos ese
espacio para glorificarse cosas grandes pueden suceder.
Conforme a
nuestra fe será hecho. Si de verdad lo
crees, Dios obrará de la mejor manera en tu vida de acuerdo a sus planes para
contigo.Aún ese niño de 6 añitos sabe que cuando tú sinceramente oras y clamas a Dios de corazón… PAPÁ DIOS TE ESCUCHA Y TE AYUDA.
Autora:
Brendaliz Avilés
Escrito Para:
www.brendalizaviles.com
Sí, es verdad. A veces le suplicamos a Diosq que pase lo que queremos y justo cuando lo dejamos actuar ocurren cosas espléndidas!
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