Cuando mi corazón se siente inquieto, cargado, confundido,
frustrado o desesperado... Recuerdo esas palabras que Jesús
alguna vez dijo a sus discípulos: "NO SE TURBE TU CORAZÓN,
NI TENGA MIEDO". Me parece escuchar su voz susurrándome
calmadamente y diciéndome: "NO ME OLVIDO DE LAS PROMESAS
QUE TE HE HECHO, TAMPOCO ME OLVIDO DE CADA UNA DE TUS
LÁGRIMAS. Conozco tus metas, planes y sueños porque yo fuí
quien los sopló en tu corazón. Sé que hay procesos que te duelen,
pero aún permanezco cerca de ti, NUNCA TE ABANDONARÉ.
¡Estás a salvo! Susténtate en mi amor y descansa en mi fidelidad
porque yo nunca fallo". Con amor de tu Padre Dios
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
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