¿A dónde
fueron tus sueños?
¿Cuándo fue
la última vez que te sentiste feliz hasta el punto que tu corazón se desbordaba
sin control? Cuando te sentías capaz de
conquistar al mundo con tus ganas de salir adelante porque el entusiasmo te
arropaba. Cuando ninguna piedra que se
atravesara en tu camino lograba detenerte porque estabas totalmente enfocada en
aquello que querías lograr. ¿Siguen
latiendo esos sueños dentro de tu corazón?
¿Siguen palpitando intensamente de tal forma que no puedes vivir un día
sin pensar en ellos?
¿A dónde
fueron a parar tus sueños anhelados, acaso has ocultado tus quimeras
preciadas? ¿Sigue la llama de la
esperanza ardiendo en tu interior o acaso pensaste que no valía le pena luchar
por ellos? ¿Quizás has abandonado el
camino porque te sentiste incapaz de lograrlos?
¿Tal vez necesitas reavivar la llama para que no se apague el fuego que
hace que tus sueños ardan?
Porque sin
importar qué, los sueños son esas semillitas preciosas que crecen dentro de
nosotros. Y esas semillitas necesitan
germinar, dar su fruto. Creer en la
belleza de los sueños que hay en tu corazón sin importar su tamaño o la edad
que tengas es importante. Siempre hay
una oportunidad para volver a comenzar porque nuestro Dios es un Dios de
oportunidades. Cuando pareciera que
todo es un final, Dios nos sorprende dándonos un nuevo comienzo. En ese nuevo principio tenemos la oportunidad
de hacer las cosas de mejor forma utilizando las experiencias y el aprendizaje
que hemos adquirido anteriormente.
Dice la
Biblia que “al que cree todo le es posible”.
Y aunque muchas veces nuestra mente juega con nuestras emociones, debes
recordar en este día que si crees con todo tu corazón que esos sueños que
tienes, fue Dios mismo quien los colocó en lo más profundo de tu alma, tú los
puedes lograr. Aun cuando muchas veces
sientas fatiga, cansancio y pienses que te estás quedando fuera de la carrera,
sigue marchando porque las soñadoras no se detienen hasta obtener aquello que
persiguen. Debes recordar que en este
camino no caminas sola nunca, porque Dios va caminando contigo. Así que si sepultaste tus sueños por un
tiempo, hoy es un gran día para que vuelvas a desenterrarlos y a darles
vida. Viste tus sueños de nuevos
colores, matízalos con fe y confianza, atrévete a hacerlos realidad porque te
convertirás en una “Arrebatadora de Sueños”.
By: Brendaliz
Avilés
Escrito Para: www.brendalizaviles.com
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