¡Le dije adiós al complejo!
“Te
alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y
mi alma lo sabe muy bien”. (Salmos 139:14)
¡Me cansé de querer cumplir con los
estándares que la sociedad quiso imponerme!
Ellos podrían decir que soy fea, más yo siento que estoy dotada de
belleza. Ellos dicen que no me adecúo a
su simetría y yo digo que estoy rellenita y desbordada de amor. Poseo talentos, tengo gracia y puedo cautivar
con mi sonrisa, lo sé porque significa que Dios me hizo especial. Pero sobre todas las cosas mi corazón
pertenece a Dios, él es dueño de mi vida y del manantial de Dios, fluyo como su
agua. Así es querido amigo(a), a ti
también Dios te hizo supremamente maravilloso y especial. Negro, blanco, pelirrojo, rubio, de cabello
negro o castaño. Alto, bajo, gordo o
delgado; de ojitos pequeños o grandes.
Posees gracia y encanto si dejas que fluya de tu interior y se refleje
hacia afuera. Puedes llorar por lo que
sientes que no tienes y frustrarte amargamente o en cambio puedes buscar
aquellas cosas que sí posees y brillar con ese encanto del cual Dios te ha
dotado. Porque estoy segura de que
tienes dones y talentos con los cuales sobresalir y hacer a otros felices
además de a ti. No dejes que se apague
tu brillo por lo que otros puedan decir de ti.
La Biblia dice que eres imagen y semejanza de Dios, por tal razón, te
digo, Dios no hace cosas que no valen la pena.
Eres su creación, príncipe y princesa del Señor, ¡formas parte de su
realeza y eso es una sensación! ¡Anímate porque tú eres la parte más hermosa de la
creación!
Autora: Brendaliz Avilés
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