Tiempo es el periodo determinado durante el que se
realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento.
El tiempo es lo que va transcurriendo mientras
respiras, percibes, sientes y amas.
Pero, ¿has pensado mujer en lo valiosa que es tu
vida? Fuiste diseñada por Dios en el vientre de
tu madre y mucho antes de que alguien pensara
en ti, ya Dios te había entretejido con propósitos
eternos y determinados.
Alguien a quien se le llama, es alguien a quien se le
solicita algo. ¿Puedes escuchar su voz?
Es una voz que te susurra dulcemente pero con
urgencia la importancia de que escuches Su
llamado, lo atiendas y lo obedezcas.
Dios no se equivoca cuando escoge, él sabe
exactamente en que puedes ser útil.
Hoy más que nunca es urgente que te armes de
valor y comiences a usar los dones, talentos,
destrezas y habilidades que el Señor depositó en ti.
Tus manos, tu empeño, dedicación y esfuerzo pueden
lograr mucho cuando decides decir: ¡Sí Señor lo haré!
Un corazón dispuesto y sujeto a la obedicencia de Dios
puede desencadenar maravillosos milagros.
Cuando caminas en la seguridad y confianza de que es
Dios quien va delante de ti tu servicio
y devoción provocaran que ambientes cambien.
Mujer, tú eres una semilla sembrada para dar
fruto. El tiempo es hoy la oportunidad es ahora.
¡Hoy y no mañana! ¡Ahora y no después!
Que el reloj no se detiene.
La vida avanza y tienes una misión,
un trabajo que cumplir.
Un sueño que realizar.
Eres llamada a crecer, expandirte, multiplicarte.
Eres llamada a servir, dar, entregar de aquello que
por gracia has recibido. Eres llamada para que
trasciendas y te ensanches.
Si estás con vida es porque a Dios le ha placido
que en este tiempo marques a los que te rodeen,
para que influencies a una generación. Para que
soples vida e ilumines las vidas de otros.
¡Mujer avanza! ¡Este preciso momento es tu tiempo!
Autora: Brendaliz Avilés
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