miércoles, 30 de septiembre de 2009

¡Cómo Explicar Esto que Siento Por Ti!

¡Cómo Explicar Esto que Siento Por Ti!

Despierto y estás conmigo.
No es un sueño, mucho menos un espejismo.
Es tan real que casi no lo puedo creer.
¡Estás presente! Do quiera que voy, tu compañía me sigue.
Tú presencia me acompaña, me ilumina y me abriga.
Me siento tan emocionada, el sentimiento parece indescriptible.
¿Cómo te digo que lo eres todo para mí?
Porque por más versos que intente escribir y por más frases que intente de armonizar, ninguna iguala lo sublime que se siente, saberme dueña de tu amor y más aún que tú seas el dueño de mi corazón. Mi vida gira a tu alrededor, eres el centro de mi atención.
La devoción que hay en mi vida es porque tú eres la inspiración.
Si en mis caídas me he levantado es porque has extendido tus manos y me has sostenido. Has sido guía en medio del sendero y un faro de luz en medio de la noche oscura.

Cuando mis ojos te puedan ver, será una experiencia emocionante.
Saber que todo valió la pena y que en medio de mis imperfecciones y debilidades tú te glorificaste. Ahora me parezco a ti, tu aroma se impregna dentro de mí. Eres la lluvia fresca que rocía en medio del desierto o como el rocío que baña las flores hermosas.
Mis labios no dejaran de publicar que eres el enamorado más perfecto, fiel e ideal. Tú existes y eres muy real, yo te he visto moverte y glorificarte por todas partes. En mi humilde manera de sentir y expresar yo solo quiero decirte que eres de mi vida lo más especial. Que no existe nadie jamás, ni existirá, que pueda darme todo lo que tú das. A ti Señor elevo lo que siento y que todos sepan que mientras haya aliento en mí seré una publicadora y una pregonera del Dios que me ama.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

lunes, 28 de septiembre de 2009

SI TU QUISIERAS...


SI TU QUISIERAS…

“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció”. (San Mateo 8:1-2)

“¡Si tú quisieras!” –se escucha suspirar con un deseo que nace desde lo más profundo del corazón a una persona. “Dios si tú quisieras sanar mi alma herida, mi cuerpo quebrantado. Si tú quisieras restaurar mi pasado tan pesado y agobiante. Si tú pudieras ayudarme con esta adicción. Si intervinieras para que ese problema pueda ser resuelto. Si tú quisieras perdonar mi pecado. Son tantos los deseos y peticiones que tenemos todos y cada uno de nosotros.

“Señor, si quieres, puedes limpiarme”, exclamó un hombre en la Biblia, deseando recibir la sanidad ante aquella lepra que lo atormentaba. Y Jesús había pautado una cita con él sin que él siquiera lo supiera. Porque aunque a veces nos parezca difícil de creer, nosotros siempre estamos en la agenda de Dios. Somos personas importantes para él. Por tanto a él si le importan nuestras cuitas, sueños y quimeras. También le importan nuestras frustraciones, fracasos, lo que nos roba el sueño, lo que callamos y lo que le decimos. Aquellas cosas que tal vez a nadie más le contamos, pero que en secreto decimos a Dios constantemente, esperando que él ponga su mirada sobre nosotros y nos sobrecoja con su gracia protectora para poder continuar.

Esa respuesta tan inmediata que le da el Señor, a mí personalmente me emociona y aumenta mi fe. Rápidamente, Jesús tiene contacto con el leproso, extiende su mano, le toca y le dice las palabras claves. Era la respuesta que aquel hombre tanto anhelaba escuchar. Era el momento clave, la espera terminaría, los momentos agobiantes que le causaba su enfermedad, terminarían con que Dios tan solo dijera la palabra: “quiero, sé limpio”. El mundo lo había rechazado yo no sé por cuánto tiempo, porque él era un leproso e inmundo. Sin embargo Jesús lo toca. Jesús pudo decir la palabra, pero deseo tener contacto con aquel hombre. Porque tal vez, a través de ese contacto aquel hombre recibía un afecto que hacía mucho tiempo se le había negado.

Y mí estimado lector, así como aquel leproso, Dios quiere intervenir en tu situación cualquiera que sea. No hay nada que esté fuera de su alcance. Lo que para el hombre es imposible, para Dios es posible. Él tiene la potestad de perdonar tu pecado por más grande que esté sea y sin importar lo distanciado que te sientas de él. Él puede intervenir en tu crisis económica, familiar, matrimonial o de cualquier índole. Él ya ha programado una cita en su agenda para encontrarse contigo. Más debes recordar que debes ser paciente, porque hay momentos en que su respuesta es inmediata, pero hay otras veces en que nos deja esperando por un tiempo que nos parece largo, pero que él entiende que es necesario. Y también hay ocasiones en que la respuesta no resulta como quisiéramos, pero debemos confiar en que él sabe lo que es mejor para nosotros. Pido al Dios del cielo que la respuesta a tu petición sea concedida de inmediato o favorablemente. Suplico a mi Padre celestial que tú que estás leyendo este escrito y que tienes necesidad de un milagro de cualquier índole, puedas recibirlo ahora mismo. Que tu necesidad sea satisfecha, que tu petición sea contestada. Que puedas recibir sanidad, porque él es quien tiene el poder y ahora mismo está cerca de ti. ¡Sí, Dios quiere intervenir en tu vida! Dale acceso y refuerza tu poder. Pon en acción tu fe y sigue caminando adelante.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 25 de septiembre de 2009

DIOS QUIERE USARTE A TI


Dios Quiere Usarte a Ti


“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”. (Jeremías 1:4-8)


Por más insignificante que creas ser, por más debilidades y errores en los que te concentres, debes estar consciente de que Dios quiere que seas un instrumento de bendición. Él quiere que cumplas con la misión que ha depositado en tu corazón. Quiere que te allegues a las almas a través de lo que hagas y le hagas saber que él existe, que es real y que quiere salvarlos.

Moisés presentó excusas ante Dios cuando recibió el llamado. Puso su tartamudez como limitación para ser usado. El profeta Jeremías dijo que era un niño, Gedeón puso varias señales para confirmar y estar seguro que era Dios quien lo comisionaba. Jonás no quería ir a Nínive. Pero debemos saber que las cosas no son a nuestra manera y que cuando Dios coloca su mirada sobre nosotros es porque quiere que seamos de bendición para otros. Lo vemos en la vida de Jeremías, él fue un instrumento tan maravilloso en su tiempo. Tuvo que sentir miedo muchas veces, pero más grande fue el poder de Dios en su vida. Dios se glorificó a través de sus debilidades. Hubo muchos momentos en que lloró, pero no desistió de hacer aquello para lo que había sido escogido y llamado. En el capítulo 20:7 de su libro dice: ““Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste”. Esto nos explica como Jeremías sometió su voluntad y sus deseos al Señor. Como su vida fue quebrantada y así como vaso en mano del Alfarero, fue hecho una vasija nueva.

Es tiempo ya de que entiendas que Dios quiere que seas un agente de cambios. Que seas el que pone la paz donde hay rencilla. El que consuele donde hay dolor. Es que imparta alegría y humor, cuando la vida da golpes irónicos. Dios quiere que seas la luz en medio de las tinieblas. Los ojos de los que no ven, la voz de los que no pueden hablar o son indefensos y los oídos de los que no pueden escuchar. ¿Qué estás esperando para accionar? ¿Qué excusas estás poniendo? ¿Bajo qué premisa te justificas? ¿Es que acaso no has logrado entender la magnitud de lo que Dios quiere hacer en ti? No importa si es poco o mucho; si la tarea es grande o parece pequeña. Dios no estima las cosas del modo en que nosotros los humanos, las miramos. Dios observa la actitud y la obediencia; la pasión y la entrega. La devoción y la disposición.

Esto no se trata de edades, de quién es más lindo o feo. Tampoco tiene nada que ver con que seas una persona que muevas grandes masas y tengas gran influencia o ninguna. Se trata de aceptar el llamado y poner manos a la obra. Algo que se usa es aprovechado. Dios quiere destinarte a que seas un militante de su reino. Deja de andar peleando con tus inseguridades y miedos. Cree y camina en la libertad y certeza que Dios te ha entregado. Vive como el hijo de Dios que eres. No andes enlutado ni cabizbajo por la opresión del enemigo. No deje que tu alma se turbe, no te amedrentes. Vive el sueño que Dios tiene para ti. Abraham dejo su comodidad, creyó a Dios y recibió la promesa que Dios le dio. Jacob vivió el sueño de Dios en su vida y experimentó la gloria de Dios majestuosa y suprema. Sé tú el lápiz y deja que Dios escriba las páginas que llenan el libro de tu vida. No intentes hacerlo tú solo porque habrá muchos borrones en el papel, pero si dejas que Dios escriba cada letra, todo saldrá bien.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Dónde te Encuentras Amado Mío?


¿Dónde te Encuentras Amado Mío?

¿Dónde estarás mi chico real?
Pareces fantástico, pero eres humano.
Tan imperfecto, pero a la vez tan adecuado.
Con una gran sonrisa y esa mirada profunda y tierna.
Complementario de mi ser y de mi corazón.
Dueño de mis pensamientos, interprete de mis silencios.
Cazador de mi atención y el motivo de mis suspiros.
No quiero que seas perfecto, porque yo no lo soy.
Pero si quiero que ames a Dios como yo lo amo.
No pretendo aprisionarte, sino que disfrutes de tu libertad acompañada de la mía.
Tampoco deseo que seas un príncipe fantástico inexistente.
No espero verte montando ni cabalgando un caballo.
Quiero que seas el hombre que construye junto a mí el presente y trabaja armoniosamente por lograr un brillante futuro.
No espero que caminemos uno por delante y el otro por detrás,
Persigo que intentemos caminar tomados de la mano el uno al lado del otro.

¿Dónde estarás que aún ni entre mis sueños te veo?
Sin embargo te espero y siento que existes, que te encuentras en alguna parte, cercano del horizonte.
Y mi corazón te ansía y espera el momento perfecto.
Ese instante en que de mis ojos sea removida la venda y yo pueda presenciar tu llegada a mi vida.
Que seas como una luz y tu hombro el lugar donde me refugie.
Que yo pueda respetarte no porque otros lo digan o impongan, sino porque me sorprendas al ser un hombre derecho, sincero y vertical.
Y mientras despierta te pienso, trato de escribir estos versos.
Elevo una plegaria ante el Dios del cielo que te cuida y te proteja dondequiera sea que te encuentres.
Aguardo tu llegada pacientemente y mi corazón vigilante te añora.
Esperanzas se entretejen en mi ser porque sé que llegarás amor y bien mío y será tal vez, cuando menos lo imagine o espere.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
PD. Diseñé este pequeño pensamiento o poema pensando en la cantidad de chicas que estamos esperando en el Señor a que llegue el hombre no de nuestros sueños, sino el que Dios sabe que es más adecuado y complementario para nosotras.

martes, 22 de septiembre de 2009

No con Conomiento Humano


NO CON CONOCIMIENTO HUMANO

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. (Hechos 3:19)

Por más que la ciencia lo intente todavía no saben cómo se puede curar un corazón ante las tristezas y decepciones que ocurren en la vida. Por más conocimiento que tenga un médico que opera corazones, no tiene la facultad de extirpar el odio en los corazones, o depositar amor. Pueden los gobiernos intentar unirse y buscar posibles alternativas, pero si no cuentan con la presencia de Dios en sus vidas todos serán intentos fallidos.

Salomón decía que “el principio de la sabiduría es el temor a Jehová”. Yo pienso que el conocimiento sin presencia de Dios, sin tener una experiencia genuina con el Señor, es nada porque se convierte en algo vano o vacío. He visto tanta gente que saben mucho, pero que sus vidas son tan vacías, que viven tan infelices, que no le encuentran sentido a nada y que han perdido hasta la alegría del vivir, que me apena enormemente. Pero he visto en contraste a otros que tienen muy poco o nada y que sin embargo, tienen una fuerza y un sentido para todo aquello que hacen porque Dios en el centro principal en sus vidas. Entonces se apoderan de una fe que hace las cosas imposibles, posibles.

No nos podemos apoyar en nuestra propia prudencia “porque hay caminos que al hombre le parecen derechos, pero su fin es camino de muerte”. Triste está por demás decir que hemos evolucionado tecnológicamente, que cada día hay más inventos (que son buenos), pero todavía no hayamos encontrado la forma de acabar con el hambre, la guerra y la violencia entre tantas cosas. Recuerdo que un amigo me decía que aprender y conocer es bueno, pero que hoy día hace falta que haya más cristianos con la unción de Dios. Y la unción según el diccionario en línea es: “devoción, recogimiento y perfección con que uno se dedica a algo”. Es ese fervor y apasionamiento que sientes en este caso hacia Dios y su obra. Fue esa llama que ardía fervientemente en el interior de esos hombres y mujeres que registran la Biblia y la historia.

En el momento en que nos sentimos autosuficientes, en que creemos en nuestra propia capacidad o prudencia. En el momento en que pensamos que con nuestras propias fuerzas o bajo nuestros propios méritos podremos alcanzar lo que consideramos el triunfo en la vida, ese día comenzaremos a debilitarnos. Ese día habremos comenzado a edificar los cimientos de nuestra autodestrucción, ese día colocaremos la piedra en la que tropezaremos. Porque el camino de la soberbia y del orgullo, tarde que temprano termina por destruir.
Vivimos en una sociedad donde le es tan fácil creer tantas cosas falsas, pero que sin embargo, se les hace difícil creer en la existencia de un Dios Supremo que nos ama y que nos ha diseñado con propósito. Creen en artistas, escritores, científicos, políticos, rituales y si sigo enumerando no termino. Les es más fácil a muchos creer en la teoría de Darwin, de que el hombre desciende del mono, que pensar que fuimos hechos conforme a la imagen y semejanza de Dios. No es fácil culpar a Dios de los problemas que existen en el mundo, cuando es el mismo hombre el que se ha encargado de dañar todo lo bueno que un día existió y que aún existe.

A veces nuestro orgullo o ego, no nos permite alcanzar las alturas. Porque es necesaria la humildad, el estar receptivos a las enseñanzas que nuestro Padre celestial quiere que aprendamos. Porque en vez de ser discípulos, queremos ser maestros. Queremos ser directores de orquesta sin tener los conocimientos que se necesitan para dirigir. Y Dios sigue esperando pacientemente a que el mundo levante su mirada al cielo y comprenda que él es el dador de la vida. El podría imponerlo y sin embargo le da la elección a cada persona de escoger cuál camino seguir. El nos sigue amando y espera misericordiosamente a que reciproquemos ese amor que nos tiene.
Nuestro mundo necesita una transformación del alma y del espíritu. Necesitamos que el Cirujano de cirujano extirpe todo aquello que esta deteriorando y contaminando nuestra sociedad. Dios nos llama con cuerdas de amor aún, al arrepentimiento, a la entrega, a la santidad, a la devoción. ¡Oh si muchos en este mundo se dieran cuenta de lo que se pierden! Entonces sus almas no andarían tan tristes y errabundas. No sentirían tanta opresión en sus vidas porque tendrían la certeza de que Dios es quien gobierna sus vidas. Encontrarían el refrigerio que hemos encontrado todos aquellos que un día recibimos y aceptamos al Señor en nuestro corazón. Entonces muchos soberbios podrían entender del cambio que solo Dios puede operar en la prostituta, el drogadicto, el corrupto y todo aquel que sabe que necesita a Dios para vencer sus males. Entonces disfrutarían y refrescarían sus vidas con la dulce presencia de Dios y eso sería suficiente para seguir hacia adelante. Comprenderían la dicha que siente aquel que ha recibido el milagro y la gracia de la salvación.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

lunes, 21 de septiembre de 2009

ESE DESIERTO NO TE SECARÁ

Ese desierto no te Secará

“En las alturas abrire rios y fuentes en medio de los valles abrire en el desierto estanques de agua y manantiales de aguas en las tierra seca”. Isaías 41:18


Hoy tengo buenas noticias para ti aún en medio de tu desesperación. El desierto que estás atravesando que parece demasiado largo, caluroso, agotador y arenoso, no es el final.
De hecho marca el inicio de una nueva etapa en tu vida. Una etapa en la que necesitarás suplirte de unas herramientas que se consiguen solo atravesando por el desierto. Nadie más lo puede hacer por ti, sólo cuando tú pases por él, conocerás lo que debes saber.
No te secarás, saldrás hacia adelante.
Hay nuevos horizontes que explorar, gente nueva por conocer, experiencias y aventuras diferentes que te esperan.
Sí, sé que es un gran desafío, un desafío que podrás vencer porque Dios te dará las fuerzas que necesitas. El va tomándote entre sus brazos en el trayecto del camino.
¡No abandones, sé valiente! La cobardía nunca ha producido cosas buenas, solo estancamiento, pero quien enfrenta sus miedos y combate, deja sendas marcadas que dicen algo bueno.
Tu sed ha de ser saciada, recibirás refrigerio del cielo.
Ese desierto te hará un guerrero.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

sábado, 19 de septiembre de 2009

HOY Y NO MAÑANA

HOY Y NO MAÑANA

Hoy es un día para los nuevos comienzos. Dios borra lo que pasó ayer para que puedas empezar de nuevo hoy. Sin duda la conversación con Dios y la reflexión te ayudarán a mantener serenidad. ¡No temas porque Dios va tomando tu mano para que puedas atravesar este camino! Los errores que cometiste, puedes tratar de arreglarlos.
Hoy es un día perfecto para amar y para emprender cosas nuevas.
Hoy puedes olvidarte de los temores y saltar; deslizarte por el sendero de los sueños y trabajar para que se hagan realidad.
Hoy tu fe en movimiento puede accionar un milagro.
Hoy puedes ser el medio o instrumento que Dios utilice para suplir una necesidad. Hoy es el presente, el ahora y el ya. Abre los ojos ante el mundo y mira. Hoy respiras y late tu corazón, nuevas puertas se abren y muchas heridas sanan. Hoy no hay espacio para el resentimiento, no vas a cargar con el odio y la amargura. Hoy es precioso y es para que lo disfrutes.
Hoy no darás cabida a las dudas porque sentirás tu alma cubierta de certezas. Certezas que te harán caminar con seguridad. La esperanza se alojará en tu ser completo y contagiará a muchas personas que necesitan de ella. Hoy serás receptivo a la voz de Dios y dejarás que él haga en tu vida todo aquello que quiera hacer.
Hoy construye momentos inolvidables y grábalos en tu mente por siempre. Borra e impide el paso a todo aquello que te impida crecer y obstruya tu felicidad. Hoy elévate como el águila que sobreponiéndose a las tempestades, vuelta alto, se desprende del viejo plumaje y se prepara para vivir intensamente. Hoy disfruta todo cuanto puedas porque es un regalo precioso que Dios depositó en tus manos. Él quiere que vidas una vida plena y que la goces de la mejor manera o forma posible.

Autora: Brendaliz Avilés
Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 18 de septiembre de 2009

MÁS ALLÁ DE LOS OBSTÁCULOS


Más Allá de los Obstáculos

“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma”. (Hebreos 10:39)

Leí que “cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno”. Partiendo de esta premisa o aseveración, pensé en los atletas. Dependiendo de cuál sea la disciplina para la que estén entrenando tienen que enfrentarse a un sinnúmero de obstáculos. Podemos definir la palabra obstáculo como algún impedimento, dificultad, estorbo, freno o limitación. Creo que muchos de los atletas tienen que enfrentar grandes dolores de calambres producidos por las largas horas de entrenamiento que desempeñan. Pero a pesar de ese dolor que experimentan, ellos no dejan de entrenar porque saben que las horas que dediquen a entrenarse pueden hacer la diferencia entre ganar una Olimpiada, un campeonato o un juego importante; o entre no ganar nada. Ellos logran sobreponerse al dolor y se concentran en el objetivo que es ganar un premio, competir y tratar de ser el mejor.

Hace unos días observaba una entrevista que hicieron a un hombre ciego. Este hombre canta, es deportista, ejerce otras cosas y como si esto fuera poco es motivador. Él no se concentró en sus deficiencias, él decidió aceptar su condición, no andar peleando, ni culpando a nadie de su situación. Él en cambio, decidió autodescubrirse, trabajar más duro, probar aquellas cosas en las que podía ser bueno, luchas con tesón y abrirse caminos partiendo de las cosas que sí podía hacer. Dígame usted si eso no es mejorar la condición de uno.

Hay tantas personas que hemos sentido el peso y el dolor de un fracaso en algo que hemos intentado, sin embargo, no desistimos. Seguimos trabajando y tratando de perfeccionarnos. Y eso mi gente hace una diferencia increíble entre ser un conformista o un idealista. Entre quedarse sentado a esperar que las cosas bajen del cielo, o levantarse y salir a luchar por conseguir tu sueño. Conocemos la diferencia entre ser del promedio o buscar la excelencia y la perfección en aquello que hacemos.

Yo aspiro a ser una buena escritora. Sé que me falta mucho por mejorar y por perfeccionar, pero sigo trabajando en ello. Sigo escribiendo, pensando, creando, rompiendo papeles, buscando palabras, tratando de entender y de ser receptiva a todo lo que me rodea. Sé que poco a poco voy encaminada hacia mi objetivo de cada día ser mejor en aquellas cosas que realizo. He visto gente con muchos deseos de hacer algo y se han quedado en las palabras o en la nada porque no se han esforzado, porque no quieren pasar trabajo o más aún pagar el precio. Pero también he visto personas con deseos de hacer algo y su gran persistencia hace que mejoren con cada día que pasa. Como dice el refrán: “la práctica hace al maestro”. En la observación de los pequeños detalles es que está la diferencia. Puedo dar fe de que hay una jovencita que escribe para Devocional Diario con grandes deseos de superación. Cada noche veo como su disciplina y persistencia hacen la diferencia. Y cuando leo sus reflexiones sé que la mano de Dios ha tomado la suya y la ha dirigido a escribir palabras que fortalecerán y darán aliento a muchas vidas.

Observo como continuamente el hermano Enrique sigue añadiendo más cosas a este espacio para que las personas sean bendecidas. Sé que cada día pide a Dios sabiduría e inspiración para poder llevarles una palabra certera a todas las vidas que entran a su página. Es que él sabe que el trabajo duro y el esfuerzo rinden frutos cuando están bien canalizados y más aún sabe que cuando uno hace las cosas con amor, apasionamiento y devoción por el Señor, hay una diferencia y un respaldo de Dios que hacen de cada cosa algo especial. Puede que eso que tú veas como una dificultad, sea lo que te impulse a no darte por vencido, a salir de entre la multitud para ser alguien diferente. Porque en este mundo están los que siguen a los demás y los que hacen caminos para que otros puedan pasar. Tú, ¿en cuál grupo te clasificas? ¿Seguirás viendo tu problema o situación como un impedimento que te impide disfrutar de la gran aventura de la vida o lo verás como el puente para atravesar hacia tu victoria? Como dice la canción de Isabelle en uno de sus fragmentos: quién ere decides tú.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

jueves, 17 de septiembre de 2009

No hay nada fuera de su Alcance

Queridos Amigos y Hermanos:

¡Dios me los bendiga grandemente! Son las 12:37 de la madrugada y aunque estoy muy cansada, no puedo dejar de escribirles. Me es tan necesario insistir en recordarles que Dios está muy presente y cerca de ustedes. Puede que las circunstancias que estén atravesando les quieran hacer ver que él esta muy distante o que ni siquiera está pendiente de tus necesidades. Pero él está más cerca de lo que imaginas. Nadie nunca dijo que esto sería fácil, sin embargo lo tenemos a él. Y si lo tenemos a él, él se encarga de llenarlo todo. No hay nada que esté fuera de su alcance.

Si te sientes enfermo, recuerda que Dios es tu Sanador.
Si oprimido, él es tu consuelo y fortaleza.
Si necesitas provisión, Jehová es Jireh, tu fiel Proveedor.
Cuando todos te abandones, él sigue ahí siendo tu amigo fiel.
Cuando nada parezca tener sentido, él es tu roca fuerte.
Tú no eres un accidente, Dios ha permitido que existas por alguna razón.

Sé que parece fácil abandonar, desisitir, dejarlo todo y aparentemente no complicarse tanto la vida. Pero ese camino fácil no te conducirá a ninguna parte. Hay que hacer caminos andando. Dios deseo que sigas entonándole la canción de tu alma.
Él no quiere que abandones lo que ha puesto en tus manos para que realices.
No importa el cansancio, tienes que continuar, porque las fuerzas y el aliento vienen del Dios que habita los cielos.
No importa lo alta que parezca la montaña, si escalas poco a poco, llegarás a la cima.
Y cuando estés en la cima podrás ver todo lo que has pasado con asombro y orgullo, una satisfacción de saber que con la ayuda de Dios lograste aquello que en algún momento pensaste que no ibas a poder realizar.
Dios es quien capacita, él ha de proveer las herramientas y la sabiduría.
Ten un corazón dispuesto que de lo demás se encarga Dios.
Aunque el mundo piense que tú no lo lograrás, Dios piensa de ti cosas muy diferentes.
¿Te atreves a mirarte de la forma que él te ve?
Si Dios está presente, eso quiere decir sencillamente que él está ahí, que no se ausenta.
Creele, agarrate de sus promesas y camina.

Autora: Brendaliz Avilés
Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 11 de septiembre de 2009

LEVANTÉMONOS LAS MANOS PARA GANAR


Levantémonos Las Manos Para Ganar

Éxodo 17:8-16 registra la guerra del pueblo de Israel contra los amalecitas. Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. “Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada (versículos 11-13).

Dice un conocido refrán: “que en la unión está la fuerza”. A través de la Biblia Dios nos deja conocer la importancia que tiene para él la unidad y la armonía. Lo vital que es el compañerismo, las buenas relaciones y la unión de fuerzas para lograr objetivos, metas y propósitos. Por la fe y determinación de unos buenos amigos que subieron a un techo, y se movió a misericordia y realizó una sanidad en la vida de aquel hombre que estaba en cama. Jesús envío a sus discípulos a llevar la Gran Comisión de dos en dos. David fue guerrero y rey entre muchas cosas, él dejó todo preparado para la construcción del templo; su hijo Salomón fue el que tuvo la responsabilidad y el mandato de continuar el legado de su padre David y mandar a construir el templo.

Claramente la Biblia específica y dice: “que un reino dividido no prevalece”. Más aún, dice: “¿andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo? El salmista decía: “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es, habitar los hermanos juntos y en armonía”. Si hay algo que Dios desea es que sintamos amor hacia nuestro prójimo. Que los amemos así como Él nos ama. En la cita bíblica que hemos utilizado el día de hoy observamos que para que Josué pudiera ganar la batalla contra Amalec, era necesario que Moisés tuviera sus manos levantadas. Las manos levantadas simbolizan la victoria que Dios daría a su pueblo.

Es responsabilidad y menester de cada creyente, mantener lazos estrechos de amistad con nuestros hermanos en la fe. Debemos estar alertas y percatarnos de cuando a uno de nuestros hermanos o amigos se le bajan los brazos por el cansancio. Porque todos en algún momento nos agotamos y debilitamos. Es entonces cuando necesitamos de un Aarón y Hur que sostengan nuestras manos. De alguien que nos ayude a atravesar el desierto, el dolor, la guerra, la incertidumbre, el valle de lágrimas o lo que sea que estemos experimentando.

Sostener es no dejar caer, es soportar y resistir. Es utilizar de mi fuerza para que la otra persona que necesita de mí no se rinda, desplome o derrumbe. Esta actitud a su vez nos trae firmeza y la firmeza nos ayuda a vencer y mantenernos enfocados en el blanco. Moisés pudo resistir y tener firmeza en sus manos hasta que salió el sol. Aquí el sol yo le daré la representación de ese momento en que llega la calma nuevamente la calma a nuestras vidas. Esos momentos en que la tormenta cesa. Ese tiempo en que recuperamos las fuerzas y energías porque hemos ganado una gran batalla agarrados de la mano de Dios. Cuando sale el sol nuevamente podemos caminar solos. Podemos volver a la normalidad, porque las aguas se aquietaron y porque alguien nos ayudó en el camino extendiéndonos su mano amiga.

Hoy te invito a reflexionar. Piensa en qué hermano o persona necesita que le sostengas las manos para poder vencer la guerra, para poder salir hacia adelante. ¿Quién necesita de tu ayuda por qué su cruz está siendo muy pesada y siente que no puede más con el dolor y el peso de sus problemas le está impidiendo caminar? Porque hasta Jesús de camino al Calvario, necesitó de la ayuda de un cirineo que le ayudara a cargar su cruz. Yo te invito a ser el que marca la diferencia, el que participa de la victoria de su hermano. A ser en que ama en todo tiempo y es más que un amigo en tiempo de aflicción.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Silencio


SILENCIO

“Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová”. Lamentaciones 3:26

A veces el silencio es la mejor respuesta que podemos dar ante palabras necias. Porque cuando decimos hablar sin tener nada bueno que decir, nos arriesgamos a cometer imprudencias de las que nos podemos arrepentir. Imprudencias que nos causaran problemas y nos harán sentir mal.

Hay quienes dicen que las palabras se las lleva el viento. Pero yo no estoy de acuerdo porque hay palabras que se graban en las mentes y en los corazones de quienes fueron depositadas. Palabras que pueden tomar vida y matar o asesinar los corazones de las personas con un veneno mortal. El silencio nos puede evitar muchos disgustos. Deberíamos callar y analizar más, antes de hablar sin control y sin sentido o coherencia.

El silencio puede alumbrar nuestro entendimiento, hacernos comprender algo que a primera instancia no lográbamos comprender. Por medio de él podemos experimentar la paz. La paz que aclara pensamientos, ideas y sentimientos. La paz que nos ayuda a renovarnos para poder continuar nuestros días. La paz que podemos transmitir a otros que la necesitan.

Podría haber un bullicio de gente charlando, pero cuando estás en silencio en medio de tantas personas, puedes aprender y absorber grandes lecciones. Callar te da el tiempo de observar. Por ejemplo, en el momento en que escribo esta reflexión son las 8:30 de la mañana y estoy en una oficina llena de personas que hablan sin parar. Otras no encuentran con quien conversar y como no toleran lo que su silencio quisiera platicarles, buscan su celular, miran el televisor, llenan palabragramas, etc.

Vivimos en un mundo demasiado acelerado. La televisión, el radio, la computadora, los teléfonos. Tantas cosas que existen para tratar de mantener nuestra mente ocupada. Pero yo te invito a encontrarte con el silencio del cual pueden provenir cosas positivas. Una conversación contigo mismo, que luego te llevará a una conversación profunda con Dios. No siempre estar en silencio es malo ni aburrido. El silencio nos ayuda autodescubrirnos y a reinventarnos.

Pero algo importante que desarrollamos a través del silencio es la paciencia. Porque mientras esperamos callados a que algo buena suceda o que los malos tiempos pasen, se va desarrollando nuestro carácter y experiencia. Estás cosas requieren de una gran paciencia y confianza. Confianza que nos da el saber que Dios va llevándonos de la mano en este transitar por la vida. Puede que hoy alguien necesite de tu silencio para poder ser escuchado y expresar las cosas que lleva dentro. Hoy quizás necesitas silencio ante esa vida acelerada que estás llevando últimamente o porque tal vez hablar mucho te está trayendo problemas con la gente que te rodea o amas.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

BAJO EL REFLECTOR DE DIOS


Bajo el Reflector de Dios

"Los que miraron a él, fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados.” SALMOS 34:5

El diccionario en línea define la palabra reflector de la siguiente manera: “Que refleja, aparato de superficie lisa y brillante para reflejar los rayos luminosos. Foco luminoso de gran potencia”.
Cuando analizo la obra que el Espíritu Santo hace en nuestras vidas, el papel importante que juega dentro de la vida de cada creyente, puedo decir que parte de su trabajo consiste en ser un reflector en nuestras vidas. Ante su luz somos expuestos y examinados tal cual somos. Otros pueden creer conocernos perfectamente, pero solo Dios nos conoce exactamente.

La dirección del Espíritu Santo es imprescindible para nuestro progreso espiritual. Ante sus rayos x puedes ver con escrupulosidad, precisión y profundidad cada cosa que hay dentro de nosotros. Él es quien puede darnos el diagnostico mas fidedigno de las partes quebradas, rotas, lastimadas o que requieren de cuidados especiales y con urgencia porque no están funcionando bien.

Bajo la luz de Dios encontramos detalles que nos hacen descubrir aquellas cosas o detalles que nunca habíamos pensado que estaban impidiendo bendiciones o cosas buenas en nuestras vidas y también a través de él descubrimos nuestras fortalezas. Aquellas áreas, talentos y dones que no sabíamos que teníamos hasta que los llevamos a la práctica.

El Espíritu Santo es nuestro consolador, pero también es como nuestra conciencia. Nos hace sentir qué cosas están y cuáles no. Bajo el reflector de Dios descubrimos lo valiosos y amados que somos porque comenzamos a experimentar lo que es el amor desinteresado y desmedido que siempre procura nuestro bienestar. Si Dios es nuestro reflector, entonces nosotros tenemos que ser un reflejo hermoso de él. Tenemos que irradiar los frutos de su Santo Espíritu. Tenemos que emitir rayos y un fulgor que haga que otros sean atraídos de las tinieblas a la luz admirable de Cristo.

Tenemos que ser una manifestación de su amor, de su paz y benignidad. Tenemos entonces que poseer la mente de Cristo y esta se mostrará a través de nuestras palabras y acciones. Nuestro testimonio y práctica hablarán entonces de quién es Dios en nuestras vidas y qué lugar ocupa en nuestro corazón. Nosotros somos la expresión del amor. Él es el artista y nosotros su maravillosa obra de arte. Y las obras tienen el propósito de ser expuestas para que los demás puedan apreciar su belleza y propósito.

Ciertamente los que miraron al Señor fueron alumbrados y los que actualmente ven la luz y lo reciben en su corazón son transformados, convirtiéndose en rayos de sol que alumbran con su esplendor a este mundo y hacen que se vea la claridad del día y de la tarde. Quienes persiguen la luz de Cristo y logran que penetre en sus corazones no son avergonzados, porque sus rostros reflejan que él habita dentro de sus vidas. Es que bajo el reflector de Dios somos renovados, perfeccionados y embellecidos. Eso sin duda no tiene precio alguno con qué pagarse. Tenemos que ser una antorcha encendida que de luz a otras antorchas e ilumine al mundo en medio de la oscuridad.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

¿QUÉ NECESITAS PARA ACTUAR?

¿Qué Necesitas Para Actuar?

¿Qué señales necesitas para comprender que Dios te quiere trabajando en su obra? ¿Cuántas razones necesitaras para realizar algo que te fue encomendado desde antes de tu nacimiento? ¿Necesitas alguna visitación sobrenatural del cielo para entender que fuiste elegido para marcar los tiempos y destinado para conquistar las alturas?

Si hay un sediento, ¡dale de beber! Y si algún hambriento, alimenta y sacia su hambre. Cuando veas al desnudo, vístelo y al descalzo cálzale los pies. Ser pregonero de las buenas nuevas es responsabilidad de cada cristiano apasionado. No esperes que alguien lo haga por ti. Porque no es tarea tan solo del pastor, misionero, cantante, evangelista o diácono.

Ser luz y llevar su palabra es nuestra encomienda. Inundar de amor a las almas es mandato divino. Haz lo que puedas, todo lo que este a tu alcance hacer. No tienes que ser extraordinario o una persona fuera de lo común, solo simplemente estar dispuesto y ser valiente.

No busques visitar un continente, cuando a tu lado vive gente que necesita que los alientes. No pretendas mover grandes masas, sin invadir antes, el corazón de los de tu casa. Vivimos soñando y queriendo hacer cosas grandes y no nos percatamos que en lo pequeños detalles y cuidados se marca la diferencia. Comienza con tareas pequeñas y de repente te encontrarás, respondiendo a los desafíos menos imaginados y grandes.

¿Quién te dijo que tú no podías ser un héroe de las huestes de Cristo? Ten fe y mucha iniciativa, pon manos a la obra. Recuerda que Dios se agrada de los humildes y de quienes siempre están dispuestos, sin importar cuán alto sea el precio. Es menester de todo aquel que quiera impactar al mundo, rendirse a los pies de Cristo, aceptar su llamado y actuar. Levántate que ya es el tiempo, no tardes más en ejecutar la acción y el llamamiento. La mies es mucha y los obreros pocos. Se tú el obrero que abre caminos para que otros pasen y conozcan a Dios.

Autora: Brendaliz Avilés


Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 4 de septiembre de 2009

PARA ANIMARTE EN MEDIO DE LA ARDUA LUCHA

Para Animarte en Medio de la Ardua Lucha

Cuando el peso de las cargas parezca insostenible,
y tus pensamientos quieran limitar tu ampliada visión.
Cuando al tocar las puertas, pareciera que todas se cierran.
Recuerda que Dios sigue teniendo el control de todo en tu vida.

Cuando fatigado o afligido quieras rendirte…
Recuerda que Dios piensa que tú puedes enfrentar esa responsabilidad
y salir airoso con gran victoria de ese reto.
Cuando la esperanza quiera desaparecer, persiste.

Porque la fe es esa voluntad que te ayuda a continuar aferrado,
aún cuando quisieras soltarte de todo cuanto has querido y creído.
Porque te ayuda a proseguir encaminado hacia la meta.
y te mantiene aún casi sin fuerzas, pero guerreando.

Cuando meditando en tus deberes y responsabilidades,
te angusties queriendo estallar porque el peso parezca doblegarte y sientas que vas a enloquecer o perder la razón.
Dios promete que ha de darte la cordura y la serenidad para que camines en libertad y puedas desafiar los vientos de adversidad.

No permitas que tu corazón se turbe.
No dejes que las tinieblas penetren en tu interior para dañar el panorama.
No te intimides a causa de los comentarios o palabras que algunos lanzan como espada tratando de destruirte.

Considera que de todas las perlas, tú eres la más hermosa.
Dios no desampara ni abandona a sus criaturas.
Aunque la lucha parezca cruel, tú vas a poder vencer.
Agárrate fuerte de Su mano y no tornes tu mirada atrás.
Deja que el tiempo apacigüe la mar embravecida,
Dios puede la tormenta calmar, los vientos contrarios se tranquilizaran.
No renuncies a un paso de la tierra prometida.
Si te has esforzado tanto, no es el momento de bajar la guardia.

Camina la milla extra, el esfuerzo y el empeño tarde o temprano,
rinden sus frutos. ¡Camina, no te detengas!
Avanza con paso lento pero certero.
Eleva tu mirada al cielo, contempla la altura de la montaña.

Mira al sol brillando en su esplendor, considera las estrellas
cumpliendo su misión en medio de la noche cubriendo el firmamento.
No te concentres en la espina que tiene la rosa,
ni veas las piedras como obstáculos para impedirte el paso.
Demuéstrate a ti mismo que eres más fuerte de lo que piensas.
No por tu potencia, sino con el apoyo de Dios.

El alpinista llega a la cima, luego de escalar la montaña.
El oro es purificado tras un fuerte trabajo en el fuego.
Nadie nunca dijo que la vida sería fácil, pero sin temor a dudar,
quien nunca se rinde algo ha de ganar.

Autora: Brendaliz Avilés
Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

jueves, 3 de septiembre de 2009

¿IRÁS A DONDE TE ENVÍE, HARÁS LO QUE YO TE MANDE, DIRÁS LO QUE YO QUIERO QUE DIGAS?

¿Irás a donde te envíe, harás lo que yo te mande, dirás lo que quiero que digas?


Muchas veces le decimos a Dios que iremos a donde él nos mandé, que diremos lo que él quiera que digamos y que haremos lo que él quiera que hagamos. Sin embargo, ¿cuántas veces somos probados al tener que demostrarlo y actuamos de forma contraria?

Meditaba por ejemplo en la historia del profeta Jonás. Cuando Dios le da la orden de que vaya y de un mensaje a Nínive, él tenía sus razones muy personales para no querer ir. Poseía desde el plano histórico y cultural buenos argumentos para tratar de convencer a Dios de que no lo enviara allá. Pero la mente de Dios es demasiado diferente a la nuestra. Jonás trató por sus propios medios de escapar a Tarsis. Pero cuando Dios dispone a alguien para que cumpla con una misión o mandato, es mejor responder, porque nadie se le escapa. Podrá el hombre hacer miles de intentos por desviarse o ignorar lo que tiene que hacer. Hasta que cansado por querer hacer las cosas a su manera, termine rendido y postrado a sus pies.

Saulo estaba muy concentrado y enfocado en realizar sus propios planes. Creía que sus ideales eran correctos y su lucha necesaria y justa. Hasta que un día de camino hacia Damasco se encontró con el Dios que lo había creado y diseñado para hacer de él un instrumento útil, especial y un canal de bendición. Pablo tuvo una transformación tan profunda y real que ya no volvió a ser el de antes, hasta su nombre fue cambiado. Es que cuando Dios nos impacta, nuestra manera de pensar es reformada, somos instruidos y atraídos hacia su voluntad. Nuestra conducta es modificada a través del poder de su amor y su corrección.

Pedro con toda buena intención quiso defender a Jesús. Un momento de desesperación y angustia le hizo perder su autocontrol. Él quiso tomar la justicia en sus manos. Es entonces cuando vemos el cuadro del impulsivo Pedro cortando la oreja del soldado Marco. Tanto tiempo con el Maestro no le bastó para entender que aquellos momentos dolorosos y difíciles eran necesarios para que se cumpliera el plan redentor de Jesucristo en la cruz. “Yo nunca te negaré”- le había dicho a su amigo Jesús. Sin embargo, aturdido y temiendo por su vida, negó al Señor no sólo una vez, sino tres. Es que en ocasiones actuamos de forma tan contradictoria que hasta nosotros mismos nos sorprendemos. No logramos entender por qué si queremos actuar de una manera, actuamos de la otra.

Pablo decía que el espíritu estaba presto y dispuesto, más la carne no y a toda costa quería impedir la búsqueda de las cosas espirituales. Tenemos una lucha continua que enfrentar entre los deseos de la carne y los deseos del espíritu. No nos podemos rendir por más difícil que nos parezca la lucha. La Biblia dice en Eclesiastés 5:4-6, “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?”.

Siempre he considerado que nuestra palabra como creyentes y como personas con dignidad e integridad tiene que ser vertical y fiel. Debemos cumplir con nuestros compromisos y con nuestra palabra. Y si cumplimos con nuestros compromisos y deberes sociales, familiares y terrenales, ¡cuánto más tenemos que ser fieles en cumplir lo que a Dios prometemos que ha sido tan bueno con nosotros! A ese que nos hace tanto bien y nunca se ha apartado de nosotros. A Dios que nos ha acompañado en buenas y malas.

Hoy la invitación y el llamado es para que actúes con lealtad y a ejerzas aquello que has prometido con prontitud y diligencia. Verás que tu vida será llena de bendición que viene de lo alto. Me parece escuchar las siguientes palabras, si somos fieles, que un día Dios nos dirá: “buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.

Autora: Brendaliz Avilés

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hay Un Anillo Que Te Pertenece


HAY UN ANILLO QUE TE PERTENECE

En Lucas 15:11:32 se relata la parábola sobre el hijo prodigo y su retorno al hogar. Esta parábola ilustra cuánto amor y misericordia tiene Dios, nuestro padre para con nosotros sus hijos. Me encanta y maravilla la manera sencilla en que Jesús ilustraba grandes y profundas verdades. El relataba historias que la gente pudiera recordar y aplicar en su diario vivir. Escucharlo jamás aburría.

Para aquella ocasión Jesús decide tomar un ejemplo utilizando algo que me parece había observado. Escoge como personajes del drama a dos apuestos jóvenes y a un padre amoroso y paciente. Dos hijos que eran totalmente opuestos, algo muy cerca de la realidad porque generalmente los hermanos pueden tener parecido físico, pero pueden ser sus personalidades y caracteres muy diferentes. Uno era prudente, trabajador, tal vez un poco serio; mientras que el otro era desesperado, alocado, rebelde, con muchas ganas de explorar el mundo y vivir la vida.
Conocemos que el hijo menor pidió una herencia adelantada y se fue a malgastar todo lo que tenía en una vida llena de placeres pasajeros. Es posible que durante ese periodo en que parecía que todo le iba muy bien lejos de su casa, no se recordara del calor de su casa, de su padre amoroso y de su hermano.

Más yo deseo concentrar este escrito en el episodio más relevante de la historia. Ese en que el hijo retorna a su hogar arrepentido, avergonzado, sucio, sin nada, después de haber recorrido el mundo, haber vivido la vida a su manera y recibido varios cantazos y lecciones. Este hijo no se recordó de su padre que tanto lo amaba hasta que estuvo atravesando la miseria más profunda de su vida. Porque así es Satanás y el pecado, te arrastran a lo peor y luego te abandonan en medio de la podredumbre. Usa tu pasado para tratar de impedir que progreses y tengas un buen futuro.

Pero a mí lo que realmente más me conmueve de este relato no es precisamente el hijo prodigo, sino el recibimiento que el padre le da a este muchacho. Que a pesar de haber actuado de manera tan negativa, de forma malagradecida e inconsciente, es recibido de la mejor manera. Yo deseo que trates de hacer un marco en tu mente e imagines el regocijo tan grande que siente aquel padre que estaba preocupado por su hijo y que pensaba que estaba muerto. Es tal su contentamiento que da la orden a sus criados de que:
1. Saquen el mejor vestido y vistan a su hijo.
2. Le pongan un anillo en su dedo.
3. Pongan calzado a sus pies.
4. Traigan un becerro gordo y lo maten.
5. Hagan una gran fiesta en su honor.

¿No te has percatado de que de esa misma manera es Dios con nosotros?

De todas estas cosas que el padre mandó a hacer por su hijo, me cautiva y capta mi atención el que le coloquen un anillo a ese hijo. Porque un anillo puede ser simbolismo de pertenencia, identidad y compromiso. Yo deseo que pienses en que cada uno de nosotros cuando aceptamos y recibimos al Señor como nuestro Salvador; recibimos un hermoso anillo. Un anillo que Dios colocó de manera simbólica en nuestro dedo anular. Una sortija que en el mundo espiritual dice que nosotros le pertenecemos, que somos de su propiedad, que le hemos aceptado como padre y que somos sus hijos. Un anillo que valida que él será por siempre fiel a nosotros y que nos recuerda que nosotros tenemos que serle fiel a él. Nosotros tenemos el compromiso de cuidar ese anillo que es nuestra salvación y de servirle con gran amor, respeto y entusiasmo.

Dios nos viste con ropas de santidad y pureza, nos calza con su palabra y unción. Él nos llena con su presencia y quiere que compartamos de su amor y de las buenas nuevas con otros que todavía no le han conocido o recibido. Puede que tú estés tratando de servirle y que en algún momento de tu trayectoria te hayas quitado el anillo. Puede que también lo hayas olvidado o dejado tirado en medio de los placeres de este mundo. Pero hoy Dios te hace un llamado para que te comprometas con él. Él desea que recuperes tu anillo que es la salvación y el pacto que tiene contigo. El quiere que comprendas lo amado y deseado que eres por él. También quiere que los que tengan en anillo pero que últimamente lo han descuidado y tal vez se ha contaminado o perdido su color, vuelva a brillar de la misma forma que cuando él te lo colocó en tu dedo anular.

El enemigo intentará denigrarte y recordar tu pasado. Pero tú solo tienes que mostrarle el anillo hermoso que Dios te regaló el día en que te arrepentiste y lo recibiste en tu corazón. Ese anillo que te recuerda a ti y al mundo que tienes un compromiso con Dios que es tu dueño. Hoy te llama y te espera con sus brazos extendidos como aquel padre espero ansiosamente y por largos días que aquel hijo retornará al calor de su hogar.

Autora: Brendaliz Avilés

Yo sé que me responderás

 ¡Dios mío alzo mis ojos a los cielos!  Solo a ti que eres el único que tiene misericordia de mí y puede ayudarme. A ti que ves aún en lo se...