lunes, 30 de noviembre de 2009

Carta de Una Joven Enamorada de Dios





Comparto con todos ustedes un lindo escrito de una amiguita de Argentina.

¡LO QUE YO SIENTO!


Bueno en este dia qué más decir…
A pesar de la LLUVIA, los TRUENOS, relámpagos y humedad, siento que este dia es un dia mas de bendicion para mi vida muy llena del espiritu santo. con metas en mi vida a pesar de mi edad, porque aunque no soy precisamente muy adulta que digamos, siento un cambio muy profundo dentro de mi con respecto a mis actitudes con mis familiares y amigos. mis actitudes estan cambiando en grande y para bien, sobre todo mis actitudes hacia mi querido Dios. quien es mi amigo, mi padre, el que me ha cuidado desde muy chiquita, que me elijio cuando yo todavía no habia nacido. que quizo que hoy este escribiendo esto porque me siento con ganas y animos de hacerlo. el que cuando le fallé se puso muy triste y que ahora me perdona por mis pecados. ¡GRACIAS DIOS POR TU MISERICORDIA Y TU AMOR HACIA MI, GRACIAS POR QUE YO NO LO MEREZCO!

Yo verdaderamente deseo que mis sueños se cumplan, deseo que mis metas también se REALICEN, pero lo que más deseo es que mi fe florezca y que cada día este mas cerca de Dios. que él me enseñe cosas que no he visto, que me muestre el camino que tiene preparado para mi futuro. yo sé que eso poco a poco el lo va a ir haciendo, solo tengo que esperar, ser paciente, orar, acercarme cada ves mas a él y él me lo va a ir mostrando de apoco y con paciencia. ¿por qué con PACIENCIA? Porque sé que yo soy una chica muy impaciente, quiero ver respuestas rapidamente, de una manera veloz, no soporto esperar. y a mi una vez me dijeron que “la paciencia es una virtud”. ¡creánme que eso es muy cierto! Sé que Dios está tratando con mi paciencia, porque él quiere que aprenda a esperar, que comprenda que todo llegará en su debido momento. que el tiempo de él (DIOS) no es el mismo que el mio, que cuando el quiera va a darme lo que yo tanto deseo .Ese dia voy a estar tan feliz de la vida, voy a sentirme tan pero tan feliz que no voy a saber cómo explicar lo que voy a sentir . yo supongo que estaré con mucho pero mucho gozo en mi corazón y agradecida a Dios por darme lo que yo tanto esperaba.

A veces, cuando voy por la calle a buscar a mi hermano de 9 años al colegio, me imagino que voy caminando junto con Jesús y que él me acompaña. me lo imagino de tal manera que voy tan feliz a buscar a mi hermano que no me lo puedo explicar ni yo. La verdad es una felicidad muy grande la que siento. Otras veces me imagino que los angeles están cuidándome en todo momento y también me lleno de asombro al pensar eso, porque estoy segura de ello. A veces me gustaria verlos.
Bueno esa es una de las cosas que Dios está haciendo en mi vida, que cada dia me siento más feliz que él esté a mi lado y que cuando voy a hablar con él mediante mi oración, me haga sentir acompañada y sienta que él me está escuchando. Cierro los ojos y siento su presencia, le canto y siento su amor dentro de mí. Supongo que esto para mí es muy maravilloso por que recién estoy comenzando a vivir una nueva vida en el Señor y sé que me esperan muchas cosas mas que serán asombrosas e imaginables, pero lo mejor es que vendrán de parte de MI SEÑOR.
Le doy gracias a Dios por regalarme este día, ¡porque tengo vida! Me pongo a pensar de que ahora en estos tiempos estan pasando muchas cosas en este mundo y que hay gente que ya no está mas en ÉL (mundo). que hay mucha gente que está falleciendo, sufriendo por motivos o circustancias de la vida que eligió vivir y que no son nada buenas. Ahora las veo así de esta manera, con conciencia de que cada vez debemos estar más aferrados a Dios por todas las cosas que estan pasando, lamentablemente en este mundo. Veo cosas que están pasando y no me gustaría ir hacia ellas porque sé que son malas y no son buenas para mi vida con Dios.
Pero hoy me siento inmensamente feliz de saber que mi Señor habita en mi corazón. Eso me da una sensación de satisfacción, seguridad y protección. Porque sé que si Dios está conmigo, aunque pase por momentos difíciles, todo estará bajo control y yo podré salir hacia adelante. Por eso a través de esta carta, quiero que sepas Dios, lo agradecida que estoy de haberte conocido y del cambio que estás haciendo en mí. Por todo eso y mucho más... ¡Gracias!


Autora: Stefy Mejías

LA ROSA DE JEAN CARLOS


La Rosa de Jean Carlos

“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. (San Mateo 25:40)


Ya han pasado alrededor de cuatro años o más, sin embargo tengo tan presente este recuerdo tan grato en mi mente, que deseo compartirlo con todos ustedes. Jean Carlos en aquel tiempo tendría unos 4 ó 5 años. Es un niño que perteneció a nuestra congregación y es muy inteligente, simpático, expresivo, alegre y conversador, entre tantas cualidades que tiene. ¿Puedes imaginarte la hermosa sonrisa de este niño y la mirada tan traviesa de sus ojos? Una mañana de domingo me levanté triste, preocupada, cansada y cargada. En aquel entonces daba clases a un grupo de juveniles de mi congregación y pensaba: “¡Dios mío, cómo voy a hacer, dame las fuerzas y la energía! Llegué a mi congregación y me arrodillé a platicar con Dios. No recuerdo por qué me sentía así, tampoco recuerdo exactamente que le dije a Dios aquel día mientras oraba. Pero si le dije a Dios que sabía que él me amaba y que necesitaba sentir esa mañana su amor por mí. Lo que pasó más adelante lo puedo recordar muy bien.

Nos mandaron a pasar a todos los maestros al frente para cantar nuestro himno tema. Y de repente veo que Jean Carlos y sus padres entraron por una de las puertas de la Iglesia. Jean Carlos tenía en sus manos una hermosa y grande rosa roja en material de felpa o del que hacen los peluches. Con la flor en mano ese niño vino directamente hacia donde mí, mientras todavía los maestros permanecíamos al frente. Él me mostró su gran sonrisa, abrió sus brazos, me miró con sus ojitos traviesos y me dijo: “Brendaliz esto es para ti”. La ternura y el amor que sentí en mi corazón es algo que no puedo describir. El gozo que trajo a mi vida este detalle aún me hace sonreír cuando recuerdo ese episodio. Luego sus padres me contaron que Jean Carlos había ido a una tienda, que había visto la flor y les había dicho que la compraran porque esa rosa era para Brendaliz. Dios es tan exacto y detallista que la rosa que ese niño me regaló fue de mi color favorito: (mis preferidas son las rosas rojas). Aún tengo en mi cuarto esa rosa en material de peluche. Es hermosa, pero más hermoso aún el gesto de ese niño que Dios utilizó para recordarme cuánto me amaba y lo especial que era para él. Cada vez que la miro recuerdo el amor infinito de Dios hacia mí y como el utiliza a sus hijos para hacer sentir su maravilloso e inigualable amor y gracia.

Ahora bien, traigo esta experiencia personal, porque me he quedado pensando que Dios dijo en su palabra que cuando uno hace un bien a cualquiera de sus pequeñitos, es como si se lo estuviera haciendo a Él. La esencia de Dios es puro amor. Dios desea que nosotros amemos a los demás con la intensidad que él nos ama a nosotros. Él desea que tengamos con nuestro prójimo la misma misericordia que él tiene para con nosotros continuamente. Estoy segura de que cuando hacemos sonreír a una persona, Dios también sonríe. Es tanta la importancia que él le da a que mantengamos buenas relaciones interpersonales que desde el principio, cuando muestra sus mandamientos dice que tenemos que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

En la Biblia hay muchos pasajes que sustentan y reafirman lo importante que es para Dios este punto. Observemos los siguientes pasajes y meditemos en ellos: “El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”. (San Mateo 10:40-42). “Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar”. (San Marcos 9:42). “Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos”. (San Lucas 17:1-2).

Es por esta razón que hoy te invito a hacer un bien a alguien cercano o lejano a ti. Esa persona puede estar necesitando una visitación de Dios y al instrumento que Dios quiere utilizar para mostrarle su amor es precisamente a ti. A veces pensamos que tenemos que hacer grandes cosas, que necesitamos de mucho dinero o de mucha palabra para hacer las cosas, pero en verdad solo lo que necesitamos es disposición, creatividad, tener un corazón receptivo a la voz de Dios y obedecer. Aquella flor que me regaló aquel niño no costó más de $5.00 dólares, pero lo que no tiene precio para mí es el gesto, porque fue sanador e invaluable ese detalle. Por siempre permanecerá en mi mente y en mi corazón ese hermoso recuerdo. Dios desea que traigas alegría a la vida de una personal. No pases por este mundo sin que los demás puedan percibir que eres un recipiente usado por Dios para bendecir y ministrar a las vidas. Concluyo con estos versículos que nunca debemos olvidar: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. (San Mateo 25:34-40).

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/, www.devocionaldiario.com y
www.destellodesugloria.org

domingo, 29 de noviembre de 2009

¡CUIDADO CON LOS CIBER AMORES!


¡Cuidado con los Ciber Amores!

No sé exactamente a qué persona en específico me estoy dirigiendo. Pero ten cuidado de a quién le entregas tu corazón. Porque tú corazón no es cualquier cosa. Porque en él se anidan pensamientos, emociones y sentimientos. Porque ahí se esconde tú esencia verdadera y todo lo que eres realmente.

A veces por soledad, otras por entretenimiento, las personas se absuelven en el Internet. Y comienzan a charlar y lo que muchas veces comienza como una plática termina en relaciones peligrosas. Porque mucha gente idealiza y construye castillos sobre arenas. Con esto no quiero generalizar y decir que todas las relaciones de amistad o noviazgo por Internet sean malas. Pero cuídate de entregar tu corazón a alguien falso(a) que no conoces.

Yo entiendo que uno puede conocer personalmente a una persona y si se toma el tiempo de compartir viéndose, conversando, saliendo, etc., puede surgir algo hermoso. Pero cuando uno decide formalizar una relación creyendo conocer a una persona que en realidad conoce muy poco, esto más adelante podría traer problemas. Porque solo conoces lo que te ha dicho o querido mostrar esa persona o por lo que tú crees conocer. Entonces tenemos que considerar que el corazón suele ser engañoso en diversas ocasiones. No se puede amar lo que no se conoce, porque en la cotidianidad de esos momentos que compartes con una persona es que se va proliferando y aumentando el amor.

He escuchando tantas historias de matrimonios rotos porque una de las parejas se ha “enamorado” virtualmente. Porque andan buscando por la red lo que muchas veces no encuentran dentro de sus hogares. Porque viven matrimonios de apariencia, pero sus relaciones se han convertido en hielo o nieve. Porque necesitan que una nueva primavera llegue a sus matrimonios que parece que están pasando por el ocaso. Y es triste ver no solo matrimonios rotos, sino hogares completos destruidos. Y yo me pregunto si realmente, ¿vale la pena perder tanto por tan poco? Podría decir tantas cosas, pero me limitaré a decirle a las personas solteras que tengan cuidado con quien comprometen su corazón y a las personas casadas, por favor, no cedan a la tentación ni se metan en líos.
Ustedes mis queridos amigos y amigas no son cualquier cosa. El Creador se ha tomado tiempo en diseñarlos. Cuántas pruebas has tenido que pasar y trabajos para llegar a ser quien eres hoy día. Por tanto mereces a alguien que te ame, te respete, te valore y con quien puedas tener una vida plena. Porque aunque hoy día hay muchos divorcios, se supone que cuando uno toma la decisión de casarse, lo hace pensando en que será para toda la vida. Porque uno anhela compartir y envejecer con ese ser amado. Por eso es necesario que entiendas que escoger a la persona con la que vas a compartir el resto de tu vida es una de las decisiones más importantes que tomarás en la vida. Y si un día tú escogiste a alguien para compartir en tu vida, no la engañes ni la deseches de esa manera. Valora lo que tienes no vaya a ser que cometas un grave error y después sea muy tarde para remediarlo.

Dejo en sus conciencias esta palabra para que la mediten, la analicen, examinen sus vidas y lleguen a sus propias conclusiones.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org

sábado, 28 de noviembre de 2009

Samuel: Un Joven Que Estableció la Diferencia


SAMUEL: UN JOVEN QUE ESTABLECIÓ LA DIFERENCIA

“Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino.
… y el joven Samuel crecía delante de Jehová”. (1 Samuel 2:18 y 21)

“El niño Samuel, por su parte, vestido con un efod de lino, seguía sirviendo en la presencia del Señor. …Durante este tiempo, Samuel crecía en la presencia del Señor”. (1 Samuel 2:18 y 21 Biblia Nueva Versión Internacional).

Dando un recorrido por las Sagradas Escrituras, volví a releer la historia de Samuel. Su vida fue un milagro desde sus inicios, ya que Ana clamó fervientemente porque era estéril y Dios le concedió tener a Samuel quien fue dedicado al Señor y quien siempre estuvo al servicio en la casa de Dios. Me es interesante detenerme en estos versículos, porque el capítulo 2 comienza detallando la oración de gratitud que Ana ofrece a Dios y el regocijo que siente porque Dios le concedió la petición tan ansiada de ser madre. Luego del versículo 12 en delante de ese capítulo, se comienza a relatar la perversidad de los hijos de Elí y una profecía contra la familia de Elí.

Cuando comenzamos a leer los episodios que nos narra la historia a través de estos capítulos del libro de Samuel, puede uno observar que desde el principio de los tiempos siempre ha habido personas sin ningún tipo de temor hacia Dios. Este era el caso de los hijos de Elí. Hijos de un sacerdote que hacían lo que les daba la gana y que vivían como mejor les parecía. ¿Qué pasó con Elí qué como padre y sacerdote permitió que esto pasara y no los corrigió? Eso es tema para otro escrito, pero lo que sí es cierto, es que había una nube grande de testigos que estaban observando la maldad y la irreverencia de los hijos de Elí. Y más aún lo que más peso tiene es saber que Dios desde los cielos estaba observando cada cosa que ellos hacían, porque al ser humano se puede lograr engañar, pero a Dios jamás. Él no puede ser burlado.

En aquellos tiempos donde escaseaban las personas con visión espiritual, llama mi atención y aquí es donde quiero concentrarme, un joven llamado Samuel. Estos versículos nos resaltan que pese a que los hijos de Elí actuaban de una manera tan contradictoria y con un proceder tan diferente a lo que debe ser una persona que tiene a Dios en el corazón y que le teme, Samuel seguía sirviendo a Dios y ministrando. Había un crecimiento continuo en su vida. Lo que acontecía a su alrededor no lo detenía de hacer aquella misión para la que había sido llamado aún sin él saberlo todavía. Aunque tal vez hubieran dudas, confusión y preguntas en la vida de Samuel por lo que pasaba a su alrededor, eso no fue pretexto ni excusa para que él dejará de hacer lo bueno ante los ojos de Dios. Porque cuando concentramos nuestra mirada en las cosas que pasan alrededor nuestro podremos encontrar muchas veces desánimo, motivos para querer desistir o renunciar y comenzamos a mirar las faltas de los demás. Y el tiempo y las experiencias me han enseñado que cuando esto pasa, estamos a un paso de detenernos en el camino o de estancarnos. Porque tenemos que tener presente que no podemos permitir que nada ni nadie nos aparten del Señor y del propósito que él tiene en nuestras vidas.

Es tan maravilloso notar que cuando Dios da la inspiración al hombre para que escriba muchas de las cosas que sucedieron en la Biblia, hace que resalten algunos detalles sutiles. El autor se toma el tiempo bajo la inspiración divina de relatar lo que estaba aconteciendo y en medio de ello tomarse una pausa para decir que pese a todo lo que pasaba alrededor de Samuel, él seguía viviendo en la presencia del Señor. Y este es un ejemplo que todos debemos imitar. Que todo aquel cristiano que de verdad quiere hacer la diferencia tiene que meditar. Porque yo creo que Dios ve nuestros esfuerzos cuando tratamos de no contaminarnos, cuando nos esforzamos por ser seres integrales, cuando caminamos la milla extra, cuando luchamos por querer dar testimonio aún cuando muchas veces estamos sujetos a pasiones carnales. Aún cuando experimentamos sentimientos como la ira y cuando pasamos por malos ratos en los que quisiéramos actuar de manera precipitada y tratamos de apaciguarnos porque sabemos que tenemos que actuar como hijos de Dios.

Es hermoso cuando podemos percatarnos de que por más oscura que sea la noche, hay parezca que la luz es poquita, se notará. Que la luz se sobrepone a las tinieblas. Que actuamos con sabiduría y no permitimos que las circunstancias nos saquen de carrera y estorben el crecimiento que el Señor quiere darnos en su presencia y en su servicio. Tal vez hoy tú te sientas como tal vez se pudo haber sentido Samuel en medio de aquellos hijos de Elí. Posiblemente te encuentres dolido o indignado al ver como gente que dicen ser de Dios, actúan contrariamente, pero no puedes permitir que eso te saque de carrera. Porque si te vas a estudiar el libro de 1 Samuel y sigues leyendo verás en el capítulo más adelante, la visitación y la revelación tan tremenda que Dios le da a Samuel porque aún en tiempos en que parece que todo es oscuro, Dios envía gente que son como faros en medio de la tormenta, como estrellas en medio del cielo a través de la noche. Dios trató de manera especial con la vida de este joven, Dios depositó de su unción y sabiduría sobre él. Y también tomó justicia contra los hijos de Elí por toda la maldad que cometieron y aún Elí falleció a causa de la noticia de la muerte de sus hijos.

Tomo prestadas las palabras que Pablo dijo en Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. ¿Qué te quiero decir con esto? Que te olvides de lo que esté pasando (no me malinterpretes porque con esto no quiero decir que ignores o le pases la mano al pecado), quiero decir que no permitas que esas cosas tronchen lo bonito que Dios tiene para ti. Extiéndete hacia adelante, deja que Dios ensanche tu territorio a causa de tu buen proceder. Como dice Hebreos 12:1-3 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar”. Camina con paciencia esta carrera, no apartes tu mirada de Dios y que nada ni nadie te impidan ser diferente. Sé tú en medio de este mundo que tanto lo necesita, el que ponga la paz, el que lleve la palabra, el que actúe con amor, a quien acudan para encontrar una palabra de consuelo o sabiduría. Sé el instrumento que toque la música conforme a la voluntad de tu buen Director. No te detengas en esta jornada porque como Samuel tú puedes establecer la diferencia donde quiera que vayas.

¿TE GUSTARÍA SER UN SAMUEL EN MEDIO DE ESTOS TIEMPOS?

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/, www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Preparate para el Encuentro

PREPÁRATE PARA EL ENCUENTRO

Tú naciste para el amor por eso Dios te dio un corazón,
para que un día lo compartieras sin reservas y fueras feliz.
Cuando Él al hombre creó una compañera le regaló.
No es bueno que el hombre esté solo, eso lo dijo el Creador.
¿Qué te hace pensar que fuiste diseñado para andar solitario?
¿Tus ideas, los demás o las circunstancias del presente?
La espera nunca ha significado ausencia.
El que aún esa persona no haya llegado,
no implica que haya algo malo en ti, es solo que la
persona correcta vera en ti lo que es invisible para las demás.
Hay una persona idónea para ti que te complementará.
Lo que pasa es que te inquietas y eso te desespera
haciendo la espera más larga pierdes el enfoque y llega la desesperanza.
No te martirices pensando que a tu puerta no llegará el amor.
En su momento perfecto traspasará tu alma la mujer o el hombre adecuado.
No te concentres ni pierdas energías entristeciéndote,
eso solo logrará opacar tu luz interior y tu belleza.
Debes estar siempre listo y preparada para cuando llegue ese momento.
Disfruta tu soltería y trata de disfrutar al máximo
todo aquello que puedas aprovechar.
Un día abrirás tus ojos y te darás cuenta de una realidad,
que el día que menos lo imaginabas ese alguien especial,
llegó a tu vida y se instaló.
Porque Dios conoce tu necesidad, pero más que nada tu corazón.
Él tiene cuidado de ti porque eres su obra preciada.
No llores por lo que piensas que no llegará,
porque él y ella están en Sus planes de vida para ti.
No te rindas, sigue luchando, cuida tu corazón,
y prepárate para cuando llegue el encuentro.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/


lunes, 23 de noviembre de 2009

Aún No Te Conozco


AÚN NO TE CONOZCO

Aún no he visto tú rostro, por tanto no logro imaginar cómo serás por más que lo intento. Pero eso no me impide saber que estás en algún lugar y que fuiste diseñado para que mi alma se conectara con la tuya. Este es un sentimiento indescriptible porque mi corazón te siente y te presiente pese a que no te conozco. Y aunque a veces intento alejar las esperanzas, más fuerte es esta convicción de tu existencia. ¡Sé que estás cerca! Cómo explicar esto es lo que realmente no logro descifrar. Sin embargo eso no impide que pueda pensar y preguntar, qué estarás haciendo en este preciso momento en que escribo. ¿Estarás mirando el cielo desde la ventana así como yo? ¿Serás consciente de que aquí hay un corazón que aguarda por ti con serenidad y paciencia? Porque hay una sonrisa reservada únicamente para dar la bienvenida al encuentro. Hay unas manos que esperan sujetar las tuyas. Existe una senda que tiene nuestros nombres escritos al final de la meta. El sonido musicaliza todo el ambiente. Dulce armonía que me lleva a cuestionar cuán acorde serás para mí. Cae la tarde, inicia una noche de invierno, quieta, callada y cautelosa. Me inspira imaginarme la luna plateada y llena que un día será testigo silente de nuestro encuentro. ¡Sí mi anhelado bien! Tú llegarás y yo seré para ti. El reloj camina apresurado, pero para los que aman y saben aguardar, el tiempo solo les recuerda cuán cerca esta ese momento. Por eso mientras esperan, suspiran, sueñan, escriben y piensan.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 20 de noviembre de 2009

DIECINUEVE AÑOS DE CELEBRACIÓN EN LOS QUE HEMOS VISTO TÚ GLORIA

Diecinueve Años de Celebración en los que Hemos Visto Tú Gloria

Como son las doce de la noche en el momento en que escribo esta reflexión, puedo decirles que hoy es un día muy especial para mi familia y para mí. No es nuestro cumpleaños, tampoco es el aniversario de bodas de mis padres. Pero es especial porque un 20 de noviembre de 1990, Dios llamó a mis padres al ministerio pastoral. Y hay un gozo grande en nuestros corazones porque Dios nos ha dado el privilegio de poder llegar a las vidas a través del poder y de la Palabra de Dios. Hemos sido testigos de su grandeza y de su gloria. Hemos visto que aunque los gigantes se han levantado, Jehová ha ido adelante peleando la batalla y dándonos la victoria. Ha sido un aprendizaje y una vivencia tan profunda que no hay palabras que puedan describir el sentimiento que hay dentro del corazón.

Porque es que uno aprende a amar de manera especial a cada una de las personas que Dios te permite conocer, pastorear y ministrar. Ver sus progresos, compartir sus alegrías y tristezas. Llorar e interceder cuando las pruebas quieren hacerlos sucumbir. Dios es tan real y tan maravilloso. Puso su mirada sobre nosotros como familia. Entre tanta gente que pudo haberlo hecho aún mucho mejor que nosotros, él se plació en escogernos, marcarnos y señalarnos. Y es un privilegio y una responsabilidad muy grande. Y sólo le pedimos a Dios que nos dirija, que nos ayude a mostrar su amor. Que así como él nos hizo a su imagen, podamos ser conforme a su semejanza para que las vidas puedan ser tocadas, restauradas e impactadas.

Recuerdo que yo tenía unos 9 años, cuando papi y mami fueron instalados en la primera Iglesia. Recuerdo que me dieron una parte y canté: “Todo a Cristo yo me rindo con el fin de serle fiel para siempre quiero amarle y agradarle solo a él. Yo me rindo a él, yo me rindo a él. Yo le entrego alma y cuerpo quiero serle fiel…”. Y es mi clamor continuo al Señor vivir una vida rendida ante su presencia y a sus pies. Que cada éxito siempre nos acerque más a él. Que nuestra dependencia a él crezca con cada cosa buena que pase.


A veces los feligreses no tienen idea de la forma en que pueden ser tan queridas y protegidas. Se aman tanto las ovejas, dan tantas sorpresas y satisfacciones. En lo personal y no soy la pastora (así que imagínese mi papá), me gozo cada vez que salgo y me encuentro con niños que ahora son jóvenes. Chicos y chicas que ahora están casados y ocupando lugares de liderato. Ahora algunos son maestros, presidentes de jóvenes, profesionales, padres, madres, cantantes, evangelizan, etc. Entonces pienso y le digo a Dios: “Ha valido la pena cada cosa que hayamos tenido que pasar si tú poder ha sido perfeccionado en nuestras vidas y hemos podido ser siervos a tú servicio.

Por eso hoy mis queridos lectores es un día especial para mi familia y para mí. ¿Qué más puedo decirles? A los pastores y líderes que amen a sus ovejas y las cuiden con el mismo amor que Dios lo hace cada día por ustedes y por nosotros. Que no descuiden el don que hay en ustedes. Que Dios es fiel en cumplir sus promesas y que aunque las cosas parezcan difíciles los llevará a la victoria si son fieles. Que aunque hay lágrimas y muchos momentos difíciles, viene también el gozo y la fortaleza de Dios. No desmayen y mucho menos abandonen. A los que tienen llamado para en algún momento ejercer este bello ministerio, que lo valoren y atesoren. Que no duden y que pidan al Señor siempre sabiduría, unción y más que nada amor. Porque si tienen estás cosas, si aprender a sentir con el corazón de Dios podrán ver muchas cosas que a simple vista no se ven.

A Dios solo le puedo dar infinitas gracias. Estoy tan conmovida de ver como ha sido su trato con nuestras vidas. No deja de maravillarme nunca, su gracia insondable. Él es lo mejor que ha pasado en mi vida y en la de los míos. "Señor aquí esta tú hija con un corazón humillado, agradecido y sin reservas ante ti para que sigas utilizándola. ¡Haznos, oh Señor un reflejo de tu amor! Gracias por todo los que has hecho durante estos 19 años y aún antes donde nos estabas preparando y guardando para lo que venía. Gracias por lo que haces cada día porque es increíble e inexplicable. Gracias por lo que seguirás haciendo porque ha de ser glorioso y hermoso. Danos sabiduría para hacer lo mejor y lo agradabe delante de ti.
Hermanos queridos hacia adelante siempre, para atrás ni para coger impulso.

En el amor del Señor,


Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¡No Dejes de Insistir!



¡NO DEJES DE INSISTIR!

"Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer, diciendo: En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. También había en aquella ciudad una viuda, que acudía a él diciendo: Hazme justicia ante mi adversario. Y durante mucho tiempo no quería. Sin embargo al final se dijo a sí mismo: aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, ya que esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme. Concluyó el Señor: Prestad atención a lo que dice el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a El día y noche, y les hará esperar? Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. ¿Pero cuando venga el Hijo del Hombre, acaso encontrará fe sobre la tierra?"
(San Lucas 18:1-8).


Insistir es igual a “instar reiteradamente. Persistir o mantenerse firme en una cosa. Repetir o hacer hincapié en algo” (WordReference.com). Muchas personas que han logrado el éxito lo deben en gran parte a la tenacidad que tuvieron para mantenerse en pie de lucha cuando era más fácil rendirse o dejarse llevar por la corriente. En lo personal me gusta mucho esta parábola que hace Jesucristo cuando estuvo aquí en la tierra. Me admira Jesús porque tenía un estilo único, con gracia, sutilidad, elegancia y veracidad entre muchas otras cosas. Con toda su sabiduría y sencillez, siempre fue profundo utilizando ejemplos prácticos que la gente pudiera asimilar y aplicar a su vida diaria sin muchas complicaciones. Él sabía muy bien que la gente recuerda con más exactitud lo que puede asimilar con ejemplos concretos que con muchas palabrerías.

Hoy deseo concentrarme en la necesidad de no desfallecer. Muchas veces nos debilitamos, decaemos y suceden cosas que agravan nuestro interior haciendo o produciendo en nosotros el deseo de flaquear. Pero lo que marca la diferencia, hace el cambio y divide a algunos del “montón”, es precisamente ese margen de insistir o escoger la decisión de abandonar. Creo que así como la viuda que ilustra esta parábola, habemos muchas personas. La clave es no dejarse llevar por las circunstancias, no permitir que ellas nos cambien, sino que nosotros las cambiemos a ellas. Aquella viuda solo pedía algo, ella quería justicia. ¡Cuántas veces hemos sentido que la justicia no nos llega! Es entonces cuando nos desesperanzamos, pero aquella mujer era determinada, por ende seguía insistiendo. Porque lo que Jesús quería mostrar era que ella tenía la convicción de que si persistía, lograría resultados.

Hay personas que al primer o segundo intento, desisten, abandonan, fracasan. Pero quien aspira al éxito y a la excelencia; quien busca resultados óptimos, sabe que hay que seguir intentando. Procederé a relatarles brevemente una experiencia que tuve hace algún tiempo. Por dos ocasiones en situaciones diferentes le pedí a una persona que consideré un siervo de Dios que me ayudará a orar por una petición que tengo delante de Dios. Una petición que es importante, una petición de la cual el Señor en sinnúmero de ocasiones me ha dicho que confíe y espere porque en su tiempo será contestada. Yo no digo que aquel hombre no haya sido un siervo de Dios, tampoco digo que sus intenciones no eran buenas. Pero hay momentos en que si nos desenfocamos de nuestra mirada en el Señor, las personas nos pueden confundir seriamente. Porque en esos momentos en que nos desesperamos, podemos actuar con una ligereza de la cual, si no estamos pendientes nos puede servir de piedra de tropiezo.

La segunda vez que le pedí a esta persona que orará con ese propósito por mí, me dijo, que tal vez, yo debía dejar que esa petición muriera. Dijo otras cosas más, pero en resumidas cuentas el punto era ese. Fue entonces cuando me sentí en una confusión profunda, en verdad mi corazón se entristeció porque dije: “Señor si tú sabes que esto ha sido y es importante para mí. Si tú me has hablado de que esa petición está en tú presencia. Este hombre me está pidiendo algo que es como decirme que deje de respirar. Esto no puede ser así, algo muy dentro de mí me dice que siga insistiendo”. Recuerdo que se lo comenté a un amigo y el me dijo que así fuera el predicador o la persona más prominente uno nunca debía dejar de insistir si dentro de tú corazón tú sabes que Dios tiene propósito con esa petición. Ayer en la tarde platicaba con Dios mientras estaba buscando algo en un centro comercial. Y le decía Dios, (porque a veces la duda quiere sutilmente introducirse para causar estragos cuando no vemos resultados), “Señor, será que quieres que deje de orar por esa petición. Entonces me acerqué a la sección de libros de la tienda y me llamó mucho la atención un libro que se titulaba algo así como: No Deje de Insistir. Entonces dije: ¡Sí mi Dios ya entendí lo que me quieres decir, está tan claro como el agua! He de seguir insistiendo y confiando”.

Jesús dijo que aquella viuda encontró justicia, pero más aún, quiso dejar ver con esta parábola la fidelidad de nuestro Padre Celestial. Es desafiante e interesante cuando ante aquella multitud pregunta: “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Y con esas preguntas contundentes dejó a su audiencia pensativa. Estoy segura que toda aquella gente entendió lo que él quiso decirles. Y esta es la misma pregunta que continuamente Dios nos hace. ¿Estamos confiando en él? ¿Estaremos esperando su respuesta en su tiempo perfecto? Porque lo que sucede es que su cronómetro y su reloj no son iguales al nuestro, pero de ninguna manera eso significa que se ha olvidado de nuestras oraciones y deseos.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

lunes, 16 de noviembre de 2009

La Familia


La Familia

La familia es un tesoro muy valioso.
Un regalo de amor que Dios nos dio.
Es un vínculo estrecho, un lazo que se ata en cada uno de los miembros que forman parte de ese núcleo especial.
Unida por la línea de la sangre o la línea del corazón.

La familia es una puerta abierta por donde puedas pasar a refugiarte en momentos donde sientes que no puedes más. Es un corazón que se abre receptivo para consolarte y que siempre está dispuesto a mediar y perdonar.

Cuando tienes una familia, tienes identidad y sabes que no estás solitario por el mundo y que siempre habrá alguien con el que te puedas identificar. Cuídala, valórala, ámala, respétala. Aliméntala con detalles y cuidados. No permitas que cual planta se seque. Abónala con cariño. Toma tiempo para compartir con ella. Cultiva el diálogo y deja que se alimente de la confianza.
La familia es importante, Dios la instituyó y viven siempre cerca de su corazón. Por tanto, no menosprecies el valor y la importancia que cada miembro de tu familia debe ocupar en tus pensamientos y en tu alma.

Autora: Brendaliz Avilés

viernes, 13 de noviembre de 2009

Feliz Cumpleaños Patty


Querida Patty:

Lo primero que tengo que decir es Feliz Cumpleaños Amiga mía. Que aunque nos separa una distancia nos une el corazón y el amor que sentimos hacia Dios. Hoy cumples un año más de vida y doy a Dios tantas gracias por ti. Solo Dios sabe cuánto me hubiera estado estar cerca de ti en este día tan especial para ti. Seguramente hubiéramos platicado mucho y te hubiera llevado a comer a algún lugar, porque cada vez que cumplimos un año, estamos celebrando la oportunidad de vivir y de respirar.

Quiero aprovechar esta ocasión para darte las gracias por tu hermosa y valiosa amistad. Aunque a veces lo dudes, eres muy importante para mí. Ocupas un lugar en mi corazón. Gracias por siempre estar dispuesta a ayudarme cuando he solicitado tú ayuda. Por escucharme y por confiar en mí. Yo pido a papito Dios que siempre te acompañe, te bendiga, te ayude y te fortalezca. Que nunca desmayes aún cuando muchas veces sientas el corazón destrozado y veas tus metas y sueños como algo lejano. Yo sé que Dios te ha dado un talento hermoso de escribir y sé que muchas vidas están siendo bendecidas a través de esos escritos que Dios te inspira a redactar.

Deseo que este día te puedas ver bajo es espejo de Dios para que puedas descubrir cuán hermosa y estimada eres a sus ojos. Porque él no te ve como te ves tú misma o los demás. El ve más allá de lo que te imaginas y también sabe lo qué puedes dar. Quiero que recibas un regalo especial de él. Independientemente de lo que pase en tu día, quiero que recibas su visitación. Que recibas más de su presencia y nuevas fuerzas para continuar adelante. Tú no estás sola porque el siempre te ha acompañado. Cuando has visto un solo par de huellas en tu caminar, es porque Cristo te ha llevado en sus brazos. Sigue siempre adelante, nunca te rindas. Camina con seguridad y creele siempre a Dios. Jehova cumplirá su propósito en ti. Deseo que así como a Jabes, Jehová ensanche tu territorio, te haga crecer, te de sabiduría y gracia, y que te guarde de toda contaminación.
Te quiero un montón. Cuentas con mi apoyo. Y una vez más Happy Birthday my Friend!

Con todo mi cariño,

Brendaliz

jueves, 12 de noviembre de 2009

Perfeccionándome en Tú Debilidad


PERFECCIONÁNDOME EN TÚ DEBILIDAD

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
(1 Corintios 12:9 Versión Reina Valera 1960)

Hoy escribo para todos ustedes con lágrimas en mis ojos, pero con la fortaleza y serenidad que solo Dios puede dar. Aunque planifiqué que este fuera un día súper maravilloso y hermoso, no siempre las cosas salen como quisiéramos. Y aunque muchas veces eso nos entristece, no nos debe desanimar. Porque la vida está llena de momentos de todo tipo y tenemos que experimentarlos y tratar de aprender aunque en ocasiones no le encontremos sentido.

Siempre me he caracterizado por ser una persona muy sincera. Trato de ser lo más transparente posible en todo. Es por eso que mis escritos tienen parte de mi corazón. En ellos siempre encontrarás plasmados vivencias, cosas que siento y pienso, creo, etc. Hay muchas personas que temen abrir su corazón y relatar sus tristezas, experiencias o temores más profundos, sin embargo, yo quiero compartir con ustedes desde mis alegrías más inmensas hasta mis momentos de abatimiento. Desde mi fe y convicciones más fervientes hasta los momentos en que parece que no hay salida. ¿Por qué lo hago? Porque sería hipócrita de mi parte mostrarles un “mundo ideal” que no existe. Y porque estoy convenida de que así como el salmista David escribió muchos de sus mejores salmos en momentos de angustia y hoy día esos salmos nos alientan y fortalecen; de la misma manera estos escritos pueden traer bendición y bálsamo a muchas de las vidas que los leen.

Ciertamente la vida es dura, no siempre parece justa. Pero Dios sigue estando presente. La vida te da golpes bajos y a veces en el suelo tratas de seguir luchando, pero aunque sientas que estás luchando en el suelo, puedes dar golpes desde el piso y ganar la batalla. De eso se compone la vida, de subidas y bajadas. De momentos gloriosos, pero también de momentos en que exclamamos: “Señor si es posible pasa de mí esta copa”. Pero cuando decimos estás palabras, recordamos lo que el mismo Jesucristo dijo: “pero no se haga conforme a mi voluntad, sino a la tuya”. Y como dice Romanos 8:28-39, sabemos que nada nos podrá apartar del amor de nuestro Señor.

Hace unos días mi tía Rossie me escribió un email diciendo algo que me gusto tanto que hoy quiero compartirlo con ustedes haciendo mis propias reflexiones y conclusiones porque compete a lo que le he dicho anteriormente. Son tantas las veces que hemos escuchado hablar y que hemos repetido este texto: “Bástate de mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad”. Estás fueron las palabras que Dios le contestó a Pablo después de haber pedido tres veces que fuera quitado de su vida un aguijón que le afligía en la carne. Pero pocas veces nos detenemos a pensar (decía mi tía) en cómo se sentía el apóstol Pablo y por qué razón tuvo Dios que decirle que se bastara de su gracia y que en medio de su debilidad sería perfeccionado.

Si damos una reversa a la historia, observaremos que cuando Pablo aceptó a Jesucristo, cuando tuvo ese encuentro maravilloso con Dios en Damasco, Dios le hizo advertencia de que sufriría a causa de su nombre. De hecho Pablo mismo había hecho sufrir en su vida religiosa pero sin Cristo, a muchos cristianos. A él le tocaría experimentar mucho más aún. Cuando observamos a Pablo a través de las escrituras vemos a un hombre independiente, con la autoestima alta, muy seguro de sí mismo y de a quién le servía. Sus convicciones eran profundas y su fe (una vez conoció a Jesús) inquebrantable. Pero en este momento vemos una escena en la que Pablo escribe o diserta sobre un tema profundo y con sinceridad expresa de una lucha que está teniendo con su carne. Pudo haber sido una enfermedad, la Biblia no específica. Lo cierto es que me parece que Pablo se sentía tan agobiado como muchas veces nos sentimos tú y yo. Porque a veces nos sentimos tan cargados por las cosas que nos acontecen en la vida que perdemos por un momento el centro. Nuestro centro que es Jesucristo.

Yo te pregunto, ¿con qué aguijón estás lidiando el día de hoy? ¿Cuál es ese problema que parece consumir tus fuerzas? ¿Qué es lo que te roba la paz y quiere hacer que pierdas la esperanza? ¿Qué es eso que te molesta tanto que te hace pensar que Dios no te escucha y que tampoco está cerca de ti? ¿Qué es lo que te desestabiliza a tal manera que sientes que vas a perder la calma o la cordura? ¡Sí! Te lo pregunto porque sé que aunque amas al Señor no estás exento de en ocasiones sentirte así, desesperado y sin salida. Porque aunque hay muchas personas que quieren idealizarlo todo y aparentar que para ser espiritual no puedes expresar nada, tú sabes muy dentro de tú corazón que lo que te digo es cierto. ¿Cuántas veces te has preguntado, Dios será verdad que existes? ¿Por qué me pasa esto a mí? Sin embargo y a pesar de ese dolor tan grande que sentía Pablo, recibió una respuesta maravillosa de Dios. Una respuesta con la que nos podemos identificar y encontrar paz y seguridad. “Bástate de mi gracia”. Y la gracia es ese favor inmerecido que nos concede Dios todos los días. Es esa ayuda y regalo que Dios nos confiere continuamente, es ese soporte del gran Yo Soy. “Porque mi poder se perfecciona en tú debilidad”. Podemos ver el poder de Dios actuando en nuestras vidas día tras día. Podemos sentir cómo nos da fuerzas cuando muchas veces creemos que ya no podremos más.

Pero si hay un versículo que me guste es el que le sigue al texto que he utilizado el día de hoy. Es que me fascina la forma en que Pablo dice en el siguiente versículo: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (1 Corintios 12:10). Es tan contundente, valiente, sabia y segura la respuesta que da Pablo. Ya me parece imaginar a Pablo diciendo para sus adentros: “Sí, estoy sufriendo, me duele este momento que estoy pasando. Sí, a veces siento que no podré más, pero aún con todo y eso puedo gozarme en medio de cualquier situación que esté pasando. Esto porque el amor que siento hacia Dios es más grande que toda tribulación momentánea y no lo hacen cambiar las congojas ni aflicciones de mi vida. Porque estoy seguro que no existe ninguna situación que amerite que me enoje o que dude de la fidelidad que Dios ha tenido para conmigo. Y pese a todo, puedo gloriarme de una cosa que sé porque Dios me ama y yo lo amo a él. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Porque mayor es él que está en mí. Porque a medida que va menguando mi yo, va acrecentándose más en mi vida el poder y la imagen de mi Señor.

Hoy te invito a que declares al igual que yo las palabras de Pablo. A que dejes que ese Santo Espíritu de Dios obre en tú corazón y a que confieses dos cosas: que el poder de Dios se perfecciona en ti y que cuando más débil te sientes y eres fuerte en él.


Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/
www.DevocionalDiario.com

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tú Amor

Tú Amor

Tú amor es inconfundible,
imposible de imitar,
difícil de comparar.
Trasciende los corazones y
los llena de completa paz.

Tú amor es el más bello regalo
que en este mundo se pueda recibir.
Es eterno e imperecedero,
arde muy dentro de mi pecho.

Más grade que el océano e
infinito como el cielo.
Tan cercano y accesible
que sorprende y envuelve.

Tú amor tan tierno y sublime
que un día me alcanzó.
Esa gracia acogedora me recogió,
me restauró y me abrazo.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

viernes, 6 de noviembre de 2009

LENGUAJE DE FE


Lenguaje de Fe

Con el transcurrir del tiempo, todos, unos más que otros, atravesamos diferentes tipos de situaciones. Muchas de las pruebas que tenemos que atravesar en ocasiones hacen que nuestra fe quiera tambalearse. Pero una parte importante que cada cristiano debe fomentar, ejercitar y estar consciente es que cada día que pasa nuestra fe debe ir en crecimiento. La Biblia dice que la fe es parecida a una semilla de mostaza. Comienza pequeñita, pero a medida que nos acercamos a Dios y comenzamos a tener experiencias con él, se supone que esa fe vaya en aumento.

Anoche cuando me acosté, meditaba en tantas cosas, de tal manera que tuve que volver a levantarme y tomar notas que quiero compartir con ustedes y que espero sea de bendición a sus vidas, tanto como han sido de bendición a la mía. Nuestro lenguaje normal y humano puede ser transformado por uno divino, cuando tomamos la autoridad de Dios. Cuando renovamos la forma en que hablamos y pensamos. Cuando confesamos cosas contrarias aún cuando todo parezca adverso y en nuestra contra. De hecho eso es la fe, llamar las cosas que no son como si fuesen. Creer aunque no veas nada. Pero ojo, no estoy hablando de una “súper fe”, donde las personas pretenden manejar a Dios a su antojo, ni mucho menos, algo que pasa a convertirse en una utopía, saliéndose de la realidad. Yo estoy hablando de ejemplos concretos que vemos a través de las Escrituras en las que hombres y mujeres de Dios, lograron sobreponerse a las circunstancias adversas y experimentaron la gloria de Dios en sus vidas.
He aquí algunos ejemplos:

Ante un cojo que pedía limosna y no teniendo nada de dinero, Pedro dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. (Hechos 3:1-11).


Pablo hablándole a los corintios decía… “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:5-11).

El padre de un muchacho que estaba mudo y atado exclamó en medio de su situación lo siguiente cuando… “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad”. (Marcos 9:13-27).

Job un caballero y héroe de la fe, le pasaron un sinnúmero de cosas que parecían increíbles. Tuvo perdidas materiales y de seres queridos, no obstante la Biblia relata que cuando vinieron a darle esas noticias devastadoras, aún así actuó y pronunció lo que aquí les muestro: “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”. (Job 1:20-21).

Un profeta llamado Habacuc manifestó su confianza en Dios emitiendo la siguiente declaración: “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar”. (Habacuc 3:17-19).

Rahab siendo una ramera encontró la salvación para ella y su familia atreviéndose a ayudar a unos siervos del Señor, testificando y confesando lo siguiente: “…porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”. (Josué 2:11).

En el libro de Daniel, capítulo 3 se relata la historia de tres jóvenes hebreos que no se intimidaron ante la persecución ni el peligro de muerte, dándonos cátedra de lo que es tener fidelidad ante Dios. Sus palabras fueron las siguientes: “Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”. (Daniel 3:16-18).

Hubo un momento en que Daniel no habló, pero sus acciones dijeron mucho. Observemos y meditemos en esto: “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel orando y rogando en presencia de su Dios. Hasta el rey Nabucodonosor conocía que Daniel servía a un Dios que era real por lo que miren lo que sucedió… “El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo. Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios. (Para más detalles leer Daniel 6 completo).

Pablo dijo: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos”. (2 Corintios 4:7-10). Y también pudo con certeza exclamar estas palabras: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. (Filipenses 1:6).

Fe en acción y confianza en quien servía, fue la que tuvo David cuando se enfrentó al gigante Goliat. Con aproximadamente unos 17 años, cinco piedras, pero con todo el poder, la unción y fortaleza de Dios pronunció: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos”. (1 Samuel 17:45-47).

Son tantos y tantos los que en el momento difícil no se amedrentaron, que si comienzo a mencionarlos, no termino. Estos hombres y mujeres tenían algo que los asemejaba y los distinguía aún en medio de multitudes. No era su fortaleza, ni inteligencia, tampoco eran sus influencias, mucho menos que fueran mejores que tú y que yo. Pero ellos habían tenido un encuentro tan personal con el Señor, ellos tenían una convicción tan profunda en el Dios a quien le servían y en quien creían, que sabían que él no los desampararía en ningún momento. Sabían que aunque tuvieran que enfrentarse a la noche más larga y oscura Su Redentor vivía. Esperaban ver Su gloria manifestarse en sus vidas. Sabían que no era con espada ni con ejércitos que se peleaban sus batallas, sino con el Santo Espíritu de Dios. Ellos persistieron en lo que habían aprendido, sabían que quienes confían en el Señor, no serán confundidos ni avergonzados. Conocían que su roca sólida y fuerte era el Rey de reyes y Señor de señores. Ellos usaron un lenguaje espiritual, tal vez ni siquiera se dieron cuenta, de lo que estaban haciendo. Pero como su dependencia provenía de Dios, hablaron y actuaron como hijos de Dios que eran.

¿Y tú te atreves a pronunciar el lenguaje de fe?


Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

miércoles, 4 de noviembre de 2009

NO DAÑES LOS PLANES DE DIOS


¡No Dañes los Planes de Dios!

“Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai. Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido”. (Génesis 17:1-3)

Si hay algo con lo que el ser humano tiene que aprender a lidiar es con el apresuramiento. Somos personas ligeras. Vivimos en un mundo de constante cambio. Hay una competencia tremenda. Estamos en una carrera y todos luchamos por conseguir nuestro lugar. No nos gusta hacer fila, no queremos esperar en los restaurantes, nos impacientamos si alguien conduce muy lento y va en frente de nosotros. Cuántas veces no terminamos de decir la palabra de la persona con la que estamos conversando por que nos desespera que no acabe de pronunciar lo que nos quiere decir. Si ya de por sí es muy difícil para nosotros ser pacientes, imagínense cuando se trata de esperar el tiempo en Dios. ¡Más difícil se nos hace! Porque la matemática y el cronometrador de Dios no es la misma nuestra, su reloj es bien diferente. Creo que no es fácil porque estamos acostumbrados a un mundo donde de alguna manera todo se nos ha facilitado y de alguna manera pensamos que nos lo merecemos todo. Que muchas veces decimos ahora y tenemos las cosas a la mano. Inclusive hay ocasiones que sin siquiera darnos cuenta actuamos con Dios como niños malcriados o como jefes malos queriendo ordenar el cuándo, el dónde y el ahora.

¿Has tenido alguna vez la oportunidad de ver a un niño montando pataleta por que sus padres no pudieron comprarle algo que él quería? Ese niño no entiende de razones, ese niño está encaprichado porque quiere que su deseo sea cumplido al instante y a la mayor brevedad posible. Y cuando te imaginas esta escena seguro que no te das cuenta de que en nuestras vidas, muchas veces nosotros no estamos lejos de actuar de igual o peor manera. Gracias a Dios que es tan paciente, amante y misericordioso con nosotros, que nos considera y no toma en cuenta muchas de nuestras faltas. Aún cuando muchas veces quisiéramos hasta desafiarlos porque no logramos entender qué es lo que está pasando y por qué no recibimos respuesta a esas cosas que estamos pidiendo. Sin embargo algo que nos conduce al apresuramiento es la desesperación. A su vez la desesperación es producida por la impaciencia. La impaciencia la produce el esperar. Porque como dijo alguien “el que espera, desespera”. Sin embargo cuando nuestra vida es manejada por el Señor, cuando aprendemos a depender de él y caminar a su paso, definitivamente tenemos también que aprender a actuar en el tiempo de él.

Cuando damos un vistaza a la historia de Abraham, observamos que una de las protagonistas principales tuvo que ser la paciencia. A Abraham y Sara no les toco esperar dos o tres días, sino que esperaron para ver la promesa de un hijo llamado Isaac básicamente, durante una gran parte de su vida. Algo sucede cuando nosotros comenzamos a enfocarnos no en las promesas de Dios, sino en nuestras limitaciones y circunstancias. Cuando nos concentramos en nuestras imposibilidades, inmediatamente comienzan a aparecer las dudas y las preguntas. Nuestros temores quieren causarnos sombras. Y creerle a Dios es un asunto total de fe y dependencia en él. Hay tantas promesas que Dios ha depositado sobre nuestras vidas y cuando las recibimos nos emocionamos, pero aquí lo importante no es del que comienza la carrera, sino del que la termina. Tanto tiempo tuvieron que esperar Abraham y su esposa Sara que se turbaron. Se impacientaron, metieron su mano en el asunto, quisieron ayudar a Dios y dañaron un plan perfecto. Añadieron al escenario personajes que no tenían que estar. Agar e Ismael no eran parte de ese primer plan, pero luego en la misericordia que tuvo Dios, hizo de ellos otra gran nación.

Quiero que medites en las veces en que has dañado los planes o sorpresas que Dios quería darte en el camino. Cuántas veces nuestra impaciencia ha logrado que estemos a punto de echar a perder todo lo hermoso que estamos por recibir. A veces Dios dice: “a la derecha” y tú te empeñas en querer ir por la izquierda”. Tantas excusas o carencias le presentamos a Dios como pretexto porque tememos, porque nos sentimos incapacitados. Dios diciéndonos: “yo creo en ti, yo te voy a dar las herramientas y la sabiduría que necesitas”. Y nosotros aumentamos lo que vemos como un problema. Cuántas veces hemos dicho llorando: “Señor esperaré pacientemente en ti” y cuando comienza a pasar el tiempo nuestra mente y nuestras fuerzas comienzan a fallarnos. Y sé lo que digo porque yo también he tenido que esperar mucho para ver el cumplimiento de las promesas de Dios a mi vida. Cuántas veces he pensado que yo he dañado el plan cuando veo a otros recibir sin mucho esfuerzo tantas cosas. Pero luego el Señor me ha mostrado que voy caminando a su paso y recibiendo las cosas según los propósitos que él tiene para con mi vida. Aún espero ver el cumplimiento de tantas cosas, palabras, sueños, proyectos, aspiraciones, realizaciones. Pero sé que todo está en las manos de mi Dios. Sí se también lo asfixiante y doloroso que puede ser el proceso. Pero vale la pena confiar y esperar en el Señor. Lejos estoy de ser perfecta, pero con la mano en el corazón te puedo decir que aunque muchas veces he tenido que esperar mucho, bien ha valido la pena. Porque cuando las cosas surgen en el tiempo de Dios, todo es tan bellamente maravilloso y perfecto. Cuando Dios abre una puerta, nadie la puede cerrar, no hay piedra que pueda estorbar la bendición que está pautada por Dios para tu vida.

Tal vez ahora mismo tú estés batallando con mil pensamientos, dudas e incertidumbres. Quizás estés tan agotado física y mentalmente, que ya lo que sientes es un hilito de esperanza que está por quebrarse. Pero Dios dice que no desesperes porque el convierte el llanto en sonrisa, porque justo antes de amanecer es cuando más oscura parece la noche. Yo no puedo decirte cuánto tiempo tardará en contestar, pero si sé que él es muy fiel y que los que esperan en él no serán avergonzados. Muchos tal vez anden burlándose y preguntándose: “¿dónde está tu Dios? Y con toda la certeza del mundo y una serenidad que sobrepasa todo entendimiento yo puedo decirte que está ahí justo al lado tuyo aunque no lo veas y aún cuando se te haga difícil poder sentirlo. No cometas una ligereza, una locura de la cual luego te arrepentirás. Espera en el Señor, no tomes decisiones impulsadas por presiones, emociones o lo que piensan o digan los demás. No te cases porque pienses que si no lo haces ahora no encontrarás a alguien mejor. No pienses en quitarte la vida porque sientas que para tu problema no hay solución. No dejes la posición que tanto esfuerzo te ha costado ni entierres el talento que Dios te dio aunque ella persecución, porque ha sido Dios quien te lo dio. Porque hallaste gracia ante sus ojos, porque fuiste agradable a su corazón. No vayas a ese viaje, si sabes muy dentro de ti que no es el tiempo de ir. Piensa que para eso Dios te ha dado sabiduría. Refúgiate en él, pero te pido por favor, que no dañes eso maravilloso que Dios ha hecho y quiere seguir haciendo en ti.

Por tantas imprudencias que cometió el pueblo de Israel en vez de 40 días tuvieron que pasar 40 años para llegar hasta la tierra prometida. No permitas que eso pase con tu vida. Y tú la que no tiene hijos, la que en silencio llora angustiada y desesperada porque no entiende lo que le está pasando. Y tú el que está pasando un proceso de enfermedad o un problema que siente que no merece, espera en silencio la salvación de Jehová. Él sabe lo que es mejor para nosotros. No siempre nos es fácil entenderlo, pero pese a todo recuerda que él te ama y sigue siendo Soberano.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para:
http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

Por Gente Así de Bella es que Yo Sigo Creyendo


POR GENTE ASÍ DE BELLA ES QUE YO SIGO CREYENDO

Me gusta la gente optimista. Aquellos que pese a las circunstancias de la vida, encuentran razones para sonreír. Son como medicina al alma que está afligida porque inyectan vitaminas de fe y esperanza. Me agradan las personas empáticas, que tienen sensibilidad suficiente para conmoverse ante el dolor ajeno y extienden sus manos a todo aquel que la necesite. Me simpatizan todos aquellos que tienen la valentía de levantarse después de una fuerte caída. Que gritan: ¡victoria! Aún cuando escuchan voces que quieren desalentarlos. Los que no se intimidan y combaten aún contra enfermedades terminales o pronósticos fatales. Aquellos que pese a que sus probabilidades parezcan escasas y en las estadísticas, sus perfiles digan que no van a lograr sobresalir del “montón”, logran nadar contra la corriente y llegar hasta donde quieren. Se impulsan y alcanzan llegar hasta el final de la meta. Es que tengo que admirar a todos esos seres maravillosos que se levantan cada mañana e intentan hacer la diferencia con pequeños esfuerzos y detalles. Que no pierden su entereza, ni venden sus principios intimidados ante la crítica o lo que puedan pensar o decir los demás. Son aquellos que sin importar que el día amanezca nublado encuentran fuerzas y hacen hasta lo imposible por vivir la vida de la mejor manera posible. Aquellos para los que la palabra rendirse, no existe en su diccionario, porque saben que si confían en Dios, habrán posibilidades y nuevos caminos que conducirán hacia oportunidades que pueden traer el éxito y las bendiciones. Me quito el sombrero ante todos aquellos que siguen creyendo en Dios, aunque haya muchos ignorantes y otros que se crean muy sabios como para dudar de la presencia de ese Padre Celestial. Que aún cuando muchos tratan de burlarse o denigrarles se mantienen inconmovibles sobre la roca soberana y el castillo fuerte de su salvación que es Jehová.

Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: http://escritosdelsilencio.blogspot.com/

martes, 3 de noviembre de 2009

ESPACIOS

Espacios...
El otro dia, pensaba en los espacios.
No los vemos de forma tangible pero los podemos apreciar y sentir.
Esos lapsos de tiempo, esos instantes de pausas breves o largas
que son tan necesarias para reflexionar, escuchar, pensasr, sentir y vivir.
Necesitamos de los espacios de silencios en una conversacion
para poder recibir lo que nos están queriendo decir.
Hasta la música tiene sus pausas y tiempos marcados para que se escuche mejor.
Esa mezcla hace una combinación y una armonía sublime.
La brisa del viento por momentos nos deja sentir su ímpetu y
por otros instantes parece estar ausente.
Cuando tomas tiempo para pausar, cuando das espacio a los espacios que parecen ser vacíos, pero traen llenura y plenituda tu vida, te estás preparando para recibir.
Hoy te invito a tomar una pausa, un periodo para que escuches lo que quiere platicar tu corazón contigo.
Alguien tal vez, está esperando que te calles para decirte algo importante.
Toma un espacio para que percibas el aroma de las flores,
para que sientas la caricia tierna de alguien que amas.
Hoy te invito a sentir el beso dulce, el abrazo cálido, a observar lo que dicen las miradas.
Verás que algo hermoso pasará dentro de tu interior que se reflejara en tu exterior.
Te percatarás de que cuando eres receptivo a todo lo que pasa a tú alrededor,
aprendes lecciones y todo en tu entorno cobra más sentido.

Autora: (BrendalizAvilés)
Escrito Para: http//escritosdelsilencio.blogspot.com/

lunes, 2 de noviembre de 2009

MOMENTOS


Momentos


Hoy he reflexionado y entre mis pensamientos quiero rescartar lo siguiente...

Hay momentos en nuestras vidas que son irrepetibles.

Hay personas en nuestra existencia que son irremplazables.

Hay oportunidades que no volverán a repetirse.

Por eso disfruta el momento.

Nunca sabes cuánto tiempo dura ese lapso en el que puedas contar con esas personas especiales o en que se te vuelva a presentar otra nueva oportunidad como esa que esta delante de ti ahora. Tampoco sabes cuánto tiempo pasará antes de que vuelvas a sentir esa sensación y certeza que te dice que el momento que estas viviendo es único.


Besitos.


Autora: Brendaliz Avilés


Yo sé que me responderás

 ¡Dios mío alzo mis ojos a los cielos!  Solo a ti que eres el único que tiene misericordia de mí y puede ayudarme. A ti que ves aún en lo se...